ZOEY
“Heath, ¿qué estás haciendo aquí?”
Heath presiono firmemente su pecho como si le hubiera disparado y sus pasos se acortaron, mientras hacia sonidos de jadeos. “¡Tu frialdad me mata, nena!”
“Eres un idiota”, le dije. “Si hay algo que te está matando, es tu absoluta falta de sentido común. Así que, ¿qué estás haciendo aquí? Pensé que estarias allí afuera quemando a los pajaros con Daríus y Shaunee”.
“Bueno, yo estaba yendo, porque definitivamente, necesitan usar mi fuerza sobrehumana para ayudarles”. Meneo sus cejas una y otra vez. Luego se dejó caer sobre el banco a mi lado. “Pero Stark me encontró y me dijo que me necesitabas__así que aquí estoy”.
“Stark estaba equivocado. Deberias de volver y ayudar a Darius”.
“Tienes mal aspecto, Zo”, el dijo, todas las bromas salieron de su tono.
Suspiré. “He pasado por un montón de cosas, eso es todo-al igual que todos los demás”.
“Ayudar a los chicos heridos te pateó el trasero”, el dijo.
“Bueno, sí, lo hizo. Pero voy a estar bien. Sólo necesito dormir un poco para poder recuperarme. Eso es todo”.
Heath me miró por un rato sin hablar, luego tendió la mano hacia mí. Fue un reflejo automático el hecho de que yo entrelace mis dedos con los suyos.
“Zo, estoy intentando no volverme loco con esa cosa especial que tienes de Stark__algo que no tienes conmigo”.
“El es mi guerrero. Y es algo que solo puedo tener con un vampiro”. Dije las palabras en manera de disculpa, y me sentí muy apenada porque sabía que le estaba haciendo daño al chico que había amado durante la escuela.
“Sí, he escuchado algo de eso. De todos modos, lo que estaba tratando de decirte es que estoy intentando lidiar con tu enlace con Stark, pero me lo haces doblemente difícil cuando me rechazas”.
No podía decir nada porque sabía exactamente sobre lo que estaba hablando. Era por eso que Stark le había enviado aquí. Heath quería que yo bebiera de él. Y el sólo hecho de pensarlo me hizo agua la boca y mi respiración se acelero.
“Sé que lo deseas”, susurró.
Incapaz de mirarle a los ojos, fije mi mirada en nuestras manos entrelazadas. En la penumbra de la cafetería abandonada los tatuajes en mis manos eran casi invisibles y nuestras manos tenían un aspecto tan ordinario como lo habían tenido por tantos años, mi estómago me dolio.
“Tu sabes lo que yo quiero”.
Me encontré con su mirada. “Yo se que lo sabes. Pero no puedo, Heath”.
Yo esperaba que él explotara y que se enojara, pero en lugar de eso solto un gran suspiro. Sus hombros se hundieron mientras el negaba con la cabeza. “¿Por qué no dejas que te ayude en lo que verdaderamente puedo?”
Inspire profundamente y le dije toda la verdad. “Porque no puedo lidiar con la parte sexual ahora mismo”
Parpadeó muy sorprendido. “¿Esa es la única razón?”
“El sexo es una razón muy importante”, le dije.
“Bueno, si, no es que lo sepa por experiencia, pero yo entiendo lo que me estás diciendo”. Sentí que mis mejillas se calentaban. ¿Heath era todavía virgen? Yo estaba muy segura de que después de que me marcaron y deje mi vida humana por la Casa de la Noche, mi ex-BFF había ido tras él. En realidad, yo sabía que la zorra de Kayla se había lanzado sobre él.
“¿Qué hay acerca de Kayla? Pensé que ustedes dos se conectaron después de mi partida”.
El se rio pero no sonaba divertido. “Ella lo deseaba. No, no, ¡pero infiernos!, no. Yo no estuve con Kayla. Sólo hay una chica para mí”. La falta de humor dejo su expresión y el sonrio abiertamente hacia mí. “Y aunque ahora eres una Alta Sacerdotisa y ya no una simple chica, para mí sigues siendo mi chica”.
