martes, 8 de diciembre de 2009

CAPITULO 37 - Tempted (TENTADA)

STEVIE RAE



La tierra se la trago, y por un momento parecía que todo iba a ir bien. La fría oscuridad fue un alivio para su piel quemada, y gemía suavemente.
"¿Roja? ¿Stevie Rae?"
No fue hasta que él hablo que se dio cuenta de que estaba encerrada en los brazos de Rephaim. Se desenvolvió de él y se alejo, para gritar de dolor mientras su espalda tocaba la pared de barro que su elemento había abierto para protegerla, y luego volvió a caerse.
"¿Estás bien? Yo-yo no puedo verte" dijo Rephaim.
"Estoy bien. Creo." Su voz la sorprendió. Sonaba tan débil, tan fuera de lo normal que fue el primer indicio de que a pesar de que había escapado del sol, no había escapado de sus efectos.
"No puedo ver nada." dijo.
"Eso es porque la tierra se sello sobre nosotros para protegerme del sol."
"¿Estamos atrapados aquí?" su voz no era de pánico, pero no era exactamente de calma tampoco.
"No, puedo hacer que salgamos cada vez que quiera." explico. Luego pensándolo bien añadió "Y bueno la tierra sobre nosotros no es muy profunda. Si me muero puedes cavar fácilmente. ¿Como estas? Esa ala realmente debe dolerte."
"¿Te sientes como si pudieras morir?" pregunto, ignorando la pregunta acerca de su ala.
"No lo creo. Bueno, en realidad, no lo sé. Siento algo divertido."
"¿Divertido? Explícate."
"Como si no estuviera muy unida a mi cuerpo."
"¿Tu cuerpo está herido?"
Stevie Rae pensó en ello y se sorprendió por lo que descubrió. "No, En realidad no me duele nada." Era extraño, sin embargo, que su voz se oía cada vez más débil.
De repente, su mano estaba tocando su rostro, deslizándose por el cuello y los brazos y-
"¡Ay! me haces daño."
"Estas gravemente quemada. Puedo sentirlo. Necesitas ayuda."
"No puedo salir de aquí o voy a terminar quemada." Dijo, preguntándose porque la tierra parecía estar dando vueltas bajo ella.
"¿Que puedo hacer para ayudarte?"
"Bueno, puedes conseguir una gran lona o algo, y ponerla encima de mí, mientras me llevas al banco de sangre. Eso suena muy bien ahora." Stevie Rae estaba allí, pensando que nunca había sentido tanta sed en su vida. Se pregunto, independientemente de la curiosidad, si de verdad iba a morir. Le pareció vergonzoso, después de todo lo que había pasado Rephaim para ayudarla.
"¿Sangre es lo que necesitas?"
"Sangre es todo lo que necesito. Es lo que me hace estar marcada, que es más que un poco grave, pero aun así. Es la verdad. Estaca mi corazón y ayúdame a morir." se rio un poco histéricamente, y luego se puso seria. "Espera, esto no es muy divertido."
"Si tu no consigues sangre, ¿Vas a morir?"
"Creo que podría." Dije, encontrando dificultades para decirlo.
"Entonces si la sangre te sanará, toma la mía. Te debo la vida. Por eso te salve ahí arriba, pero si te mueres aquí, morirás sin haber pagado mi deuda. Así que si tú necesitas sangre, toma la mía," repitió.
"Pero tú no hueles nada bien." dije abruptamente.
En la oscuridad parecía irritado y ofendido. "Eso es lo que los novatos rojos dicen, también. Mi sangre no huele bien para ti, porque no estoy destinado a ser una de tus presas. Yo soy el hijo de un inmortal. No tu víctima."
"Hey, yo no tengo victimas; nunca más." proteste débilmente.
"Eso no cambia nada. Huelo diferente para ti porque soy diferente. No fui creado para ser tu almuerzo."
"Yo nunca dije que lo fueras." Ella quería que sus palabras salieran a la defensiva y un poco irritables. En vez de eso, su voz era débil, y su cabeza se sentía extrañamente enorme, como si fuera a estallar encima de su cuello en cualquier momento y flotar por el suelo y en las nubes como un globo de cumpleaños gigante.
"Huela bien o no, es sangre. Te debo la vida. Así que tienes que beber, y vivirás."
