martes, 8 de diciembre de 2009

CAPITULO 40 - Tempted (TENTADA)

HEATH

Heath se preguntó si Zo sabía que estaba rompiéndole el corazón. Él no quería alejarse de ella. No quería eso. En realidad, él la necesitaba. El problema era que el también deseaba lo mejor para ella—él siempre lo hacia.
Desde aquella vez en la escuela primaria. Él recordó el día que se enamoró de ella.
Su mamá se había enojado con ella y la había llevado al trabajo de una de sus amigas, que tenia un salón de belleza de chicas. Habian decidido—la madre de Zo y la amiga—que sería lindo cortar el largo y hermoso, pelo oscuro de Zo. Asi que al dia siguiente, Zo había ido a las clases de tercer grado con el pelo super-corto que lucia extrañamente entresacado por todas partes y poco definido.
Todos los chicos habían estado susurrando y riéndose de ella. Sus grandes ojos café lucian enormes y asustados, y Heath creyo que nunca antes habia visto a alguien que fuera tan hermosa como ella.
Él se le había acercado y le había dicho que le gustaba su pelo—en frente de toda la cafeteria. Ella había lucido como si estuviera a punto de llorar, así que él había llevado su bandeja, y se sento junto a ella, aunque no era muy cool sentarse junto a una chica.
Ese día ella había hecho algo con su corazón. Desde ese entonces ella había tenido su corazón.
Entonces, aquí estaba él, en busca de un chico que tenía un trozo del corazón de Zoey y que era él más conveniente para ella. Heath se pasó la mano por su pelo. Todo esto iba a acabar algún dia. Algún día Zo volveria a Tulsa, y aunque ella estuviera el mayor tiempo en la Casa de la Noche, ella estaría con él, cuando lo quisiera. Irian al cine otra vez. Ella iria a verle a los juegos de football en la OU. Todo seria normal de nuevo, o tan normal como pudieran.
Él podría mantenerse firme hasta entonces. Cuando toda la mierda con Kalona sea más clara—y Zo lograra poner todo en orden, Heath estaba seguro de eso_ cuando toda esta mierda mejorara, las cosas serían mejores. Él tendría de regreso a su Zo. O al menos tan suya como quisiera ser. Y eso era suficiente para él.
Heath siguió la ruta que lo guiaba fuera del palacio, todavía yendo en la dirección que Stark había tomado. Él miró alrededor y no pudo distinguir demasiado excepto el gran muro de piedra a su izquierda, y un parque lleno de cercos de setos que eran casi tan altos como su cabeza, a su derecha. Él busco en el parque mientras caminaba, percatándose de que los vallados creaban alguna clase de patrón circular, entrelazandose. Entonces decidió que debería de estar en uno de esos viejos laberintos _ un laberinto, él finalmente recordó la historia de la mitología griega acerca del Minotauro en la isla de algún rey rico, cuyo nombre no había manera de que pudiera recordar.
¡Demonios!, él no se había dado cuenta de lo oscuro que estaba hasta que noto que se estaba alejando de las luces del palacio. Estaba quieto aquí afuera, también. Y aun en la quietud él podía oír el chapoteo de las olas rompuendo contra un lado de la pared. Heath se preguntó si él debería gritar para encontrar a Stark, pero decidió que, nah, asi como Zo, él necesitaba un poco de tiempo para sí mismo.
Todo este asunto de los vampiros era demasiado para ingerir, y era normal que el necesitase un tiempo para poder procesarlo. No es que él no pudiese tratar con Stark y los otros vampiros. ¡Demonios!, a él incluso le gustaban los vampiros_ y también los novatos. Y si pensaba muy bien en eso, él en realidad pensaba que Stark era un buen chico. Simplemente, era Kalona quien malograba todo.
Entonces, como si sus pensamientos le hubieran llevado hacia el inmortal, Heath oyó la voz Kalona yendo a la deriva a través de la noche vacia, él bajó la velocidad de sus pasos, cuidadoso por no hacer crujir alguna piedra en su camino.
“Todo va de acuerdo a nuestros planes” Kalona decía.
“¡Odio la farsa! No soporto que fingas ser algo que no eres para ella.”
Heath reconoció la voz de Neferet y avanzo lentamente. Sumergiendose en lo más profundo de las sombras, presionándose contra pared, y guardando absoluto silencio. Las voces venían del parque, frente a el a su derecha, y mientras se acercaba cada vez más, se fijo que había una discontinuidad en el vallado, obviamente una salida, y dentro del laberinto pudo divisar a Kalona y Neferet.
Estaban de pie al lado de una fuente. Heath dio un suspiro vacio de alivio. El sonido de la caída del agua debió de haber disimulado el ruido de sus pasos. Presionándose contra el frío muro de piedra, él observó y escuchó.