Una vez más, no sabía qué decir. Yo siempre había pensado que cuando tuviera relaciones sexuales por primera vez sería con Heath, pero todo fue un embrollo después, y perdí mi virginidad con Loren Blake, lo cual fue literalmente el mayor error de mi vida. Y eso aun me hacia sentirme enferma y mas que un poco culpable.
“Hey, deja de pensar en Blake. No puedes cambiar lo que sucedió con él, así que vamos a olvidarlo”.
“¿Eres un lector de mentes ahora?”
“Siempre he sido capaz de meterme en tu cabeza, Zo”. Su sonrisa se desvaneció. “Bueno, supongo que no he sido capaz de hacerlo tan bien últimamente”.
“Siento todo esto, Heath. Odio lastimarte”.
“Ya no soy un niño. Yo sabía en lo que me estaba metiendo cuando conduje mi camioneta y me dirigí a Tulsa para verte. No tiene que ser fácil entre nosotros, pero tiene que ser honesto”.
“Muy bien. Quiero ser honesta, también. Así que estoy diciendo la verdad cuando te digo que no puedo permitirme beber de ti. No podria hacer frente a lo que ocurriria entre nosotros. No estoy lista para tener relaciones sexuales, incluso si todo el mundo se fuera al infierno a nuestro alrededor”.
“¡Infiernos! me recuerdas a tu abuela cuando dices eso”.
“Heath, cambiando de tema no vas a cambiar mi mente. No voy a tener sexo, así que no voy a beber de ti”.
“Jeesh, Zo, yo no soy un idiota, yo entiendo”, él dijo. “Así que no vamos a tener sexo. Hemos pasado un montón de años, sin tener relaciones sexuales. Tenemos experiencia en ello”.
“Es más que algo tan simple, es mas lo que deseamos el uno del otro. ¿Sabes lo que la imprimación causa entre nosotros? Fue lo suficientemente intensa antes, cuando estaba mal herida y a punto de morir. Todo eso aumentaría diez veces más, si bebiese de ti ahora mismo”
Heath tragó saliva y se pasó la mano por el pelo. “Sí, está bien, ya lo sé. Pero aquí está lo que estoy diciendo sobre la imprimación, va en ambos sentidos, ¿verdad? Mientras que tú bebes mi sangre, también puedes sentir las cosas que siento, y yo puedo sentir las cosas que tu sientes”.
“Sí, y todo eso, es acerca de placer y sexo”, le dije.
“Ok, entonces, en lugar de centrarnos en la parte sexual, nos centraremos en la parte del placer”.
Alcé las cejas hacia él. “Eres un chico, Heath. ¿Desde cuándo no te centras en la parte sexual?”
En lugar de la respuesta bromista que esperaba, su expresión era absolutamente seria.
“¿Cuando te he presionado sobre el sexo?
“Hubo una vez en la casa del árbol”.
“Estabas en cuarto grado. Eso no cuenta. Además, me golpeaste y me noqueaste”. No sonrio exactamente, pero sus ojos marrones brillaron intermitentemente.
“¿Y en la parte de atrás de tu camión el pasado verano en el lago?”
“En realidad esa tampoco cuenta. Tú tenías puesto ese bikini nuevo. Y yo en realidad no te presione”.
“Tenias tus manos puestas sobre mi”.
“Bueno, ¡tu estabas mostrando demasiado!” Hizo una pausa, y volvió a hablar con un tono de voz normal. “Mi punto es, que hemos estado juntos por mucho tiempo. Definitivamente podemos estar juntos sin tener relaciones sexuales. ¿Qué si quiero tener sexo contigo? ¡Claro que sí!. ¿Quiero tener sexo contigo cuando tu cabeza es un lío, debido a ese tipo Blake y estas preocupada infernalmente por todo lo que está pasando, y que en relidad no quieres tener sexo conmigo? ¡Diablos, no! ¡Diablos, diablos!, no”. Puso su dedo bajo mi barbilla e hizo que le mirara. “Te prometo que esto no será sobre sexo, porque tu y yo, lo que tenemos, significa algo más que sexo. Permíteme hacer esto por ti, Zoey”,
Mi boca se abrio y antes de que pudiera evitarlo, susurre: “Ok”.