Stevie Rae grito cuando la mano de Rephaim la encontró de nuevo y él la apretó contra su cuerpo. Sentía la piel de sus brazos y hombros quemados y mezclados con tierra. Entonces ella estaba descansando en la suavidad de sus plumas. Suspiro profundamente. No estaría mal morir aquí en la tierra, en un nido de plumas. Mientras no se moviera, ni siquiera dolería mucho.
Sintió que Rephaim se movía, sin embargo. Y se dio cuenta que con el pico había reabierto la herida que le había hecho Kurtis en el bíceps. Había dejado de sangrar, pero esta nueva laceración de inmediato se puso a desbordarse, llenándolo todo del aroma de la sangre escarlata de un inmortal.
Luego cambio de nuevo y de repente su brazo sangrante estaba presionando contra sus labios.
"Bebe," dijo con dureza. "Ayúdame a librarme de esta deuda."
Bebió, de forma automática al principio. Su sangre, después de todo, era apestosa. Había olido mal, mal, mal.
Luego la toco con la lengua. Su sabor no se parecía a nada que Stevie Rae podía haber imaginado. No era como su olor, no era nada remotamente como su olor. En su lugar, le sorprendió, llenando su boca y su alma con su rica complejidad, con una diferencia absoluta respecto a cualquier cosa que hubiera probado antes.
Le oyó resoplar, y la mano que había estado en la parte posterior de su cuello, la empujo más hacia él. Stevie Rae gimió. Beber de un cuervo Mocker no podía ser una experiencia sexual, pero no era exactamente una experiencia sexual, tampoco. Stevie Rae tuvo el pensamiento fugaz de que hubiera deseado tener alguna experiencia con los chicos - otros que no fueran con Dallas en la oscuridad - porque no sabía que pensar de todo lo que estaba pasando por su mente y el aumento en su cuerpo. Se sentía bien, todo caliente y con un hormigueo poderoso, pero nada parecido a como Dallas le había hecho sentir.
A ella le gusto, sin embargo. Y allí, por un momento fugaz, Stevie Rae olvido que Rephaim era una mezcla entre un inmortal y una bestia, creado a partir de la lujuria y la violencia. Pero en ese momento, ella solo conocía el placer de su tacto y la fuerza de su sangre. Fue entonces cuando su imprenta con Afrodita se destrozo y Stevie Rae, la primera Sacerdotisa vampiro rojo de Nyx, estuvo impresa con Rephaim, el hijo favorito de un inmortal caído.
También fue entonces cuando rompió el control sobre su cabeza y se alejo de él. Ninguno de los dos dijo nada. El silencio en la habitación pequeña estaba solo ocupado por los sonidos de ambos sin aliento.
"Tierra, te necesito de nuevo." Stevie Rae hablo en la oscuridad. Su voz sonaba normal. Su cuerpo herido. Podía sentir sus quemaduras y la crudeza de su piel, pero la sangre de Rephaim le había permitido empezar a curar, y entendió muy bien que había estado a punto de morir.
La tierra vino a ella, llenando su espacio con los olores de un prado en primavera. Stevie Rae apunto hacia arriba, a un lugar tan lejos de sí misma como pudo. "Abre una grieta allí - lo suficiente para dejar entrar la luz, pero no para quemarme."
Su elemento cumplió. La tierra se estremeció por encima de ellos, la suciedad cayendo por partes, se abrió dejando una pequeña grieta de luz.
Los ojos de Stevie Rae se adaptaron casi al instante, por lo que vio a Rephaim parpadear con sorpresa, mientras trataba de adaptarse a la luz repentina. Estaba sentado junto a ella. Tenía un aspecto terrible- sangriento y golpeado. Su ala rota estaba totalmente suelta de la venda de toalla que había hecho para él y estaba indefenso por la espalda. Ella supo al instante que su visión se había despejado. Sus ojos humanos, se tiñeron de rojo escarlata, y la miraron.
"Tu ala está mal de nuevo," dijo.
El gruño, y ella pensó que era su palabra de chico que estaba de acuerdo con ella.
"Sera mejor que la coloque de nuevo." empezó a levantarse y una mano la detuvo.
"No debes moverte. Solo quédate contra tu tierra y recupera tu fuerza."
