martes, 17 de noviembre de 2009

CAPITULO 16 - Tempted (TENTADA)

Stevie Rae


Stevie Rae por lo general no tenía problemas para dormir. Bien, esto era un cliché terrible, pero durante el día ella dormía completamente como una muerta, justo como ella estaba. Pero no ese día. Ese día ella no había sido capaz de cerrar su mente - o, tal vez era más verídico decir que ella no había sido capaz de cerrar su culpable mente.
¿Qué iba a hacer con Rephaim?
Debiera de decírselo a Zoey-eso es lo que debería de hacer. Absolutamente no había duda sobre eso.
"Seguro, y luego Z estaría asustada como un gato de cola larga en un cuarto lleno de sillas mecedoras," ella refunfuñó a sí misma, y siguió caminando de un lado al otro, justo frente a la entrada al túnel del sótano de la bodega. Stevie Rae estaba sola, pero siguió lanzando miradas furtivas a su alrededor mientras sigilosamente entraba dentro.
¿Y qué si alguien bajaba aquí a buscarla? ¡Ella no estaba haciendo nada malo! Ella solo no podía dormir, eso era todo.
Al menos, ella deseo que fuera todo.
Stevie Rae se detuvo y miró fijamente hacia la tranquila oscuridad del túnel que ella había formado a través de la cruda tierra poco antes. ¿Qué diablos iba a hacer respecto a Rephaim?
Ella no podía decirle a Zoey sobre él. Zoey no entendería. Nadie lo haría. ¡Demonios, Stevie Rae ni siquiera se comprendía a si misma! Solo sabía que ya no podía dar la vuelta - no podía traicionar a todos los demás. Pero cuando no estaba alrededor de él, cuando Stevie Rae no podía oír su voz y ver el dolor humano en sus ojos, ella se sentía al borde del pánico y muy preocupada por ocultar al Cuervo Mocker, y eso solo demostraba que estaba perdiendo todo trozo de sensatez.
¡Él es tu enemigo! El pensamiento siguió dando vueltas alrededor en su mente, agitándose y moviéndose fuera de control como un pájaro herido.
"No, ahora él no es mi enemigo. Ahora él solo está herido." Stevie Rae le habló al túnel, a la tierra que se conecto con ella y la fortaleció.
Los ojos de Stevie Rae se ensancharon cuando un pensamiento la golpeó. ¡Era el hecho de que él estaba herido, lo que había causado este lío! Si él hubiera estado entero y la hubiera atacado, o a cualquiera de los demás, ella no habría vacilado en protegerse a sí misma o a los demás.
Así que, ¿si solo consiguiera llevarlo a algún sitio en donde pudiera curarse? ¡Sí! ¡Esa era la respuesta! No tendría que protegerlo. Solo no quería entregarlo para ser sacrificado. Si lo mantuviera seguro, en algún sitio donde él no fuera molestado, Rephaim podría reponerse y luego él podría escoger su propio futuro. ¡Ella lo tenía! Tal vez él decidiría unirse a los tipos buenos en contra de Kalona y Neferet. Tal vez él no lo haría. Sea como sea, eso no sería su problema.
¿Pero a dónde podría llevarle?
Y luego, mirando fijamente hacia el túnel, comprendió la respuesta perfecta. Esto significaría que tendría que admitir algunos de sus secretos, y al hacer eso, se preguntó si Zoey posiblemente pudiera entender por qué Stevie Rae le había ocultado cosas. Ella tenía que entenderlo. Ella también había ocultado cosas no tan agradables. Y de cualquier manera, Stevie Rae tenía la sospecha de que Zoey no estaría tan sorprendida por lo que ella tenía que decirle; probablemente ella ya había descubierto sus secretos.
Entonces ella le diría a Z sobre el asunto, lo cual, al menos, le aseguraría que cuando ella enviara a Rephaim, este no se convierta en el chisme central de los novatos, al menos no muy pronto. Él no estaría exactamente solo y totalmente a salvo, pero él estaría fuera de su cuidado y ya no sería su responsabilidad - o su obligación.
Sintiéndose emocionada y con un poco de vértigo porque había encontrado una solución a su enorme y terrible problema, Stevie Rae se centró y comprobó su reloj interno, que cada vez era más preciso. Tenía un poco más de una hora hasta la puesta del sol. Durante un día normal nunca podría realizar su plan, pero hoy ella podía sentir la debilidad del sol, que intentaba, sin éxito, brillar a través de la capa gruesa de nubes grises, cargadas de hielo, que parecían haberse colocado permanentemente sobre Tulsa. Estaba bastante segura de que no se quemaría si salía. Estaba también bastante segura de que no habría ninguna intervención de monjas curiosas alrededor ya que aun caía hielo y fuera de la Abadía todo estaba congelado y resbaladizo. Lo mismo seria para los novatos normales. Los novatos rojos eran el menor de sus problemas, al menos desde el amanecer hasta el anochecer. Todos ellos todavía estaban metidos en sus camas en el sótano. Desde luego todos iban a levantarse dentro de la siguiente hora y, si conocía a Z, y lo hacía, ellos estarían teniendo una gran asamblea sobre su siguiente movimiento, que quería decir que Zoey esperaría que ella estuviera presente.
Stevie Rae mordió sus uñas nerviosamente. Lo más importante era "¿Qué vamos a hacer ahora?" la reunión en la cual ella le daría el indicio a Zoey, y a todos los demás, de sus secretos.
