martes, 24 de noviembre de 2009

CAPITULO 23 - Tempted (TENTADA)

ZOEY

La enfermería de la escuela no era muy grande. En realidad, solo eran tres pequeñas habitaciones en uno de los pisos del edificio de los profesores. Así que no fue una gran sorpresa encontrar a un montón de chicos heridos en las salas. No me conmociono mucho el ver las tres camillas extra en el pasillo, cada una con un novato herido. Los chicos heridos parpadearon con sorpresa cuando nos vieron, a mí y a mi grupo, detenidos en la puerta.
"¿Zoey?" Trate de mantener mi mirada hacia arriba para no mirar sus heridas ni oler la sangre que parecía flotar en el aire a nuestro alrededor, y observe como dos vampiresas corrian hacia mí. Las reconocí como las asistentes de Neferet, algo así como el equivalente a unas enfermeras, y tuve que pensar bastante hasta que recordé que la rubia alta se hacía llamar Sapphire, y la baja y asiática era Margareta. "¿También estas herida?" Sapphire me preguntó, examinándome con la mirada rápidamente.
"No, estoy bien. Todos estamos bien." le aseguré. "En realidad, estamos aquí para ayudar."
"Sin un curandero hemos hecho todo lo que se puede hacer por ellos." Margareta dijo sin rodeos. "Ninguno de los novatos esta en peligro inmediato de muerte, aunque nunca se sabe cómo afectará una lesión al cambio, así que siempre es posible que varios de ellos…"
"Está bien. Sí, lo conseguiremos." Le interrumpí antes de que ella pudiera decir `mueran´ en voz alta delante de los chicos, y era evidente que muy bien podían hacerlo. Jeesh, mala manera de hablar frente a los pacientes.
"No estamos aquí por nuestros conocimientos médicos." Damien le explicó. "Estamos aquí porque podemos formar un circulo poderoso y en su interior podríamos ser capaces de calmar a aquellos que han sido heridos".
“Ninguno de los novatos ilesos están aquí." dijo el Sapphire, como si eso fuera una razón para que nosotros tampoco estuviéramos aquí.
"Ninguno de los otros novatos tiene afinidades con los elementos." dije.
"Realmente, hemos hecho todo lo que se puede hacer." Margareta repitió con frialdad. "Sin una Alta Sacerdotisa…"
Esta vez fue Stark quien la cortó. "Tenemos una Alta Sacerdotisa, así que es hora de que des un paso al lado y le dejes pasar para que ella haga un circulo, y ayude a estos chicos."
"Sí, retrocede." Afrodita dijo literalmente en la cara de la vampiresa.
Las dos vampiresas retrocedieron, aunque pude sentir sus frías miradas de desaprobación.
"¿Cual diablos es su problema?" Afrodita me preguntó en voz baja mientras caminábamos por el pasillo.
"No tengo ni idea." Le dije. "Realmente no siquiera las conozco."
"Yo si." Damien dijo en voz baja. "Me ofrecí como vountario de enfermería en mi tercer año. Siempre han sido hoscas. Pensé que era porque tenían que lidiar con la muerte de los novatos"
"¿´Hoscas´?" Shaunee dijo.
"Tradúceselo, ¿quieres Stevie Rae?" Erin dijo.
"Hosco significa algo así entre severo y un poco triste. Ya sabes. Y realmente deberías leer más".
"Iba a decir eso mismo."Dijo Stark.
Damien suspiró.
Por increíble que pareciera. Tuve que contener una sonrisa. Las circunstancias eran malas, pero mis amigos con su estado de normalidad hacían que todo pareciera un poco mejor.
"Grupo de nerds, enfocaos. Estáis aquí para ayudar a los novatos. Hosca Uno y Hosca Dos no son importantes." Dijo Afrodita.
"Una referencia al Dr. Seuss, me gusta." Dijo Stark, dándome una caliente sonrisa de yo-si-leo-libros.
Afrodita frunció el ceño. "Dije 'enfocaos' no que coquetearas."
"¿Stevie Rae?" Un chico llamo desde una camilla en medio del pasillo, interrumpiéndonos.