"No, está bien. No estoy al cien por cien, pero lo estoy haciendo mucho mejor." vacilo y luego agrego. "¿No dijiste eso?"
"Como podría yo -" las palabras del cuervo Mocker, pararon abruptamente. Stevie Rae vio que sus ojos aumentaban comprendiendo. "¿Cómo es posible?" dijo él.
"No lo sé," dijo ella, empezando a deshacer la desordenada venda a su alrededor. "No creía que fuera posible. Pero, bueno, aquí estamos, y aquí esta."
"Una imprimación." dijo él.
"Entre nosotros." dijo ella.
Entonces ninguno de los dos dijo nada.
Cuando tuvo el vendaje enderezado, le dijo a él. "Okey, voy a volver a ponerte el ala como debería y volver a envolvértelo. Perdón. Aunque por supuesto esta vez me dolerá a mí, también."
"¿De veras?" dijo.
"Sí, bueno, se cómo funciona esto de la imprenta porque antes estaba impresa con una humana. Ella sabía todo tipo de cosas sobre mí. Ahora estoy impresa contigo, así que es lógico que sepa cosas sobre ti, lo que incluye cuando sufres un dolor insoportable."

"¿Todavía estas impresa con ella?"
Stevie Rae sacudió la cabeza. "Nop, se ha ido, estoy segura, porque estoy soñando en rosa."
"¿Soñando en rosa?"
"Es solo una expresión que decía mi mamá. Significa que está feliz de no estar impresa mas."
"¿Y tú? ¿Cómo estás?"
Stevie Rae lo miro a los ojos y respondió con honestidad. "Estoy totalmente confundida acerca de nosotros, pero no me molesta no estar impresa con Afrodita más. Ahora quieto y déjame terminar con esto." Rephaim se quedo totalmente inmóvil mientras Stevie Rae restablecía su ala. Fue ella quien jadeo con exclamaciones dolorosas. Ella era quien estaba blanca y frágil cuando todo había terminado. "Maldición, alas heridas. Grave."
Rephaim la miro sacudiendo la cabeza. "Tú lo sentías, ¿no?"
"Lamentablemente, sip, lo hice. Es casi peor que estar casi moribunda." Ella lo miro a los ojos. "¿Va a ponerse bien?"
"Se compondrá."
"¿Pero?" sintió la palabra al final de su oración.
"Pero yo no creo que pueda volar nunca más."
Stevie Rae mantuvo su mirada en el."¿Eso es malo no?"
"Así es."
"Quizás se cure mejor de lo que crees. Si tu volvieras a la Casa de la Noche conmigo, podría -"
"No puedo ir allí." no había levantado la voz, pero las palabras tenían la misma finalidad.
Stevie Rae lo intento de nuevo. "Eso es lo que yo creía, pero he vuelto y me han aceptado. Bueno, algunos lo hacen."
"No sería así para mí y tú lo sabes."
Stevie Rae miro hacia abajo. Con sus hombros caídos. "Tu mataste a la profesora Anastasia. Ella era realmente agradable. Su compañero, Dragón, está perdido sin ella."
"Hice lo que tenía que hacer por mi padre."
"Y el te abandono." dijo.
"Yo lo decepcione."
"¡Casi mueres!"
"El sigue siendo mi padre." dijo en voz baja.
"Rephaim, esta imprenta. ¿Significa algo para ti? ¿O soy solo yo quien noto el cambio?"
"¿Un cambio?"
"Bueno, sí. No podía sentir tu dolor antes, y ahora puedo. No puedo decirte lo que estas pensando, pero puedo percibir ciertas cosas de ti, como saber donde estas o lo que te está pasando incluso si estuviera muy lejos de ti. Es raro. Es diferente a lo que tenía con Afrodita, pero es definitivamente esta. ¿Notas algo diferente en tu caso?"
ÉL vacilo largo rato antes de responderle y cuando hablo sonaba confuso. "Me siento protector contigo."
"Bueno," Stevie Rae sonrió. "Tú me protegiste de morir allí."
"Ese fue el pago de una deuda. Esto es mas."
"¿Como qué?"
"Como lo enfermo que me pone pensar en lo cerca que estuviste de la muerte." admitió, su voz a la defensiva y molesto.
