martes, 8 de diciembre de 2009

CAPITULO 35 - Tempted (TENTADA)

STEVIE RAE

Stevie Rae sabía que iba a morir, y esta vez sería para siempre. Ella estaba asustada, mucho mas asustada que aquella vez en la que había muerto desangrada en los brazos de Zoey y rodeada por sus amigos. Esta vez era diferente. Esto era una traición y no un acto biológico.

El dolor en su cabeza era terrible. Estiro uno de sus brazos para palpar cautelosamente en la parte trasera de su cabeza. Su mano se separó bruscamente, empapada en su propia sangre. Sus pensamientos eran vertiginosos. ¿Qué había sucedido?

Stevie Rae intentó incorporarse, pero un terrible mareo la inundo, y con un gemido, vomitó todas sus entrañas, y lloro por el dolor que el movimiento le causó. Entonces se desplomo hacia un costado, tratando de apartarse del vómito. Fue allí cuando su mirada llorosa y nublada por las lágrimas se fijo en los barrotes que estaban por encima de ella, y sus ojos vagaron por el cielo a lo lejos—un cielo que progresivamente estaba menos gris y más azul.

Su memoria retrocedió rapidamente, y el pánico hizo que su respiración saliera en pequeños jadeos. ¡Ellos la habían atrapados en ese lugar y el sol estaba ascendiendo! Incluso ahora, aun con la jaula por encima de ella y los frescos recuerdos de la traicion en su mente, Stevie Rae no queria creerlo.

Otra ola de náusea la inundó, y ella cerró sus ojos, intentando recobrar su estabilidad. Y mientras sus ojos estuvieran cerrados, ella podía controlar el horrible mareo y sus pensamientos comenzaron a despejarse.

Los novatos rojos habían hecho esto. Nicole había llegado tarde a su reunión. No es que eso fuera ofensivo, pero Stevie Rae había se había sentido enferma de tanto esperar, y estuvo a punto de abandonar los tuneles para regresar a la Casa de la Noche, cuando Nicole y Starr finalmente entraron en el sótano. Estaban riendose y gastándose bromas el uno con el otro, y obviamente estaban recién alimentados_ sus mejillas aun estaban ruborizadas y sus ojos estaban rojos debido a la nueva sangre. Stevie Rae había intentado hablar con ellos. En realidad, lo que ella intentaba, era razonar con ellos y obligarlos a regresar a la Casa de la Noche con ella.
Los dos novatos rojos habían pasado mucho tiempo siendo mordaces y comportándose como imbéciles, dándole le excusas para no ir con ella: “¡Nah, los vampiros no nos deja comer comida chatarra y nosotros somos verdaderos adictos! Y la Escuela Secundaria ‘Will Rogers’ está directamente calle abajo en la Quinta avenida. Si quiero ir a la escuela iré hacia allá ‘después del anochecer’ para el almuerzo”.
Aun asi, ella había intentado ser seria y darles una buena razon para regresar a la escuela, que ya no era su casa, pero había un lugar donde podrían vivir, que los vampiros le habían dicho a Stevie Rae. Necesitaban ir a la Casa de la Noche.
Ellos se habían reido de ella, y la llamaron vieja, y dijeron que se quedaban en el depósito porque era más cool, especialmente ahora que iban a quedarse solos.
Y fue allí cuando Kurtis se movio pesadamente por el sótano luciendo falto de aire y excitado. Stevie Rae recordó haber tenido un mal presentimiento desde el segundo que le vio. La verdad era que a ella nunca le había gustado ese chico. Él era un gran, y estúpido cerdo campesino del noreste de Oklahoma que básicamente pensaba que las mujeres estaban un peldaño mas bajo que los cerdos de cuello rojo . ¡Y vaya tipo de de escala, era esa!
“¡Yep, le encontré y le mordí!” Él prácticamente alardeo.
“¿A esa cosa? Debes de estar bromeando. Él olia repugnantemente” Nicole había dicho.
“Sí, ¿y cómo le obligaste a estar quieto mientras te alimentabas de el?” preguntó Starr.
Kurtis enjuago su boca con su manga. Una mancha de rojo embarró su camisa y el olor que desprendió golpeo a Stevie Rae, conmocionándola completamente. ¡Rephaim! Esa era sangre de Rephaim.
“Le noqueé primero. No me costó trabajo, con su ala quebrada y demás.”
“¿De qué hablas?” Stevie Rae cortó las palabras de Kurtis.
Luciendo como un gran bobo, él la soslayó. Ella se alisto para agarrarle, sujetarle y zarandearle, y tal vez, incluso hacer que la tierra le entierre y se tragara su gran, y estúpido trasero, cuando él finalmente contestó. ”Yo estoy hablando del chico pajaro. A quien tu sueles llamar, ¿Cuervos Mockers? Uno apareció aquí. Nosotros le perseguimos por todo el depósito. Nikki y Starr se hartaron de perseguirle y salieron a alimentarse de algunos comenzales de Taco Bell, la noche pasada. Pero yo quería sentir un sabor especial, de pollo. Así que le vigile. Tuve que sitiarle en el techo en esas cosas que le llaman torres, ya sabes, allí arriba, lejos del árbol”. Kurtis señaló hacia arriba, hacia su izquierda. “Pero le alcanse”.
“¿Sabias que el olia muy mal?” El shock y la repulsión de Nicole eran tan obvias, asi como su curiosidad.
Kurtis encogió sus hombros musculosos. “Hey, yo_comeré cualquier cosa. O a quien sea.”
Todos se disolvieron en una risa general. Todos excepto Stevie Rae.
“¿Tienes un Cuervo Mocker en el techo?”
“Sí. En primer lugar, no se porque demonios él estaba aquí abajo. Especialmente todo magullado y herido”. Nicole levanto una ceja hacia ella. “Pensé que dijiste que ibas a regresar a la Casa de la Noche porque Neferet y Kalona se habían ido. Al parecer volverán, ya que han dejado algo de mierda por aqui, ¿huh? Tal vez no se han ido realmente”.
“Se han ido” había dicho Stevie Rae, moviéndose hacia la puerta del sótano. “¿Así es que ninguno de ustedes quiere regresar a la escuela conmigo?”
Tres cabezas temblaron silenciosamente de un lado hacia el otro mientras sus ojos-rojos siguieron cada movimiento que ella hacia. “¿Qué tal los demás? ¿Dónde están?”
Nicole se encogió de hombros. “Donde sea que quieran estar. La próxima vez que los vea les diré que has dicho que ellos deberían volver a la escuela.”

