miércoles, 26 de mayo de 2010

Capítulo 28 - BURNED (Quemada)


Kalona
Traducido por Liberi

Kalona no sabía cuánto tiempo había estado en el reino de Nyx.
Al principio había sido una sacudida ser arrancado de su cuerpo por el uso de la Oscuridad de Neferet. Física y espiritualmente, había sido consciente de todo excepto del temor y del miedo de haber vuelto a su reino.
No había olvidado la belleza del lugar-la maravilla pura del otro mundo y la magia que tenía para él. Sobre todo para él.
Había sido diferente cuando él pertenecía allí.
Había sido una fuerza de la Luz, la protección de Nyx contra cualquier cosa que pudiera conjurar la oscuridad para tratar de inclinar la balanza del mundo hacia el mal y el dolor y el egoísmo y la desesperación sobre la cual este prospera.
Durante siglos incontables, Kalona protegió a la diosa contra todo excepto de sí mismo.
Irónicamente el amor había sido lo que la oscuridad había utilizado para derribarlo.
Aún más irónico, después de que había caído, la luz también había utilizado el amor con él para atraparlo.
Se preguntó brevemente si el amor podía ser algo peor para él de lo que ya era. ¿Era incluso capaz de hacer más?
No amaba a Neferet. La había usado para librarse de la prisión de tierra y, luego, a su vez, ella lo había utilizado para sus propios medios.
¿Acaso el amaba a Zoey?
Él no quería ser la causa de su destrucción, pero la culpa no era del amor. Lamentablemente no era el quererla, tampoco. Ellos también no eran emociones bastante fuertes para hacerlo querer sacrificar la libertad de su cuerpo para salvarla.
Moviéndose por el reino de la Diosa, el inmortal caído había cuestionado todo acerca del amor y sus trampas dolorosas en su mente y se centro en la tarea a realizar.
El primer paso era encontrar a Zoey.
El segundo era estar seguro de que ella no podía volver al mundo terrenal, para que asi, el finalmente reclame su cuerpo y cumplir con el juramento que le había jurado a Neferet.
Encontrar a Zoey no había sido difícil. Sólo tuvo que concentrar su voluntad en ella, y su espíritu había liberado la corriente de Oscuridad directamente hacia ella - a los pedazos fragmentados de su alma.
El chico humano que él había matado estaba allí con ella, o más bien él estaba con la parte de ella que era más puramente como Zoey cuando estaba viva.
Era extraño verlo consolándola – tranquilizándola - y luego, de algún modo, instintivamente, dirigiéndola al bosque sagrado de la Diosa. Un lugar tan puramente hecho de la esencia de Nyx que, tan largo como el equilibrio de la Luz y la Oscuridad se habia mantenido estable en el mundo, ningún mal nunca podía entrar en el.
Kalona recordó bien al bosque. Estaba dentro de donde se había dado cuenta por primera vez de su amor por Nyx. En aquel tiempo terrible antes de que él decidiera caer, este era el único lugar en el que podía encontrar aún una pequeña medida de paz.
Había intentado entrar otra vez. Para seguir a Zoey y Heath y terminar con las maquinaciones de esta carga que Neferet había puesto sobre él, pero Kalona había sido incapaz de violar la barrera del bosque sagrado. El intentarlo lo había dejado débil y sin aliento, recordándole demasiado bien el modo en que él se sentía siempre que era atrapado por la tierra.
Esta vez era la paz y la magia de la tierra de la Diosa lo que lo había rechazado, y no lo había encarcelado.
Él había sido, por mucho tiempo parte de la Oscuridad, el bosque de Nyx no lo aceptaba.
Kalona medio esperaba que Nyx apareciera ante él en cualquier momento - acusándolo de ser un intruso, que tan obviamente era - y, otra vez, echándolo de su reino.
Pero la Diosa no apareció. Parecía que Neferet estaba en lo correcto. Si hubiera estado con su cuerpo y su alma, los cuales Nyx había desterrado, él mismo Erebus lo habría encontrado para cumplir la orden de su Diosa y, con todos los poderes de un consorte divino, su espíritu hubiera sido echado del Otro mundo.
Así, a Kalona se le permitió esta libertad, esta diosa-le dio- la maldita opción de regresar y vislumbrar lo que él el más deseaba, pero nunca podría tener.
La ira, familiar y segura, hervía dentro del inmortal.