"¿Drew?" Stevie Rae dijo, y luego se apresuró a su lado. "Drew. ¿Estás bien? ¿Qué pasó? ¿Te rompiste el brazo?"
El brazo del chico estaba en un cabestrillo. Uno de sus ojos estaba amoratado e hinchado, y su labio partido, pero se las arreglo para sonreírle a Stevie Rae. "Estoy realmente contenta de que no estés muerta más."
Ella sonrió. "Oye, yo también. Y te puedo decirte que no te recomiendo todo eso de morir y luego renacer, por lo que tendrás que descansar y ponerte bien." Luego se puso seria cuando sus ojos vieron sus heridas y añadió rápidamente. "Pero te vas a poner bien, tranquilo. No te preocupes por eso."
"No es tan grave. No rompí el brazo. Simplemente se dislocó cuando estaba luchando con un Cuervo Mocker."
"Trató de salvar a Anastasia." Mi mirada siguió la voz de la niña hasta una habitación de la enfermería, que estaba junto a Drew. La puerta estaba abierta y pude verla medio inclinada en una de esas bandejas de aluminio que se ponen en las camas de hospital. Tenia el antebrazo envuelto en una gruesa venda. También tenía un desagradable corte en lateral de su cuello que descendía desapareciendo en su bata de hospital. "Casi lo hizo. Drew casi la salvo."
"Casi no fue suficientemente." dijo Drew con dureza.
"Casi es mejor que lo que muchos chicos hicieron." dijo la chica. "Por lo menos lo intentaste."
"¿Qué diablos pasó, Denio?" Afrodita le preguntó, pasando junto a mí y entrando en la habitación de la chica. De repente me di cuenta de quien era la chica. Ella y sus dos compañeras, Enio y Pemphredo (llamadas así por las tres hermanas de la Gorgona y Escila), habían pertenecido al círculo íntimo de Afrodita antes de que yo viniera a la Casa de la noche, y, como Afrodita había dicho, su vida sufrió una implosión. Me preparé psicologicamente para que Denio hiciera algún comentario horrible a Afrodita, ya que ninguno de sus "amigos" se había quedado con ella una vez que Neferet la había desterrado y que hubiera sido sustituida como líder de las Hijas Oscuras. Afortunadamente, la respuesta de la chica no fue odiosa en absoluto, aunque parecía frustrada y algo más que un poco enfadada.
"No pasó nada. Bueno, a menos que consideres algo como resistirse a esa maldita cosa pájaro. Luego la atacó. Nosotros…" hizo un gesto con el brazo bueno señalando a la enfermería"… nos enfrentamos a ellos. Lo mismo hicieron Dragón y Anastasia. "
"Ellos atacaron a la profesora Anastasia, Dragon estaba luchando con un montón de ellos en el camino. No estaba lo suficientemente cerca como para ayudarla. Ni siquiera vio lo que ocurría.'' Dijo Drew." Agarré a uno de ellos y tiró de él para alejarlo de ella, pero otro se colocó detrás de mí."
"Agarré a uno." dijo Denio. Señaló a través de la sala. "Ian trato de ayudarme cuando la cosa se volvió contra mí. El Cuervo Mocker le rompió la pierna como si fuera una ramita."
"¿Ian Bowser?" Le pregunté asomando la cabeza por la puerta abierta de la habitación que Denio había señalado.
"Sí. Soy yo "dijo el chico flaco, pero un bastante lindo que tenía la pierna y el muslo cubierto de escayola. Parecía demasiado pálido al contraste con las sabanas blancas.
"Eso parece doler." Dije. Le conocía de la clase de drama. Ya había tenido un shock cuando nuestro profesor, el profesor Nolan, había sido asesinado un mes atrás.
"Me he sentido mejor." Dijo, tratando de sonreír.
"Sí. Todos nos hemos sentido mejor." dijo una niña en una de las camillas de más abajo del pasillo.