Hombre, ella no esperaba con impaciencia aquella reunión. Añadiendo que no-esperaba-adelantar-esta parte, estaba también el hecho de que Afrodita había tenido otra visión. Stevie Rae no sabía lo que ella había visto, pero a través de su imprimación había sentido la confusión que había causado la visión a Afrodita, la confusión que había aumentado y luego había desaparecido, lo que probablemente quería decir que Afrodita estaba ahora profundamente dormida. Aquello era una cosa buena porque no quería que la cosa psíquica que compartían fuera consciente y pueda darle alguna pista sobre lo que Stevie Rae estaba haciendo. Ella sólo podía esperar que Afrodita no supiera ya demasiado.
"Así que es ahora o nunca. ¡Ya es la hora vaquera!," Stevie Rae susurró a sí misma. No dándose la oportunidad de echarse atrás, se fue rápida y silenciosamente hasta las escaleras del sótano y dentro del verdadero sótano de la abadía. Sin duda alguna, todos los novatos rojos todavía estaban dormidos y totalmente apagados. Los ronquidos bien definidos de Dallas estaban a la deriva por el cuarto oscuro, casi haciéndola sonreír.
Fue hacia su cama vacía y tiró de la cobija de esta. Entonces volvió sobre sus pasos hacia abajo del sótano y se movió con confianza sobrenatural en la oscuridad monótona de la boca del túnel. Sin vacilar se metió en el, amando el olor y el sentimiento de estar rodeada por la tierra. Si bien ella sabía que lo que estaba a punto de hacer podría convertirse en el error más grande de su vida, la tierra era todavía capaz de tocarla y tranquilizarla, calmando sus agotados nervios como el abrazo familiar de un padre.
Stevie Rae siguió el túnel en un trayecto corto hacia la primera curva apacible. Allí se detuvo y bajo la cobija. Tomó tres respiraciones profundas, centrándose en sí misma. Cuando habló, su voz era un poco más que un susurro, pero este acarreo tanto poder que casi pudo sentir el aire a su alrededor y ella literalmente tembló cuando sintió las olas de calor como si se tratara de algún día de verano.
"Tierra, tú eres mía, al igual que yo soy tuya. Te llamo a mí." el túnel alrededor de Stevie Rae estuvo al instante lleno de los olores de un campo de heno, y el sonido del susurro del viento a través de los árboles. Podía sentir la hierba que no estaba allí bajo sus pies. Y no era todo lo que Stevie Rae podía sentir. Sintió la tierra a su alrededor, y esto era la sensación de su elemento - un reconocimiento de la tierra entusiasmada, sensible como una entidad, a la que Stevie Rae le dio un toque.
Ella levantó sus brazos y señaló con sus dedos en lo bajo, al sucio techo del túnel. "Necesito que abras esto para mí. Por favor." el techo tembló y la tierra se derramo, al principio lentamente, y luego, con un sonido como el suspiro de una anciana, la tierra se abrió encima de Stevie Rae.
Instintivamente tuvo que saltar fuera de las sombras protectoras del túnel, pero había tenido razón con respecto al sol; no se le veía por ningún sitio. ¿Llovía? No, decidió cuando miró detenidamente hacia el deprimente cielo y unas gotas encontraron su cara, no llovía; esto era aguanieve, y bastante fuerte además, la cual era la mejor para lo que tenía que hacer.
Stevie Rae envolvió la cobija alrededor de sus hombros y comenzó a subir por el lado que se había derrumbado, en el túnel, hacia el mundo de arriba. Salió no muy lejos de la Gruta de María, entre ella y los árboles que se alineaban en el borde occidental de las tierras de la abadía. Era bastante oscuro que parecía que el sol ya se había puesto, pero aún así Stevie Rae parpadeo incómodamente, no le gustaba como la luz del día la hacía sentir vulnerable, incluso si aquella luz tan bien filtrada era prácticamente inexistente.
Se quitó la incomodidad y siguió su camino rápidamente, viendo el cobertizo donde había dejado a Rephaim un poco más lejos a su izquierda. Poniendo su cabeza contra las bolas congeladas y picantes de lluvia, troto hacia el cobertizo. Justo como la noche anterior, mientras tocaba el pestillo no podía dejar de pensar Por favor déjalo estar muerto... esto sería más fácil si él estuviera muerto...
El cobertizo estaba más caliente de lo que había imaginado, y olía extraño. Junto con los aromas de la cortadora de césped y otros equipos para el patio engrasados y el equipo de cámaras de gas, así como varios pesticidas y fertilizantes almacenados en los estantes del cobertizo, había algo más. Algo qué le ponía la piel de gallina. Apenas abriéndose paso alrededor de los obstáculos y de instrumentos para el césped, se movió lentamente hacia el fondo del cobertizo, cuando Stevie Rae comprendió lo que el olor le recordaba, aquella comprensión hizo que sus pasos vacilaran y luego se detuvieran completamente.
El cobertizo, perfumado por Rephaim y su sangre, olía como la oscuridad que la había rodeado después de que ella había no-muerto y su humanidad había sido casi totalmente destruida. Esto le recordó aquel tiempo negro y aquellos días y noches que habían estado llenos de nada más que la cólera y necesidad, violencia y miedo.
Ella sofocó un pequeño jadeo cuando comprendió el resto de la conexión de los olores. Los novatos rojos, aquellos otros novatos rojos – los que estaba tan poco dispuesta de revelar a Zoey-tenían este mismo olor sobre ellos. Este no era un encuentro perfecto, y dudo sobre si una nariz menos aguda que la suya, podría establecer una conexión, pero ella podía. Ella lo hizo. Y la conexión hizo que su sangre fría reconociera un presentimiento.

"De nuevo vienes a mí, sola," dijo Rephaim.

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