“Tu le llamas farsa. Yo le veo de otra manera” dijo Kalona.
“Y es asi que puedes mentir y aun asi, parece que dices la verdad” Neferet dijo las palabaras abruptamente hacia él.
Kalona se encogió de hombros. “Zoey quiere la verdad__así que estoy dándole la verdad”
“Selectivamente” dijo Neferet.
“Por supuesto. ¿No es lo que hacen todos los mortales, vampiros, humanos, o novatos, seleccionar sus verdades?”
“Mortales. Dices eso con si fueras algo más.”
“Soy inmortal, lo cual me hace diferente. Incluso diferente a ti, aunque los poderes de Tsi Sgili te transforman en algo que está próximo a un inmortal.”
“Sí, pero Zoey no esta cercana a ser una inmortal. Todavía creo que la deberíamos de matarla.”
“Eres una criatura sedienta de sangre.” Kalona se rió. “¿Desearias cortarle la cabeza?”
“No seas ridículo. No la mataría de la misma forma que lo hice con los demas. Seria demasiado obvio. Ella simplemente podría tener un pequeño accidente mientras visita Venecia, mañana o en algún otro momento.”
El corazón de Heath golpeaba ruidosamente que él estaba seguro de que podrían oírle. ¡Neferet había matado a dos profesores de Zoey! Y Kalona estaba al tanto de eso y crei que Neferet era divertida. No había manera alguna de que Zo creyera que aun hay algo bueno dentro de él después de que supiera esto.
“No”, Kalona decía, “no vamos a matar a Zoey. Pronto ella vendrá a mí voluntariamente; he plantado las semillas para eso. Todo lo que necesito hacer es esperar que estas florezcan, y entonces sus poderes, los cuáles son vastos aunque ella es mortal, estarán a mi disposicion.”
“Nuestra disposición” Neferet le corrigio.
Una de las oscuras alas de Kalona se movio rápidamente hacia adelante, acariciando un lado del cuerpo de Neferet, causando que ella se contornee hacia él. “Por supuesto, mi reyna“, él murmuro antes de besarla.
Heath tenía la impresión de que estaba observando porno, pero él estaba atrapado allí. No podía moverse. Él probablemente tendría que quedarse allí, hasta que ellos terminaran lo que estaban haciendo, entonces él podría esfumarse, podría ir hacia Zoey, y le podría contar todo lo que el había logrado oír.
Pero Neferet le sorprendió apartandose de Kalona. “¡No!. No puedes hacer el amor con Zoey en sus sueños, y comertela con los ojos delante de todo el mundo, y esperar que yo te abra mi cuerpo. No seré tuya esta noche. Ella es demasiado entre nosotros.” Neferet retrocedió alejándose de Kalona. Incluso Heath quedo capturado por su belleza. Su grueso pelo castaño-rojizo lucia salvaje a su alrededor. Las cosas sedosas que se plegaron alrededor de su cuerpo lucian como una segunda piel, y sus senos quedaron casi completamente al descubierto mientras ella respiraba duro y rapido. “Sé que no soy inmortal, ni soy Zoey Redbird, pero mis poderes, también, son vastos, y deberías de recordar que maté al último hombre que intentó reclamarnos a mí y a ella.” Neferet camino rápidamente alejandose. Con un movimiento de su mano ella dividió el vallado frente a ella y paso a través de él, dejando a Kalona de pie y solo, y siguiéndola con la mirada bajo la luz tenue.
Heath se preparba para retroceder lentamente cuando Kalona giro su cabeza y sus ojos ámbar fueron directamente hacia donde el estaba de pie.
“Entonces, pequeño humano, ahora tienes una historia para contarle a mi Zoey,” él dijo.
Heath miró directamente a los ojos inmortales y él supo dos cosas más allá de cualquier duda. Una, era que esta criatura iba a matarle. La segunda, que de cierta forma él tenia que mostrarle a Zoey la verdad antes morir.
Heath no se sobresaltó bajo la mirada fija de la criatura. En lugar de eso él usó toda la fuerza de voluntad que había aprendido a tener en una clase diferente de campo de batalla—una cancha de fútbol—y trato de canalizar su fuerza atraves de la unión de sangre, de su imprenta, tratando de encontrar el elemento con el que Zoey tenia la afinicidad mas poderosa—el espíritu.
Su alma grito con fuerza en medio de la noche: ¡Espíritu, venga a mí! ¡Lleve este mensaje para Zo! ¡Dígale que tiene que encontrarme!
Entretanto con una voz serena le dijo a Kalona,”Ella no es tu Zoey.”
“Ah, ella lo es”, dijo Kalona.
¡Zo! ¡Ven por mí! El alma de Heath gritaba.
“Nah, tu no conoces a mi chica.”
“El alma de tu chica me pertenece y no dejaré que Neferet o tu o alguien mas cambie eso.” Kalona comenzó a caminar hacia Heath.
¡Zo! ¡Soy yo, nena! ¡Ven por mí!
“¿Cuál es esa expresión que usan los vampiros?” se pregunto Kalona. “Creo que es —la curiosidad mato al gato. Parece que eso se aplica a esta situación”.