"¿Eso es todo?"
"No. Si. ¡No lo sé! No estoy acostumbrado a esto." El golpeo el pecho con el puño.
"¿El qué?"
"Este sentimiento que tengo hacia ti. Yo no sé cómo llamarlo."
"Tal vez podríamos llamarlo amistad."
"Imposible."
Stevie Rae sonrió. "Bueno. Zoey siempre dice que no hay nada imposible que no todo es negro o blanco."
"No se trata de negro- o -blanco, si no bien y mal. Tu y yo estamos en dos bandos opuestos de la balanza del bien contra el mal."
"Yo no creo que eso sea inmovible." dijo.
"Sigo siendo el hijo de mi padre" contesto.
"Bueno, me pregunto dónde nos deja eso."
Antes de que pudiera responder, el sonido de gritos frenéticos se escucharon por la pequeña grieta.
"¡Stevie Rae! ¿Estás ahí?"
"Es Lenobia." Dijo Stevie Rae.
"Stevie Rae!" Otra voz se unió a la profesora de equitación.
"¡Oh, mierda! Es Erik. El sabe de los caminos de los túneles. Si el baja allí, todo el infierno se abrirá."
"¿Te protegen ellos de la luz del sol?"
"Bueno, si, supongo. Ellos no querrán que me queme."
"Entonces llámalos. Deberías ir con ellos." dijo.
Stevie Rae se concentro, señalo con la mano, y la pequeña grieta en el extremo del techo de su escondite tembló y luego se hizo más grande. Stevie Rae presiono su espalda contra el suelo duro. Entonces puso su mano alrededor de la boca y dijo:
"¡Lenobia! ¡Erik! ¡Estoy aquí abajo!"
Rápidamente se inclino poniendo una mano a cada lado de Rephaim.
"Protégele por mí, tierra. No dejes que le descubran." Entonces empujo, y como el remolino de agua en el desagüe, la suciedad detrás de él se movió hacia atrás, dejando todo al cuervo Mocker cubierto a regañadientes.
"¿Stevie Rae?" la voz de Lenobia se acerco a ellos por encima de la grieta.
"Sí, estoy aquí, pero no puedo salir a menos que puedas cubrirme con una tienda de campaña o algo así."
"Nos encargaremos de eso. Quédate donde estas."
"¿Estás bien? ¿Te hace falta algo?" pregunto Erik.
Stevie rae pensó que ese algo que decía Erik era una bolsa o diez de sangre de la nevera de los túneles y de ninguna manera quería que fuera allí.
"¡No!, Estoy bien. Solo consigue algo para cubrirme del sol."
"No hay problema. Volvemos en un segundo." dijo Erik.
"No voy a ir a ninguna parte." dijo ella. Luego se volvió hacia Rephaim. "¿Qué hay de ti?"
"Me quedo aquí, escondido en este rincón. Si tú no les dices que estoy aquí. Ellos no lo sabrán."
Negó con la cabeza. "No me refiero a ahora. Por supuesto que no les diré que estas aquí. Pero, ¿A donde vas a ir?"
"No de vuelta a los túneles." dijo.
"Sí, definitivamente eso no es una buena idea. Bueno déjame pensar. Una vez Lenobia y Erik estén fuera de aquí, puedes salir bien, verdad. Los novatos rojos no pueden salir durante el día así que todos dormirán." Considerando sus opciones. Ella quería tenerlo cerca y no solo porque tenía que ayudarle a conseguir comida y cambiarle las vendas sucias, por lo que sus heridas definitivamente necesitarían un medico. Stevie Rae también era consciente de que debía mantenerlo controlado. El se curaría y se pondría fuerte, como solía ser. ¿Entonces, que haría?
Y allí estaba el pequeño detalle de que se había impreso con él, lo que significaba que era incomodo pensar en el muy lejos de ella. Era extraño pues no sintió eso mismo con afrodita...
"Stevie Rae, oigo que regresan" dijo Rephaim. "¿Donde debo ir?"
"Ah... mierda… um.... bien, necesitas un lugar cercano pero habitable. Y no vendría mal que tuviera la reputación de espeluznante para que la gente se quedara lejos, o al menos que no fuera muy visitada durante la noche." Entonces sus ojos se abrieron y ella le sonrió. "¡Lo tengo! Después de Halloween, Z y la banda y yo fuimos a un tour fantasma por Tulsa. Fue uno de esos paseos de antaño."