"¡Hanna Honeyyeager! No te había visto" dijo Damien, acercándose al lado de la muchacha. Podía entender como no se había dado cuenta hasta que ella no dijo algo. Estaba cubierta por un edredón blanco, desapareciendo engullida por el, ya que era la chica con la piel mas pálida que nunca había visto. Ya sabes, era una de esas rubias con la piel como porcelana, que jamás se ponían morenas y siempre parecía ruborizada, bien por timidez o por sorpresa. La conocía por Damien. Tanbien sabia de ella por las flores, al parecer era un genio con todo lo que pudiera florecer. Me acorde incluso, de que todo el mundo la llamaba siempre por su nombre y su apellido, como a Shannoncompton, sólo que no unían los dos.

"¿Qué te pasó, cariño?" Damien se agachó a su lado y le tomó la mano. Su cabeza rubia estaba envuelto en un vendaje de gasa que tenía una mancha de sangre, cerca de la frente.
"Cuando atacaron a la profesora Anastasia, le grité a los Cuervos Mocker. Mucho."
"En serio que tiene una voz muy aguda." dijo un chico desde la ultima habitación de la enfermería, al que ni siquiera podía ver.
"Bueno, al parecer a los Cuervo Mockers no les gustan las voces estridentes." dijo Hanna Honeyyeager. "Uno de ellos me noqueó."
"Espera.". Erin se marcho por el pasillo hacia la habitación del chico que no podía ver "¿Eres tú J. T?"
"¡Erin!"
"¡Oh. Mi. Diosa!" Erin gritó y corrió a su habitación.
Justo detrás de ella. Shaunee gritó. "¿Cole? ¿Qué hay de Cole?"
"No se enfrento a ellos." TJ respondió con voz tensa. Shaunee se detuvo en la puerta abierta de la habitación como si hubiera sido golpeada en la cara.
"¿No se enfrento? Pero..." La voz Shaunee voz se desvaneció, como si estuviera muy confundida.
"¡Oh, mierda chico! ¡Mira tus manos!" La exclamación de Erin fue a la deriva en la habitación de TJ.
"¿Las manos?" Repetí.
"TJ. es boxeador. Incluso se clasifico en los últimos Juegos de Verano, contra vampiros." Drew explicó. "Trató de dejar K.O. a Rephaim. Por no fue como el lo calculo y el chico pájaro le rompió las manos."
"Oh. Diosa, no." Oí decir a Stevie Rae en voz baja, sus palabras estaban llenas de horror.
Estaba observando a Shaunee mientras estaba fuera de la habitación de TJ. Al parecer sin saber donde meterse, lo que me dio mala espina. Cole y TJ había sido los mejores amigos, y que había estado saliendo con las Twin. TJ estaba viendo a Erin, y Cole estaba viendo a Shaunee. Las dos parejas habían quedado juntas un montón de veces. Todo lo que podía pensar era. "¿Cómo puede pelear uno contra los Cuervos Mocker y el otro no?"
"Eso es exactamente lo que me gustaría que me explicaran." No me había dado cuenta de que había hablado en voz alta hasta que Darius lo comentó.
La última chica en la sala le respondió. "Simplemente sucedió. Los establos se incendiaron, luego Neferet y Kalona se asustaron. Los Cuervo Mockers, se volvieron locos. Si te mantenías fuera de su camino no se metían contigo. Que era lo que estábamos haciendo hasta que uno de ellos atrapado a la profesora Anastasia. Entonces algunos tratamos de ayudarla, pero la mayoría de los novatos simplemente se escondieron en sus dormitorios. "
Miré a la chica. Tenía un hermoso pelo rojo y unos magníficos ojos azules brillantes. Sus bíceps estaban totalmente envueltos con una venda, y un lado de su cara estaba toda hinchada y magullada. Podía jurar que nunca la había visto antes en mi vida.
"¿Quién demonios eres?" Le pregunté.
"Red" sonrió tímidamente y se encogió de hombros. "Sí. Mi nombre es evidente, pero así soy yo. No me conocéis porque acabo de ser Marcada. Justo antes de la tormenta de hielo. La profesora Anastasia fue mi mentora." Tragó saliva y parpadeó por las lágrimas.
"Lo siento mucho." le dije, pensando en lo terrible que debía haber sido para lo de ser Marcada, que le arrancaran de su familia y de todo lo que había conocido, y para caer en medio de este lío.