Su sonrisa era como si acabara de ganar el Super Tazon. “¡Excelente!”
“Pero nada de sexo”, dije.
“Absolutamente nada. Solo llámame Heath-No sexo. ¡Diablos, mi segundo nombre es ‘no sexo’!”.
“Heath”. Puse un dedo sobre sus labios para que se callara. “Eres un tonto”.
“Oh, sí. Bueno”, murmuró en mi dedo.
Entonces él solto mi mano y metió su mano en el bolsillo de su pantalón y sacó una navaja pequeña. Se quito su abrigo y abrió el cuchillo. La hoja lucia extrañamente como el juguete de un niño en medio de la de la oscuridad de la cafetería.
“¡Espera un poco!, grité cuando empezó a levantar el cuchillo y posarlo en su cuello.
“¿Qué?”
“Um. ¿Aquí? ¿Estamos haciendo esto aquí?”
Él alzo sus cejas hacia mí. “¿Por qué no? No vamos a tener relaciones sexuales, ¿recuerdas?”
“Claro que me acuerdo”, dije. “Es solo que, bueno, alguien podría entrar”
“Stark esta vigilando la puerta. Nadie va a pasar más allá de él”.
Me conmocione en silencio. Digo, obviamente, esto había sido idea de Stark, ¿pero cuidar la puerta para asegurarse de que Heath y yo tuvieramos tiempo privado? Eso simplemente era…
El olor de la sangre de Heath me golpeó y todos los pensamientos de Stark volaron de mi mente. Mis ojos encontraron la pequeña linea de color rojo que estaba a lo largo de la parte blanda de su cuello, donde se reunió con su hombro. El cambio de posicion, y puso el cuchillo en la mesa y mientras mantenía los brazos abiertos para mí.
“Ven aquí, Zo. Simplemente somos tú y yo, ahora mismo. Sin nadie en quien pensar. Sin nadie en quien debas preocuparte. Ven aquí”, repitió.
Entré en sus brazos inhalando su aroma: Heath, la sangre, el deseo, el hogar, y mi pasado, todo ello envuelto juntos en un fuerte abrazo familiar. Cuando mi lengua tocó la línea de color escarlata le sentí temblar y supe que él estaba suprimiendo un gemido de puro deseo. Dudé, pero ya era demasiado tarde. Su sangre explotó en mi boca. Incapaz de detenerme presione mis labios contra su piel y bebi. En ese momento no me importo si yo estaba lista o no para el sexo, o que el mundo a mi alrededor era una gran bola de caos, ni siquiera que estábamos en medio de la cafetería mientras Stark protegia la puerta (y probablemente estaba experimentando todo lo que yo estaba sintiendo). En ese momento todo lo que me importaba era Heath y su sangre, y su cuerpo y su tacto.
“Shh” la voz de Heath era un poco profunda y rasposa, pero era extrañamente tranquilizadora. “Esta bien, Zo. Esto se siente muy bien y eso es todo. Piensa en lo fuerte que te hace. Necesitas estar fuerte, ¿recuerdas? Tienes a un trillón de personas que cuentan contigo. Yo cuento contigo, Stevie Rae contigo, Afrodita cuenta contigo, aunque me parece que ella es un poco perra. Incluso Erik cuenta contigo aunque no deberías de preocuparte por el...”
Las palabras de Heath seguían sin parar. Y mientras él hablaba algo extraño ocurrió. Su voz dejó de ser profunda y rasposa. Y comenzó a sonar igual que Heath-como cuando él y yo nos sentábamos a hablar de cosas normales y no como cuando yo bebía de la sangre de su cuello.