Él acechó a Zoey y al chico. Kalona no tardo mucho en darse cuenta que simplemente obligándolos a permanecer dentro del bosque, finalmente llevaría a cabo su tarea.
Zoey se desvanecía. Se estaba convirtiendo en una incansable Caoinic Shi, y como tal, ella nunca volvería a su cuerpo.
El pensamiento de que Zoey se convertía en un ser no vivo y no muerto, para ser siempre incapaz de descansar, le dio a Kalona un sentimiento curiosamente doloroso.
¡Sintiendo otra vez!
¿Alguna vez sería librado él de eso? Sí. Debia de haber una forma. Quizás Neferet había tenido razón. Quizás sería fácil deshacerse Zoey. Entonces estaría libre de la culpa y el deseo y la pérdida que ella evocaba en él.
Incluso aunque el pensamiento vino a él, Kalona sabía que no estaría libre de ella si él la dejaba aquí para convertirse en un fantasma, una mera sombra de ella. El conocimiento de esto lo atormentaría por la eternidad.
Kalona reconsiderandolo, fuera del bosque, vio a Heath al lado de Zoey, intentando consolarla cuando la comodidad era imposible.
Él la amaba, y ella a él.
Esto sorprendió tanto a Kalona que no sintió nada de ira o celos al pensarlo. Esto era simple. Si el mundo no se hubiera puesto al revés para Zoey, ella podría haber pasado una vida inocente, mundana, feliz con ese chico humano.
Y con una claridad repentina, Kalona entendió como podría librarse de Zoey y realizar el juramento de Neferet.
Ella estaría contenta aquí con el chico, y su alegría seria bastante para calmar la culpa que él sentia al ser el causante de que su alma se destrozara, y por la muerte del chico. Ella estaría aquí, en el bosque de Nyx, con su amor de infancia, y Kalona volvería al reino terrenal sin el enredo que ella significaba para él. Eso seria bueno, si ella se quedará, Kalona racionalizó. Ella nunca tendría preocupaciones terrenales y dolor otra vez. Parecía una solución satisfactoria.
Kalona saco de su mente la idea de cómo sería ser, estar privado de la única persona quien, en dos momentos de su vida, le habían recordado a su Diosa y realmente lo habían hecho sentir.
En cambio, él se concentró en el chico. Heath era la clave. Fue su muerte la que había hecho que el alma de ella se rompiera, y era la culpa sobre su muerte la que le impedía a estar completa otra vez. ¡Humano tonto! ¿No sabía que solo él podía aliviar su culpa y permitir la curación de su alma?
No, desde luego que él no lo sabía. Era sólo un chico, y uno no muy perspicaz. Tendría que ser conducido para realizarlo.
Pero el chico estaba en el bosque, y Kalona no podía entrar ahí. Entonces Kalona permaneció inmóvil y observó, y cuando la ira del chico se desbordó junto con su sangre, él usó aquella astilla de emoción para susurrarle, dirigirle, enviarle sobre su camino.
Casi contento, Kalona se retiró al borde del bosque para esperar. El chico ayudaría a Zoey a reparar su alma - ella no lo abandonaría - no si él era el vehículo por el cual estuviera completa otra vez. Así que era solo cuestión de tiempo, y una muy pequeña cantidad de tiempo en esto, antes de que su cuerpo terrenal falleciera sin su espíritu.
Entonces él, Kalona, podría volver a su propio cuerpo, y su juramento a Neferet sería realizado. Entonces, pensó sombríamente, me asegurare de que la Tsi Sgili nunca obtenga control sobre mí.
Satisfecho con sus racionalizaciones internas y el engaño, el inmortal no vio entrar a Stark en el bosque, y no fue testigo de cómo el mundo de Zoey se ponía al revés otra vez.
Stark
S
tark vio a Heath dar un paso hacia la cortina de un reino al otro. Durante un momento, él no podía moverse por sí mismo, ni siquiera para ir con Zoey.
Había tenido razón. Heath era más valiente de lo que él era. Stark inclino su cabeza, y susurro, "Nyx, cuide de Heath, y permita que de alguna manera se encuentre con Zoey de nuevo, en esta vida." Los labios de Stark se apretaron, y él añadió, "Incluso si esto me cause mucho dolor en el trasero, despues."
Entonces Stark levantado su barbilla, limpió sus ojos, y salió de atrás de la roca, yendo rápida y silenciosamente hacia Zoey.