Kurtis estallo, y hablo en voz alta. “Hey, eso es genial. ¡Solo deje a los demás regresar a la escuela! ¿Crees que eso es en realidad lo que queremos hacer?”

“Mira, ya me voy. Es casi salida del sol. Pero no he terminado de hablar de esto contigo. Y deberías de saber que a lo mejor los otros novatos rojos pueden regresar y vivir aqui, aunque oficialmente perteneceremos a la Casa de la Noche. Y si eso ocurre todos ustedes o pueden estar con nosotros e ir por el camino correcto, o van a tener que irse de aqui.”

“Qué tal esto: Qué tal si te quedas con tus dulces-novatos en la escuela, y nosotros nos quedamos aquí porque aqui es donde vivimos desde ahora”, dijo Kurtis.

Stevie Rae dejó de moverse hacia la salida. Y como si la naturaleza fuera su segunda piel, imaginó que ella era un árbol con grandes raices, que crecían bajo el asombroso e increíble suelo. Tierra, por favor ven a mí. En el sótano, bajo la tierra y rodeada por su elemento, era muy simple incrementar el poder que sentía inundar su cuerpo. Mientras ella hablaba, el suelo retumbó y tembló debido a la fuerza de su irritación. “Solo repetiré esto una vez más. Si traigo a los otros novatos rojos de regreso, aqui, ésta será nuestra casa. Si ustedes eligen el bien, podran quedarse. Si no lo hacen, tendrán que irse”. Ella golpeo su pie contra el suelo y el depósito entero se agito, haciendo que la tierra cayera en cascadas desde el techo. Fue cuando Stevie Rae tomo un respiro profundamente, obligándose a calmarse, e imaginando que toda la energía que ella había llamado, fluyera desde su cuerpo hacia la tierra. Cuando ella habló otra vez su voz sono normal y la tierra no se agito. “Entonces, todos deben de decidir. Estaré de regreso mañana por la noche. Nos vemos”.

Sin mirarles de regreso, Stevie Rae salió apresuradamente del sótano, a través del laberinto de escombros y rejas alrededor de los edificios abandonados del depósito hacia las escaleras de piedra que la conducian del estacionamiento hacia la calle, que una vez solia ser una próspera estación de ferrocarril. Ella tuvo que ser precavida mientras subia apresuradamente las escaleras. Había dejado de caer aguanieve, y el sol había sido muy brillante el dia anterior, pero la noche había hecho que el vapor descendente y casi todo lo que se había deshelado dejaran de descongelarse.

Ella logró alcanzar el redondel y la gran entrada cubierta que usualmente se usaba para dar el tiempo de Oklahoma a los pasajeros del tren. Ella miró hacia arriba y más arriba y más arriba. El edificio simplemente lucia espeluznante. Eso era todo lo que había ahi. A Z le hubiera gustado describirlo como ‘Gotham City’ – Ciudad Gotica. Stevie Rae pensó que lucia mas como Blade Runner conociendo a ‘Amityville Horror’ – Villa Horror. Ella ya no se encontraba en el corazón de los tuneles, ahora estaba en el exterior, pero habia algo acerca de esa mezcla extraña de diseños y arte deco que la hacían temblar.