"También traté de ayudarla." dijo Red. Una lágrima se le escapó y se deslizó por su rostro. La retiro como si fuera basura, pero el brusco movimiento le causo dolor en el brazo. "Pero aquel enorme Cuervo Mocker redujo mis brazos y me lanzó contra un árbol. No pude hacer otra cosa que mirar cuando…" Su voz se rompió en un sollozo.
"¿Alguno de los profesores peleo con vosotros?" Darius preguntó, su voz sonaba dura, aunque era evidente que su ira no estaba dirigida a Red.
"Los profesores sabían que los Cuervos Mocker simplemente estaban sobreexcitados porque Neferet y su esposo estaban muy molestos. Sabíamos que era mejor alejarnos que agitarlos aun más." Sapphire, dijo con voz cortada desde donde estaba todavía con Margareta en la entrada del pasillo a la enfermería.
Sin poder creerlo, me volví hacia ella. “¿Simplemente estaban sobreexcitados? ¿Estás bromeando? ¿Esas criaturas estaban atacando a los novatos de la Casa de la Noche y ninguno de vosotros hizo nada al respecto porque no quería agitarlos más? "
"Imperdonable." Darius casi escupió la palabra.
"¿Y qué hay de Dragón y de la profesora Anastasia? Obviamente no hicieron el más mínimo caso a vuestra teoría de no agitarlos. “dijo Stark.
"¿No deberías saber más que nadie sobre lo que ocurrió esa noche, James Stark? Recuerdo que estabas muy cerca de Neferet y Kalona. Incluso recuerdo haberte visto salir de la escuela con ellos." Dijo Margareta suavemente.
Stark dio un paso hacia ella, sus ojos rojos empezaron a brillar peligrosamente. Le sujete por la muñeca. "¡NO! Enfrentándonos contra ellas no es la forma en la que ganaremos." Le dije antes de girar en redondo para enfrentar a las dos vampiresas. "Stark fue con Neferet y Kalona porque sabía que me atacarían a mi y a Afrodita y a Damien y a Shaunee y a Erin y a una abadía llena de monjas." Incluso me acerque un paso más hacia Sapphire y a Margareta. Podía sentir la fuerza del espíritu, al que recientemente había invocado para calmar a Dragon, girando peligrosamente a mí alrededor. Las vampiresas también lo sintieron, porque ambas se alejaron varios pasos tropezando de mí. Me detuve y conseguí controlarme, incluso bajando mi voz y mi presión arterial. "Se quedó con nosotros enfrentándose a ellos. Neferet y Kalona no son quienes crees que eran. Son un peligro para todos. Pero ahora mismo no tengo tiempo para tratar de convencerles de algo que debería haber sido obvio para todos cuando el tipo con alas surgió explotando del suelo en mitad de una lluvia de sangre. Correctamente, ahora estoy aquí para ayudar a estos chicos y parecéis tener un problema con eso. Creo que lo mejor seria que os escondierais en vuestras habitaciones como hizo el resto de la Casa de la Noche. "
Observe como las dos vampiresas conmocionadas y ofendidas se dieron la vuelta en el pasillo de entrada y corrían hasta las escaleras que conducían a las habitaciones de los profesores. Suspire. Le había dicho a Stark que no podíamos ganar enfrentándonos contra los nuestros, pero luego las había amenazado. Sin embargo cuando me volví hacia el grupo que estaba en la enfermería, me recibieron con sonrisas, vítores y aplausos.
"He querido decirles a esas vacas que se fueran desde que llegamos aquí." llamo Denio desde su habitación mientras me dirigía una sonrisa radiante a mí.
"Y ellos la llaman a ella Terrible." Afrodita dijo, obviamente refiriéndose al hecho de que Denio, en griego, significaba terrible.
"Estoy bien de solo sentir lo que la gente siente. No puedo golpearlos con uno de los cinco elementos. “dijo Denio. Se frotó el brazo herido ausentemente, luego volvió su atención hacia Afrodita. "Hey. No debería haber sido tan perra contigo los últimos dos meses. Lo siento."
Yo esperaba que Afrodita se hinchara y le dijera todo lo que tenia que decirle. Denio, al igual que todas las supuestas amigas de Afrodita, habían sido horribles con ella.