Ella lucia muy mal, aterrada. Su pelo enmarañado se levanto en una brisa extraña que parecía susurrar alrededor de ella mientras caminaba, como si se moviera al mismo tiempo que un viento fantasmal. Justo antes de que viera a Stark, ella levantó su mano para cepillar un poco de pelo de su cara, y él vio que su mano e incluso su brazo se veía transparente.
"Zoey, hey, soy yo." El sonido de su voz actuó sobre ella como un choque eléctrico. Su cuerpo se sacudió, y Zoey volteo para afrontarlo. "¡Heath!"
"No. Es Stark. Yo-yo lamento lo de Heath," Balbuceo, sintiéndose estúpido, pero no sabiendo que más decir.
"Él se ha ido." Ella miró inexpresivamente al lugar en el que Heath había estado de pie antes de que desapareciera, y luego dio pasos alrededor del círculo otra vez, y su mirada de angustia se movió hacia la cara de Stark.
Él supo cuando ella lo reconoció porque se tambaleó deteniéndose, abrigándose con sus brazos alrededor de ella como si se estuviera protegiendo de un golpe.
"¡Stark!" Ella sacudió su cabeza de un lado al otro, una y otra vez. "¡No, tu no, también!"
Él sabía lo que ella debía de estar pensando y al instante se le acerco, tirando su cuerpo rígido, frío en sus brazos y sosteniéndola. "No estoy muerto." Él dijo las palabras despacio y con cuidado, examinando su rostro. "¿Entiendes, Zoey? Estoy aquí, pero mi cuerpo está bien. Está en el mundo real con el tuyo. Ninguno de los dos estamos muertos."
Durante un momento ella casi sonrió. Ella lo hizo, brevemente, dio un pasó totalmente en su abrazo y le permitió sostenerla.
"Te he echado tanto de menos," murmuró él.
Ella se aparto de él, estudiando su rostro con cuidado. "Tú eres mi Guerrero."
"Sí. Soy tú Guerrero. Siempre seré tú Guerrero."
Con un pequeño suspiro, ella comenzó a caminar en círculos otra vez. "Siempre es hecho ahora."
Él mantuvo su ritmo, no muy seguro de alcanzar a esa versión extraña, parecida a un fantasma de su Zoey. Recordó que Heath había hablado con ella bastante como normalmente lo hacía, entonces ignoro sus palabras confusas y también el hecho de que no podía dejar de moverse, él tomó su mano, actuando como si estuvieran caminando por el bosque juntos. "Este es un lugar bastante lindo."
"Se supone que debe ser pacífico."
"Pienso que lo es."
"No. No para mí. Nada volverá a ser pacífico para mí otra vez. He perdido aquella parte de mí."
El presiono su mano. "Es por eso que estoy aquí. Voy a protegerte de modo que puedas reunir los pedazos de tú alma, y luego nos iremos a casa."
Ella ni siquiera lo miro. "No puedo. Vuelve sin mí. Tengo que quedarme aquí y esperar a Heath."
"Zoey, Heath no volverá aquí. Él continuó a otra vida. Él va a renacer. De vuelta en el mundo real, donde renacerá."
"No puede estar allí. Está muerto."
"Bien, no soy tan bueno comprendiendo esta cosa del Otro mundo por mí mismo, pero lo que puedo entender, es que Heath se fue de aquí para que pueda volver a nacer y vivir otra vida. De esta forma es como él te verá otra vez, Z."
Zoey se detuvo, lo miró fijamente, sacudió su cabeza, y luego volvió a su ritmo sin fin.
Stark apretó sus labios juntos, con fuerza para impedirle que aquellas palabras que le desgarraban por dentr salieran de su boca - ella se había reunido con Heath debido a lo mucho que lo amaba, pero no a él. Ella no lo amaba lo suficiente.
Stark se sacudió mentalmente. No se trataba solo del amor. Él lo había sabido cuando Seoras lo enfrento por primera vez, preguntándole si arriesgaría su vida por Zoey, incluso si la perdía. "Me quedo con ella, " Stark le había dicho. "Siempre, como su Guerrero por supuesto, pero quizás no como su amor."
Quizás no como su amor.