STARK


“Soy un idiota”. Stark murmuro para sí mismo mientras caminaba hacia la grandiosa entrada del palacio.

“Señor, ¿necesita usted guia?” Pregunto alguien en el interior, que estaba de pie en la puerta.

“Sí, necesito saber dónde está la suite de Afrodita. Usted sabe, ¿la profetisa humana que vino aquí con nosotros hoy? Oh, soy Stark, Guerrero de la Alta Sacerdotisa Zoey Redbird”.

“Sabemos quién es usted” el vampiro dijo. Sus ojos se fijaron en los tatuajes rojos de Stark. “Son fascinantes”.

“Sí, bien”, ‘fascinante’ no era una palabra que el usaría.

El guerrero sonrió. “Usted no estas unido a ella por mucho tiempo, ¿verdad?”

“No. Simplemente algunos días”.

“Se pondra mejor—y peor”.

“Gracias. Creo.” Stark resopló, expulsando un largo aliento. Si bien Zoey le había sacado fuera de quicio, él sabía que nunca podría alejarse de ella otra vez. Él era su Guerrero. Su lugar, no importa cuán duro llegara a ser, era estar a su lado.

El guerrero se rió. “La suite que usted busca está en el ala norte del palacio. Vaya hacia la izquierda desde aquí, tome la primera escalera que esta a su derecha. En el segundo piso, esta la suite entera de cuartos que han sido asignados a su grupo. Usted encontrará a sus amigos allí”.

“Gracias de nuevo.” Stark comenzó a ir por donde el guerrero le había enviado, caminando rápidamente. Él tenía un presentimiento que le picaba en la parte trasera de su cuello. Él odiaba tener ese presentimiento. Significaba que algo malo iba a pasar, y también significaba que no era tiempo para que él se enfurezca con Zoey.

Pero era tan difícil para él. ¡Él sintió su atracción hacia Kalona! ¿Por qué demonios ella no podía ver que el tipo era malo? No habia nada en él para salvar—probablemente nunca hubo nada en su interior que valiera la pena salvar.

Stark tenía que convencerla que él tenía razon. Y para hacer eso él tenia que detener que sus sentimientos por ella hicieran un lio en su cabeza.

Zoey era una chica lista. Él tenía que hablar con ella. Serenamente. Y ella tendría que escucharle. Desde la primera vez que se habían conocido, antes de que fueran algo juntos, ella le había escuchado. Él sabía que podría hacer que ella le escuche de nuevo.

Stark subio las escaleras de tres en tres a la vez. La primera puerta a su izquierda estaba semi abierta, y él pudo ver que el pequeño cuarto lujoso tenía un par de esos pequeños sofas y un montón de sillas incómodas—completamente hechas en colores dorados y plateados. ¿Es que acaso asi no iban a mancharse? Él oyó el murmullo de voces, y apenas abrio la puerta cuándo las emociones de Zoey le dieron una bofetada como una ola gigantesca.

¡Miedo! ¡Ira! ¡Confusión!

¿Qué es lo que ella estaba sintiendo que le causaba esta mezcla de confusión, que él no podía entender nada excepto lo más bajo de sus sentimientos?

“¿Stark? ¿Qué sucede?” Darius estaba allí, frente a él.

“¡Zoey!” Él logró hablar con voz áspera. “¡Ella está en problemas!” Y entonces la fuerza de todo eso, literalmente le hizo tambalearse. Él habría caído si Darius no le hubiera sujetado.

“¡Contrólate! ¿Dónde está ella?” Darius le tomo por los hombros y le sostuvo firmemente.

Stark miro hacia las caras preocupadas de los amigos de Zoey quienes le miraban fijamente. Él negó con la cabeza, intentando pensar detenidamente en el terror que había en su mente. “¡No puedo!—yo—“

“¡Tu debes! No intentes pensar. Simplemente deja que tus instintos cundan. Un Guerrero siempre puede encontrar a su señora. Siempre”.

Su cuerpo temblaba, pero Stark asintió hacia él, aun inquieto, tomo tres respiraciones profundas y después dijo: “¡Zoey!”

Su nombre pareció hacerse eco en el aire a su alrededor. Él se concentró en eso—y no en el caos que había en su mente. Él pensó en silencio, Zoey Redbird, mi señora.

Y como si las palabras se hubieran convertido en un andarivel, comenzaron a llevarle hacia adelante. Stark corrió.

