viernes, 20 de noviembre de 2009

CAPITULO 20 - Tempted (TENTADA)

ZOEY



-“Estoy totalmente a favor de regresar donde pertenecemos, pero tu abuelita debería quedarse aquí”, dijo repentinamente Afrodita. “No sabemos todo lo qué tendremos que afrontar en la Casa de la Noche”.
-“¿Te mostraron tus visiones algo diferente?” Pregunté, notando que ella miraba a Stevie Rae en vez de a mí.
Afrodita negó con la cabeza lentamente. “No, te dije todo lo que vi en mis visiones. Sólo tengo un presentimiento, eso es todo”.
Stevie Rae rió nerviosamente. “Bien, ¡demonios!, Afrodita, nos sentimos intranquilas y estamos con los nervios de punta, lo cual nos tiene muy sensibles. Acabamos de ahuyentar a algunos grandes monstruos mucosos, pero no es razón para desquiciarse Zoey”.
-“No estoy desquiciada, idiota”, dijo Afrodita. “Sólo estoy siendo precavida”.
-“Es prudente anticipar los peligros”, dijo Daríus pensativamente.
No hay nada de errado con ser precavido, abrí mi boca para estar de acuerdo con los dos cuando Stevie Rae se volvió hacia Daríus y con una voz fría y plana dijo, “sólo porque tú le has declarado tu Juramento de Guerrero a ella no quiere decir que tengas que estar de acuerdo con todo lo que ella dice”.
-“¿Qué?” dijo Stark. “¿Tú le diste tu Juramento a Afrodita?”
-“¿De verdad?” dijo Damien.
-“¡Vaya!, es cool”, dijo Jack.
Erik bufó desde la mesa detrás de nosotros. “Estoy impactado Zoey te dejó y no solo acabas de añadirle a tu colección privada”.
Ya había tenido bastante. Le grité, “¡Oh, ándate al infierno, Erik!”
“¡Zoey!” La hermana María Ángela quedó sin aliento.
“Lo siento,” mascullé.
“No lo lamentes”, dijo Afrodita, mirando furiosamente a Stevie Rae. “Infierno no es una mala palabra. Es un lugar. Y algunas personas necesitan ser enviadas allí”.
“¿Qué?” dijo inocentemente Stevie Rae. “¿Tú no querías que todo el mundo supiera de ti y Daríus?”
“Mis asuntos son mis asuntos”, dijo Afrodita.
“Así como dije antes”, asintió con la cabeza Kramisha sabiamente. “Simplemente no es correcto poner todos tus asuntos personales en público”. Ella volvió sus ojos oscuros hacia Stevie Rae. “Se que eres nuestra Suma Sacerdotisa y todo, pero no significa que le faltes el respeto, pienso que te criaste mejor que eso”.
Stevie Rae se vio instantáneamente arrepentida. “Tienes toda la razón, Kramisha. Supongo que no pensé que fuera gran cosa. Digo, todo el mundo lo sabría tarde o temprano”. Ella me sonrió y encogido sus hombros. “Un Juramento de Guerrero no es precisamente algo que puedas ocultar”.
Ella se volvió hacia Afrodita. “Lo siento, no estaba tratando de ser desleal”.
“No estoy interesada en tu disculpa. No soy Zoey. No voy a creer automáticamente todo lo que digas”.
“¡Okey, es suficiente!”, grité. La cólera y frustración le añadieron fuerza a mis palabras, y vi varios chicos sobresaltados. “Todos ustedes necesitan escuchar y entender algo. ¡No podemos combatir a los grandes demonios que destruirán el mundo si discutimos unos contra otros! Stevie Rae y Afrodita—sobrepónganse a que están Imprimadas y aprendan no avergonzarse una a la otra”. Vi dolor en los ojos de Afrodita y congoja en los de Stevie Rae, pero continué. “Stevie Rae, no guardes cosas importantes de mí, aun si piensas que tienes una buena razón para hacerlo”. Miré de lleno a Erik, quien se había volteado en su silla de modo que podía clavar sus ojos en mí. “Y Erik, tenemos un montón de grandes problemas que tu molestia por haberte dejado”. Oí que Stark se reía ahogadamente y me volví contra él. “Tú tampoco compras una entrada liberada”.
Stark levantó sus manos como si se rindiera. “Sólo me río porque Erik el Grande fue puesto en su lugar”.
“¿Qué real mierda pasa contigo ya que tú puedes sentir cuánto esta gran cosa que tengo contigo, Erik y Heath, lastima mis sentimientos?”.
La sonrisa arrogante de Stark desapareció.
“Darius, está todo congelado afuera y hay un frio asqueroso, ¿pero piensas que puedes conducir al Hummer de regreso a La Casa de Noche?” Pregunté.
“Lo hago,” dijo el guerrero.
“¿Quién es bueno en un caballo?” Instantáneamente varias manos se levantaron como si fuese una maestra y todas ellas estaban asustadas por estar en problemas.
“Shaunee, tú y Erín pueden montar el caballo en el que llegaron. Me volví a mirar a los chicos todavía sosteniendo en alto sus manos. “Johnny B, ¿Pueden hacer lo mismo tú y Kramisha en la otra yegua?”