Stark miro a Zoey y realmente la vio. Ella estaba completamente rota. Sus tatuajes se habían ido. Su espíritu estaba despedazado. Ella se estaba perdiendo. Sin embargo todavía veía la bondad y la fuerza dentro de ella, y Stark fue atraído hacia ella. No era la que había sido antes - no era lo que ella podía ser – pero incluso destrozada, ella era su As, su bann ri shi, su reina.
... Sabes que no hay vuelta atrás, ya que esto es la ley y mucho mas la que un Guardián puro, sin rencor, sin maldad, prejuicio, o venganza, sólo tú fe inquebrantable honor puede ser tú recompensa, sin garantías para el amor, felicidad, o ganancia.
Stark era el Guardián de Zoey, cueste lo que cueste. Él estaba destinado a ella por algo más fuerte que el amor: el honor.
"Zoey, tienes que volver. No por ti y Heath, y ni suiquiera por ti y por mí. Tienes que volver porque es lo correcto, es lo que debes de hacer."
"No puedo. No hay suficiente de mi para irme."
"Ahí, ahora tienes ayuda. Tu Guardián esta aquí."
Stark levanto su mano a sus labios, la besó, y luego le sonrió al recordar. "Afrodita me hizo memorizar un poema para ti. Es uno que Kramisha escribio. Ella y Stevie Rae creen que es como una especie de mapa que podrías ser capaz de seguir para juntarte de nuevo."
"Afrodita... Kramisha... Stevie Rae..." Zoey susurro tímidamente, como si volviera a aprender de nuevo las palabras. "Son mis amigas."
"Sí, eso es lo que son," Stark apretó su mano otra vez. Ya que parecía llegar a ella, siguió su camino. "Entonces, échale un vistazo al poema. Aquí va:
Una espada de doble filo
Un lado destruye
El otro libera
Yo soy tu nudo gordiano
¿Va a liberarme o destruirme?
Sigue la verdad y tendrás que:
Encontrarme en el agua
Purificarme a través del fuego
Atrapado por la tierra nunca más
El aire te susurrara
Lo qué el espíritu ya sabe:
Que aun destrozado
todo es posible
Si tú crees
Luego ambos seremos libres
Cuando él había terminado de recitar el poema, Zoey dejó de moverse lo suficiente para encontrar su mirada, y decir, "Eso no significa nada."
Ella comenzó a caminar otra vez, pero mantenía apretada su mano, manteniéndolo con ella.
"Sí, lo hace. Es sobre ti y Kalona. Tiene algo que ver con sacarte de aqui."
Stark hizo una pausa, y luego añadió, "Recuerdas que tienen un vínculo entre sí, ¿Correcto?"
"Nunca más lo tendremos," dijo ella rápidamente. "Él rompió aquel vínculo cuando rompió el cuello de Heath."
Estoy seguro como el infierno, Stark pensó, pero lo que dijo fue, "Sí, de todos modos, parte de esto ya se ha vuelto realidad. Seguiste lo que pensabas que era correcto sobre él para encontrarlo sobre el agua. Entonces la siguiente línea dice: Purifícame a través del fuego. ¿Qué piensas que podría significar?"
"¡No lo sé!" Zoey le gritó. A pesar que obviamente había conseguido enojarla, Stark se alegró de ver la animación en su rostro que había estado luciendo tan en blanco y muerto. "Kalona no está aquí. El fuego no está aquí. ¡No lo sé!"
Stark mantuvo apretada su mano y dejo que se calmara antes de decirle, "Kalona está aquí. Ha venido tras de ti. Es solo que no puede entrar al bosque." Entonces, sin pensar racionalmente, dijo las siguientes palabras como si ellas vinieron de su corazón y no de su mente. "Y el fuego me trajo aquí. O al menos se sentía como el fuego."
Zoey lo miro, y con una voz muy normal, cambió el curso de su vida diciendo, "Entonces esto suena como si el poema fuera para ti y Kalona, no para Kalona y yo."
Sus palabras se apoderaron de Stark como una red de acero. "¿A qué te refieres con, Kalona y yo?"
"Tú viniste conmigo a Venecia, y sabías la real verdad de cuanto Kalona era un monstruo antes de que yo lo hiciera. El fuego te trajo aquí. El resto probablemente signifique algo más si piensas en ello lo suficiente."