Entonces, sin saber lo que sucedia la sensación de sexo crudo cambio a otra cosa. Algo con lo que yo podía maniobrar. Algo que me permitia pensar. No me malinterpreten, aún se sentía bien. Muy, muy, muy bien. Pero el ‘bien’ fue moderandose y se convirtió en algo que podía describir como normal, y lo normal se hizo manejable. Así es que cuando me sentí fuerte y rejuvenecida sabia que debía de retroceder. Acaba ahora, pensé, y lami la línea sangrante del cuello de Heath, y automáticamente las endorfinas coagulantes en mi saliva trabajaron. Vi como se detubo la hemorragia y la pequeña herida comenzó a cicatrizar, dejando sólo una delgada línea rosa que le decia al mundo lo que había pasado entre nosotros.
Mis ojos buscaron la mirada de Heath.
“Gracias”, le dije.
“En cualquier momento”, dijo. –“Siempre estare aquí para ti, Zo”.
“Bien, porque siempre necesitare que me recuerdes quién soy realmente”. Heath me besó. Fue un beso suave, pero era profundo e íntimo y lleno de un deseo que yo sabía que él estaba reteniendo, esperando a que yo estuviera lista para finalmente decir que sí a él. En lugar de eso, rompi el beso y me acurruque en sus brazos. Le sentí suspirar, pero su abrazo no vacilo y me abrazó fuertemente.
El sonido de la puerta de la cafetería abriéndose nos hizo saltar.
“Zoey, realmente deberías de llegar a la residencia de estudiantes. Están esperando por ti”, dijo Stark.
“Ok, sí, ya voy”, dije, saliendo de los brazos de Heath y ayudándole a ponerse el abrigo.
“Será mejor que encuentre a Daríus y a los chicos y darles un poco de mi estupenda ayuda humana, con algunas cosas”, dijo Heath.
Como si fueramos dos chico culpables, caminamos juntos hacia donde estaba un Stark inexpresivo, quien mantenia la puerta abierta.
“Stark”. Heath asintió con la cabeza hacia él. “Gracias por haberme traido a ella”.
“Eso es parte de mi trabajo”, Stark dijo bruscamente.
“Bien, creo que mereces un aumento”, Heath le dijo con una sonrisa abierta, luego se inclinó y me dio un rápido beso antes de decirme adiós y correr hacia la puerta que daba a la parte central de la escuela.
“Y es una parte de mi trabajo que no me gusta”, oí murmurar a Stark mientras vi a Heath desaparecer en el exterior.
“Como ya lo has dicho, creo que es mejor que vaya a los dormitorios”, dije, mientras comenzaba a caminar rápidamente por el pasillo que conducía a la salida más cercana de los dormitorios. Stark, me siguió, junto con un silencio muy incómodo.
“Entonces”, dijo finalmente, con voz tensa. “Bebiste de él”.
Hablé antes de pensar, y las palabras parecían balcuceos ridículos que salian de mi boca. “Sí. Sí lo hice. Literalmente”. Entonces, increíblemente, rei nerviosamente. Bueno, en mi defensa, me sentía increíblemente bien. La sangre de Heath me había hecho sentir mejor de lo que había estado desde el estallido de Kalona a través de la tierra y la caída de mi vida (arruinar mi vida).
“No es divertido”, dijo Stark.
“Lo siento. Fue un mal juego de palabras”, dije, riendo de nuevo, y luego presione mis labios, cerrandolos.
“Voy a pretender que no te estas riendo y que no senti todo aquello que tu sentiste allí dentro”, dijo Stark con voz tensa.
Incluso a través de prisa entendi que el beber sangre debió de haber sido muy duro para Stark, el experimentar el placer intenso que otro chico acababa de darme, y darse cuenta de lo cercanos que Heath y yo en realidad eramos. Pasé mi brazo a través de Stark. Al principio él era frío y rígido, y apenas respondio, y sentí como si estuviera tratando de aferrarme a una estatua, pero mientras seguimos caminando se descongelo y sentí que fue relajandose. Justo antes de abrir la puerta del dormitorio de las chicas para mí, le mire y dije: “Gracias por ser mi Guerrero. Gracias por asegurarte de que debo estar fuerte, a pesar de que eso te lastima”.
“De nada, mi señora”. Él me sonrió, pero el lucia realmente adulto y muy, muy triste.
Ultrawide Monitor: Is It Worth It?
Hace 8 años
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