"Sí, bueno, todos nos volvimos un poco desquiciados de vez en cuando. Olvídalo," Afrodita dijo totalmente sorprendiéndome.
"Suenas como si hubieras madurado."Le dije a ella.
"¿No tienes un círculo que convocar?" me dijo.
Sonreí, porque te juro que sus mejillas estaban sonrosadas. "Realmente lo tengo." Mire hacia Stevie Rae, Damien y Shaunee, y entonce llame, "Erin, ¿puedes dejar de jugar a las enfermeras el tiempo suficiente como para entrar a este circulo?"
Ella salió de habitación de TJ como uno de esos viejos autómatas. "Sí, fácilmente."
Me di cuenta de que ella y Shaunee no se miraban, pero de ninguna forma tenia ni el tiempo ni la energía como para lidiar con dos problemas a la vez en este momento.
"Está bien, ¿de todas formas donde esta el norte, chica de la tierra?" Le pregunté a Stevie Rae.
Se movió para colocarse de pies en frente del pasillo de la entrada. "Definitivamente el norte es aquí."
"Muy bien. El resto ya saben qué hacer." les dije.
Como profesionales, se trasladaron cada uno a su lugar: Damien se coloco en la posición del aire al oeste, Shaunee al sur para el fuego, Erin al oeste con el agua, y Stevie Rae firmemente posicionada en el norte para la tierra. Cuando estuvieron listos tomé mi lugar en el centro del círculo. Empezando con Damien en el este, fui llamando a cada elemento al círculo, moviéndome en el sentido de las agujas del reloj, hasta que por ultimo llame al espíritu
Había cerrado los ojos durante la invocación, hasta que el círculo estuvo completado. Los abrí para ver como un hilo de plata brillante nos unía a nosotros cinco. Eche mi cabeza hacia atrás, levantando los brazos y gritando por la alegría de ser tocada por todos los elementos "¡Es bueno estar en casa!"
Mis amigos se rieron, felices y completos, sintiéndose realzados por sus elementos, y aunque solo fuera un momento, fueron capaces de olvidar el caos y las dificultades que nos rodeaban.
Pero no el dolor. No me olvide de la razón por la que había invocado el círculo, a pesar de que era fácil quedar atrapada dentro de las emociones de los elementos.
Me centre y me calmé. Con una voz fuerte y confiada, empecé a hablar. "Aire, Fuego, agua, tierra y espíritu… os he llamado a este circulo por una razón concreta. Nuestros amigos novatos de la Casa de la Noche han sido heridos. No soy una curandera. Y ni siquiera estoy aquí técnicamente como Sacerdotisa." Hice una pausa y mire a través del círculo, buscando la mirada de Stark. Me guiñó el ojo. Sonreí y continúe. "Pero mi propósito es claro. Me gustaría que por favor contacten con esos chicos heridos. No puedo curarlos, pero puedo pedirles que les calmen y les den fuerzas para que puedan curarse. Realmente, creo que es eso mismo lo que nosotros queremos… una posibilidad de resolver las cosas nosotros mismo. ¡En nombre de Nyx y por el poder de los elementos ayuda a estos novatos!" Me concentre con mi mente, mi cuerpo y mi alma. Arroje mis brazos, imaginándome que lo que estaba arrojando eran los elementos a través de mi y entraban en los chicos heridos.
Escuche las exclamaciones de sorpresa y placer, incluso algunos suspiros de dolor cuando los cinco elementos se arremolinaban en la enfermería, llenando a los novatos. Me quede allí para ser un conducto viviente para los elementos hasta que mis brazos me dolieron y el sudor corrió por mi cuerpo.
"¡Zoey!” Me dijo. "¡Basta ya! Ya les has ayudado. Cierra el círculo."
Escuche a Stark, y me di cuenta que había estado hablándome por bastante tiempo, pero había estado tan concentrada y tan aislada, que literalmente había tenido que gritarme para sacarme de mi.
Cansada, deje caer mis manos y les susurre mi sincero agradecimiento y una despedida a los cinco elementos, y entones fue cuando de alguna manera mis piernas se doblaron y caí al suelo de culo.

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