"Una espada de doble filo..." Stark dijo las palabras en voz baja. La espada era de doble filo. Y él se había destruido así como se había liberado con ella. Realmente sabía el verdadero peligro que era Kalona cuando él lo siguió con Zoey a Venecia... el fuego era el dolor de los cortes con los que Seoras lo había traído aquí, un lugar que le recordaba a la tierra, a pesar de que estaba en el otro mundo. Y Zoey estaba atrapada aquí, teniendo que ser liberada. Y ahora tenía que seguir lo que su espíritu sabía del honor de traer estas cosas juntas al final. "¡Oh, mierda!" Él miró a Zoey, siempre moviéndose a su lado, y las piezas del rompecabezas cayeron en su lugar. "Tienes razón. El poema es para mí."
"Bueno, entonces esto te muestra como ser libre," dijo Zoey.
"No, Z. Esto me muestra cómo hacer que los dos seamos libres," dijo él. "Kalona y yo."
Sus preocupados, e inquietos ojos iluminaron su rostro antes de mirar lejos a toda prisa. "¿Kalona Libre? No entiendo."
"Yo sí," dijo él con gravedad, recordando el golpe mortal que había liberado a los otros. "Hay muchos maneras diferentes de ser libres." tiró de su mano, haciéndo que disminuya su velocidad y lo mirase. "Y realmente creo en ti, Zoey. Incluso destrozada, aun mantienes mi Juramento. Te protegeré, y mientras recuerde el honor no te defraudare otra vez, creo que todo es posible. Eso es todo acerca de ser tu Guardián: el honor."
Él levantó su mano y la besó de nuevo antes de que comenzara a caminar. Él no dejó que su andar en círculos lo controlara. Esta vez Stark la condujo a ella en una línea recta directamente al borde del bosque. "No. No. No podemos ir más allá," dijo Zoey,
"Ahí es donde tenemos que ir, Z. Estará bien. Confío en ti." Stark siguió caminando hacia los amplios puntos brillantes entre el verde que marcaba el bosque.
"¿Confías en mí? No. No tiene nada que ver con la confianza. Stark, no podemos dejar este lugar. Jamás. Hay cosas malas ahí. Él está ahí." Zoey tiraba de su mano con fuerza, tratando de conseguir que cambiara de dirección.
"Zoey, voy a decirte algunas cosas realmente rápido, y sé que tu concentración esta estropeada ahora mismo, pero tienes que oírme." Stark casi arrastraba a Zoey con él, pero él siguió moviéndola sin tregua hacia delante, al límite del bosque. "Ya no soy solamente tu Guerrero. Soy tu Guardián. Y esto significa un cambio importante para mí y para ti. El cambio más grande, es que estoy destinado a ti por el honor aún más que lo estoy por el amor. Jamás voy a defraudarte otra vez. No puedo decirte lo que cambiará eso en tí." El final del bosque brillaba delante de ellos. Stark se detuvo y, después de un intenso impulso, él cayó sobre una rodilla delante de su reina destrozada. "Pero realmente creo al cien por ciento que vas a estar a la altura. Zoey, eres mi Ace, mo bann ri, mi reina, y tienes que reunirte a ti misma, o ninguno de nosotros saldrá de aquí."
"Stark, me estas asustando."
Se puso de pie. Stark beso sus dos manos, y luego su frente antes de decir, "Bien, Z, mantente atenta, porque acabo de comenzar." Él le dio su vieja, sonrisa arrogante. "Pase lo que pase, por lo menos lo he intentado. Si regresamos, seremos capaces de decirles a los atascados-culo-y grandes Vampiros del Alto Consejo ¡Se los dije!" Luego él aparto las hojas de dos árboles de serbal y atravesó el límite rocoso del bosque.
Zoey se quedó dentro del bosque pero mantuvo las ramas abiertas para que pudiera mirar hacia fueram hacia Stark, quien se mecia hacia adelante y hacia atrás, haciendo crujir las hojas como una audiencia que murmuraba.
"¡Stark, vuelve!"
"No puede hacer eso, Z. Tengo algo que cuidar."
"¿Qué? ¡No entiendo!"
"Voy a patear algunos culos inmortales. Por ti, por mí, y por Heath."
"¡Pero no puedes! No puedes golpear a Kalona."
"Probablemente tienes razón, Z. No puedo. Pero tú puedes." Stark alzo sus brazos y gritó hacia el cielo de Nyx. "¡Vamos, Kalona! ¡Sé que estás aquí! Ven a buscarme. ¡Este es el único modo en el que te asegurarás de que Zoey no regrese, porque mientras viva voy a luchar para salvarla!"