Él podía sentir a Darius y los demás a sus espaldas. Él vagamente vio la mirada sorprendida en la cara del guerrero con el que recientemente había hablado, tenia que ignorar todo. El solo tenía que pensar en Zoey y dejó que la fuerza de su juramento lo llevase hacia ella.

Tuvo la impresión de que volaba. No recordó como es que encontro el camino a lo largo del laberinto, pero más tarde él recordó el sonido de las piedras machacadas bajo sus pies mientras el se alejaba de Darius quien iba a una super-velocidad.

A pesar de eso, el llego tarde.

Si Stark hubiera vivido por quinientos años a él nunca se le olvidaria lo que él vio cuándo se detuvo abruptamente en el camino. La escena por siempre sería grabada a fuego en su alma.

Kalona y Heath estaban muy lejos de él. Lo dos estaban frente al muro que la isla tenia como protección de los ojos humanos-venecianos.

Zoey estaba mucho más cerca a él. Simplemente a unas cuantas yardas, pero asi como él, ella también corría. Stark le observo levantar las manos. Y al mismo momento ella ordenó, “¡Espiritú! ¡Ven a mí!” Kalona también alzó sus manos, ahuecando la cara de Heath como si le le estuviera acariciando. Entonces en un movimiento veloz, e imparable, el inmortal caído torcio la cabeza de Heath, rompiendo limpiamente su cuello y matándole instantáneamente.

Una voz desgarro su alma, y estaba tan llena de angustia que Stark apenas reconoció que era de ella, Zoey gritaba, "¡No!" Y le lanzó la bola resplandeciente de espíritu a Kalona.
Kalona dejó caer a Heath y se giro rápidamente para afrontarla, su expresión completamente conmocionada. La potencia del elemento le pegó, arrojándole en el aire y tirándole sobre la pared, haciéndole caer en el océano dónde, con un grito de desesperación, las enormes alas de Kalona le elevaron del agua y le llevaron hacia arriba, hacia la fría noche.
Pero a Stark le importo una mierda lo que le sucediera a Kalona o incluso a Heath. Era por Zoey por quien corrió. Ella yacia arrugada en el suelo no lejos del cuerpo de Heath. Ella estaba boca abajo, y Stark supo la terrible verdad antes de alcanzarle. Aun asi, él cayó de rodillas y la giro suavemente entre sus brazos. Sus ojos estaban mirándole fijamente, pero estaban vacios.
Excepto por el contorno de color zafiro de una marca, propia de un novato normal, todos sus tatuajes se habian ido.
Darius llego hacia ellos, primero. Él se puso de rodillas al lado de Zoey, tratando de tomarle el pulso.
“Ella vive” dijo Darius. Y fue allí, cuando él proceso lo que estaba observando y con un jadeo dijo, “¡Diosa! Sus tatuajes.” Él posó la mano sobre la cara de Zoey. “No entiendo”. Negando con la cabeza y totalmente desconcertado, su mirada se fijo en Heath. “Es el chico—“
“Murio” dijo Stark, asombrado por que su voz sonara casi normal, aun cuando todo dentro de él gritaba.
Afrodita y Damien se acercaron corriendo.
“¡Oh, Diosa!” Afrodita dijo, en cuclillas al lado de la cabeza de Zoey. “¡Sus tatuajes!”
“¡Zoey!” Damien gritó.
Stark oyo cuando Jack y las Gemelas se les unieron. Lloraban. Pero todo lo que él podía hacer era sostenerla más apretadamente entre sus brazos y sujetarla cerca. Él tenía que protegerla. Él tenía que hacerlo. Fue la voz de Afrodita lo que finalmente penetró en su pena y logró llegar hacia él.
“¡Stark! Tenemos que llevar a Zoey de regreso al palacio. Alguien allí puede ayudarle. Ella aun esta viva.”
Stark busco la mirada de Afrodita. “En este momento, su cuerpo simplemente esta respirando; pero solo es eso”.
“¿De qué hablas? Ella todavía vive” Afrodita repitió tercamente.
“Zoey vio como Kalona mato a Heath y ella llamo el espíritu para intentar detenerle, pero ella llego muy tarde para salvarle”. Así como yo llegue muy tarde para salvarle a ella, la mente de Stark gritaba. Pero con una voz desconocida y calmada, él continuó explicando. “Cuando ella le lanzo el Espiritu a Kalona, Zoey sabia que ya era demasiado tarde, y su alma se desbarato. Lo sé porque estoy unido a su alma y yo sentí como se destrozó. Zoey ya no esta aquí. Éste es simplemente un caparazón vacio”.

Entonces James Stark, el Guerrero de Zoey Redbird, dobló su cabeza y comenzó a llorar.

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