“Yep, podemos,” dijo. Kramisha asintió con la cabeza enérgicamente, y ambos bajaron sus manos.
“Stark, puedes montar conmigo en Perséfone,” dije sin mirarle. “Damien, Jack, Afrodita, Shannoncompton, Venus, y...” clavé los ojos en un novato rojo moreno cuyo nombre absolutamente no podría recordar.
“Sophie,” dijo con vacilación Stevie Rae, asustada como su fuera a romperle la cabeza.
“Y Sophie. Ustedes chicos van con Daríus en el Hummer”. Miré a Stevie Rae. ¿Podrás asegurarte de que el resto de los novatos rojos y Erik llegarán a la Casa de la Noche sin ningún daño?”
“Si eso es lo que quieres que haga, entonces eso es lo que haré”, dijo ella.
“Bien. Terminen el desayuno y entonces nos vamos a casa”. Me puse de pie y miré a todas las monjas con una larga mirada. “Agradezco de que nos ayudaran más de lo que alguna vez podré agradecerles. Mientras yo viva, las Hermanas Benedictina tendrá a una Suma Sacerdotisa como amiga”. Entonces empecé a salir. Cuando pasé frente a Stark, vi su intención de levantarse, pero atraje su mirada y negué con la cabeza. “Voy a despedirme de mi Abuelita—yo sola”. Pude ver que le había lastimado, pero sólo me saludó respetuosamente y dijo, “Como Usted guste, mi señora”.
Ignorando el silencio seguí mi estela, me retiré del cuarto, a solas.

“Entonces, u-we-tsi-a-ge-ya, ¿Te enojaste con todo el mundo? Dijo la abuelita después de escucharme despotricar mientras caminaba de acá para allá por el lado de su cama.
“Bueno, no todo el mundo. Lastimé los sentimientos de algunas personas en lugar de haberlos disgustado”.
La abuelita me estudió por mucho tiempo. Cuando finalmente habló, sus palabras no fueron simples sino directamente al grano. “Al contrario, creo que has tenido una buena razón para actuar de esa manera”.
“Pues bien, estoy asustada y confundida. Ayer me sentí como una Suma Sacerdotisa. Hoy soy simplemente una niña otra vez. Tengo problemas con mi novio y mi mejor amiga me ocultó cosas”.
“Todo lo que quiere decir es que ni tú ni Stevie Rae son perfectas”, dijo mi Abuelita.
“¿Pero cómo sé que no me oculta nada mas? ¿Qué ocurre si soy una zorra superficial y Stevie Rae se ha vuelto malvada?
“Sólo el tiempo dirá si tu confianza en Stevie Rae se ha perdido. Y pienso que deberías dejar de ser así de dura contigo misma por ser atraída por más de un chico. Tú haces buenos juicios acerca de las relaciones en tu vida. De lo que has dicho, el comportamiento de Erik era controlador y grosero. Hay muchas mujeres jóvenes que lo habrían ignorado todo nada mas porque es él, cómo tú lo dices, ¡tan caliente!” La abuelita hizo una mala imitación de una adolescente.
“Aprenderás a controlar a Heath y Stark, muchas Sumas Sacerdotisas lo hacen. O no lo harás, y decidirás comprometerte con el hombre correcto para ti. Pero, cariño, eso es algo de lo que tienes en demasía, largos años para decidir”.
“Supongo que estás en lo correcto”, dije.
“Por supuesto que estoy en lo correcto. Soy vieja. Que quieres que te diga de lo que más te está molestando, los chicos o Stevie Rae. ¿Qué pasa, Zoeybird?
“Tuve un recuerdo de A-Ya”.
La respiración profunda de la abuelita era el único signo visible de su impacto interior. “¿Involucró este recuerdo a Kalona?”
“Sí”.
“¿Fue agradable o desagradable?”
“¡Ambos! Comenzó como aterrador, pero cuando me interiorizaba más y más a A-Ya, cambió. Ella lo amó. Y pude sentir eso”.
La abuelita asintió con la cabeza y habló lentamente. “Sí, u-lI'e-tsi-a-ge-ya, Eso tiene sentido. A-ya fue creada para amarle”.
“¡Me asusta y me hace sentir fuera de control!” Lloré.
“Sssh, hija”, ella me calmó. “Todas somos afectadas por nuestros pasados, pero está en nosotras no dejar que eso dictamine lo que haremos”.
“¿Incluso a un nivel mas profundo del alma?”
“Especialmente a ese nivel. Pregúntate, donde tus grandes regalos se originan.
“Bien, de Nyx,” dije.
“¿Y el regalo lo hizo en tu cuerpo o en tu alma?”
“Mi alma, por supuesto. Mi cuerpo es simplemente una concha para mi alma. Admiré la firmeza de mi voz. Pestañeé sorprendida. “Tengo que recordar que es mi alma ahora, y tratar a A-Ya como lo haría con cualquier memoria de mi pasado”.
La abuelita sonrió. “Ah, sé que encontraste tu centro nuevamente”.
“Cuando cometes errores, si están en esta vida u otra, aprendes de ellos-entonces se convierten en oportunidades”.
No si mis errores dejaran a Kalona quemar al mundo, pensé, y casi lo dije en voz alta, pero entonces la Abuelita cerró sus ojos. Ella se veía tan cansada, lastimada y vieja que hizo un nudo en mi estómago y me hizo sentir un poco indispuesta.
“Lo siento por haber descargado todo esto en ti, Abuelita,” dije.
Ella abrió sus ojos y palmeó mi mano. “Nunca los lamentes por abrirme tu mente, u-lI'e-tsi-a-ge-ya”
La besé ligeramente en su frente, cuidando de no lastimar ninguno de sus cortes y magulladuras. “Te amo, Abuelita”.
“Y yo a ti, u-lI'e-tsi-a-ge-ya. Ve con La Diosa, y las bendiciones de nuestros antepasados”.
Acababa de tocar la manija de la puerta cuando su voz timbró entre nosotras, sonando fuerte, segura y sabia como siempre.
“Mantente firme en la verdad, u-lI'e-tsi-a-ge-ya. No olvides nunca, la sabiduría de nuestra gente, hay un profundo poder en las palabras que hablan la verdad.
“Haré lo posible, Abuela”.“Y eso es todo lo te pediré, mi Zoeybird”.

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