El cielo sobre Stark ondulaba, y el azul turquesa se volvió gris. Los zarcillos de la Oscuridad, como el humo de un fuego tóxico, se difundieron, se espesaron, y tomaron forma. Sus alas aparecieron primero. Masivas, negras, y desplegadas, ellas borraron la luz de oro del sol de la Diosa. Entonces el cuerpo de Kalona se formo - más grande, más fuerte, luciendo más peligroso de lo que Stark recordaba.
Todavía flotando encima de Stark, Kalona sonrió. "Así que, eres tú, chico. Te sacrificaste para seguirla aquí. Mi trabajo está hecho. Tu muerte la atrapara aquí más fácilmente de lo que alguna vez podría ser."
"Mal, Idiota. No estoy muerto. Estoy vivo, y voy a seguir así. Y Zoey tambien."
Los ojos de Kalona se estrecharon. "Zoey no dejará el otro mundo."
"Sí, bueno, pues estoy aquí para asegurarme de que te equivoques otra vez."
"¡Stark! ¡Regresa aquí!" Zoey gritó desde dentro del límite del bosque.
La mirada de Kalona fue hacia ella. Su voz sonaba triste, casi desconsolada cuando habló. "Esto habría sido una cosa más sencilla para ella si hubiera dejado que el chico humano hiciera mi voluntad."
"Este es el problema contigo, Kalona. Tienes ese complejo de dios que continúa. O, no, creo que debería de llamarse un complejo de Diosa. Mira, solo porque eres inmortal, no te hace responsable. En realidad en tu caso, esto solamente te hizo malo por un muy, muy largo tiempo."
Poco a poco, Kalona desvió su mirada de Zoey a Stark. Los ojos coloreados de ámbar, fueron de vacios y fríos a iracundos. "Te equivocas, chico."
"Ya no soy solo un chico." El tono de Stark se emparejo con el de Kalona.
"Siempre serás un chico para mí. Insignificante, débil, mortal."
"Lo cual te hace equivocarte tres veces seguidas, mortal no significa debilidad. Ven aquí y déjame demostrártelo."
"Muy bien, chico. Que el dolor que esto le cause a Zoey permanezca en tu alma, no en la mía."
"¡Sí, porque yo odiaría que tu tomes esta jodida responsabilidad de toda esta jodida mierda que has hecho!"
Como Stark sabía que pasaría, su insulto empujo a que hirviera lentamente la rabia de Kalona. Él le rugió a Stark, "¡No te atrevas a hablar de mi pasado!"
El inmortal extendió su brazo, y un Oscuridad se retorció en el aire a su alrededor, agarro una lanza, con la punta de metal que brillaba con maldad, negro como un cielo sin luna. Entonces Kalona se dejo caer del cielo.
En vez de aterrizar delante de Stark, sus alas barrieron hacia abajo y adelante, cortando la tierra en un círculo perfecto alrededor de Stark. Bajo sus pies, la tierra se estremeció y luego se desintegró, y como la apertura del infierno bajo él, Stark estaba cayendo... hacia abajo.
Golpeó abajo con tal fuerza que su aliento salió expulsado de él, y su visión se volvió gris. Luchó por estar de pie cuando escucho la risa burlona alrededor de él.
"Solo un pequeño, y débil chico que trata de jugar conmigo. Esto no será ni siquiera divertido," dijo Kalona.
Arrogante. Él es más arrogante de lo que yo alguna vez fui.
Y con el pensamiento de lo que había sido, y lo que ya había derrotado, el pecho de Stark se aflojo. Él fue capaz de recuperar su aliento. Su visión se aclaro a tiempo para ver un destello de luz brillante perforar la oscuridad entre él y Kalona, y la espada del Guardián estaba allí, la hoja clavada en la tierra a sus pies.
Stark agarro la empuñadura y sintió al instante, el calor y el pulso del latido de su corazón con el de la espada, su espada, que cantaba en sintonía con su sangre.
Él miró a Kalona y vio la sorpresa en los ojos ámbar del inmortal.
"Te dije que ya no era un chico." Sin vacilar, Stark se adelanto, sosteniendo la espada con ambas manos, atacando perfectamente en el centro de las líneas geométricas que se unían sobre el cuerpo de Kalona.

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