"¡Stevie Rae! ¿Estás aun bien allí abajo?" la voz de Erik sonó desde arriba.
"Sí, bien." grito de nuevo.
"Estamos poniendo algo así como una tienda de campaña sobre este agujero y alrededor del árbol. ¿Crees que será suficiente para sacarte?"
"Tú solo consigue un lugar cubierto para mi, puedo encargarme de la parte de salir yo solita."
“Okay, te hare saber cuando estemos listos,” él dijo.
Stevie Rae se volvió hacia Rephaim. "Así que este es mi punto. La última parada del tranvía en el museo Gilcrease. Es en el norte de Tulsa. Hay una casa en el centro que está totalmente desocupada. Siguen hablando de renovarla, pero no tienen el dinero. Puedes ocultarte allí."
"¿La gente no puede verme?"
"¡Infiernos, no! No si te quedas durante el día en la casa. Es un desastre-esta todo cerrado y bloqueado para que los turistas no entren en ella. Y aquí está la mejor parte- ¡esta súper encantada! Es por eso que estuvo en el tour de fantasmas. Al parecer el fantasma del Sr Gilcrease, su segunda esposa y hasta los niños se pasean por allí regularmente, así que si alguien ve u oye algo extraño – ósea tú – ellos se asustaran y creerán que es solo más cosas de fantasmas.
"Espíritus de los muertos."
Stevie Rae alzo las cejas. "No tienes miedo de ellos ¿verdad?"
"No. Los entiendo muy bien. Existí como un espíritu durante siglos."
"Maldición, lo siento. Casi lo olvido."
"Bueno, ¡Stevie Rae! Estamos listos aquí arriba" Lenobia llamo.
"Okay, ahora subiré. Echaros atrás sin embargo, para que no caigáis aquí cuando haga la grieta más grande." Se levanto y se acerco a la grieta en el suelo por encima de ellos, que ya casi no dejaba entrar luz. "Voy a sacarlos de aquí de inmediato. Entonces te metes en la vía del ferrocarril. Veras la autopista 244 al este - Síguelo. Gira en Ok 51. Ve hacia el norte hasta que veas la señal de salida del Museo Gilcrease - a tu derecha. Luego solo tienes que seguir ese camino y te encontraras con el museo. La parte mas difícil será entonces, porque hay un montón de arboles y cosas que ocultan ese camino. Ese es el camino con el que tendrás problemas. Solo tienes que moverte tan rápido como puedas y permanecer a un lado de la zanja. Si logras agazaparte darás la idea de que no eres más que un pájaro gigante."
Rephaim hizo un sonido de disgusto que Stevie Rae ignoro. "La casa está en medio de los jardines del museo. Ocúltate allí y te traeré comida y cosas mañana por la noche."
Él vacilo y luego dijo. "No es prudente para ti que me veas de nuevo."
"Nada de esto ha sido muy inteligente, si lo piensas bien." dijo ella.
"Entonces, probablemente te vea mañana, ya que ninguno de nosotros parece ser capaz de ser inteligente, en lo que al otro se refiere."
"Bueno, entonces, adiós hasta mañana."
"Mantente a salvo " dijo. "Si no, Yo-yo creo, que quizás, sentiría tu perdida." dudo sobre las palabras, como si no supiera cómo decirlas.
"Lo mismo para ti." dijo. Antes de levantar los brazos para abrir la tierra, añadió. "Gracias por salvarme la vida. Tu deuda está totalmente pagada."
"Es curioso que me sienta como si no estuviera libre de ella." dijo en voz baja.
"Si," dijo Stevie Rae. "Sé lo que quieres decir."
Y entonces mientras Rephaim se agazapaba dentro de la tierra, Stevie Rae pidió a su elemento, que abriera el techo de la habitación, y que dejara a Lenobia y a Erik tiraran de ella fácilmente.
Ninguno de ellos pensó en mirar detrás de ella. Nadie sospecho. Y nadie vio a una criatura, mitad cuervo, mitad hombre, cojear hacia el Museo Gilcrease a esconderse entre los espíritus del pasado.

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