Por supuesto, algunos de sus extraños sentimientos pudieron haber sido porque el cielo ya comenzaba a cambiar de negro a gris mientras comenzaba a amanecer. En su interior ella sabia, que eso debería de haberle detenido. Ella debió de haber dado la vuelta, regresado por las escaleras, subirse al coche que le habían prestado en la escuela, y conducido hacia la Casa de la Noche. En lugar de eso, ella camino directo hacia su destino y, como Z habría dicho, entonces la mierda se desato.

Ella sabia que habia escaleras circulares dentro de la parte principal del depósito que la conducían hacia las habitaciones de la torre—ya que ella había explorado por alli durante las semanas mientras vivia allí. Pero no había una maldita forma de regresar hacia el edificio y que algún novato rojo que no estaba en su cama la viera—y le preguntara—y descubriera la verdad.

Plan B ella tendría que trepar por el árbol, que alguna vez había sido decorativo, y que desde hace mucho había crecido por doquier y sus raíces habían atravesado el suelo por debajo del parque de estacionamiento, exponiendo mucha tierra congelada y dejándolos crecer que deberían de temerle. Sin sus hojas, Stevie Rae no tenia pista alguna de que clase de árbol era, solo sabia que era lo suficientemente alto como para que sus ramas cepillen el techo del depósito, estas eran tan altas, que llegaban hasta una parte de las dos torres, y eso era suficiente para ella.

Caminando rapidamente, Stevie Rae fue hacia el árbol y sujeto una de las ramas que estaban mas cerca a su cabeza. Trepo sobre la rama resbaladiza, desnuda, balanceandose hasta llegar al tronco del árbol. Desde allí se abrió paso hacia arriba, agradeciendo en silencio a Nyx por ser una vampiresa roja, debido a su fuerza, ya que de haber sido una novata normal, o talvez un vampiro, nunca hubiera podido trepar tan alto.

Mientras trepaba cada vez más arriba, y arriba, Stevie Rae pudo ponerse de pie y entonces saltó sobre el techo del edificio.

No perdió el tiempo mirando hacia la base de las torres. El enorme chico-campesino había dicho que Rephaim estaba en la torre más lejana al árbol. Ella corrió por el techo hacia el otro lado, y entonces trepo hacia la torre, para que asi pudiera mirar hacia abajo, en el espacio circular.

Él estaba allí. Encogido en una esquina de la torre, Rephaim yacia allí, sin moverse y sangrando demasiado.

Sin titubear, Stevie Rae estiró sus piernas sobre el borde de piedra y entonces salto, dejándose caer en el interior del pequeño cuarto.

Él se había rizado en un ovillo, como si fuera una gran pelota, su brazo bueno, acunando al que estaba mal, como un gran cabestrillo sucio. Desde donde estaba, ella podía ver que alguien le había hecho un corte en su piel, de la cual, obviamente Kurtis se había alimentado, aunque no se había molestado en cerrar el corte, y el extraño olor, de su sangre inhumana llenó la pequeña habitacion. El vendaje que había inmovilizado su ala se había soltado y había muchas toallas ensangrentadas cubriendo su cuerpo humano. Sus ojos estaban cerrados.

“Rephaim, hey, ¿puedes oírme?”

En el sonido de su voz hizo que sus ojos instantáneamente se abrieran. “¡No!” Él dijo, poniendo el máximo empeño en ponerse derecho. “Largo de aquí. Van a ponerte una trampa—”

Entonces ella sintió un terrible dolor en la parte trasera de su cabeza, y recordó sumergirse en una completa negrura.



“Stevie Rae, tienes que despertar. Tienes que moverte”. Ella finalmente sintió la mano que agitaba su hombro y reconoció la voz de Rephaim. Cuidadosamente ella abrió sus ojos, y el mundo giro y se tambaleo al igual que ella, ella podía sentir como su cabeza latia fuertemente.

“Rephaim” ella habló con voz áspera. “¿Qué pasó?”

“Me utilizaron para atraparte” él dijo.

“¿Tu querías atraparme?” Su mareo mejoro solo un poco, pero Stevie Rae tenia la impresión de que su mente estaba trabajando en cámara lenta.

“No. Yo solo quería estar solo y curarme para regresar con mi padre. No me dieron elección”. Él se puso de pie, moviéndose rígidamente, doblado por la cintura ya que la reja de metal, que estaba en el techo, estaba muy baja. “Muévete. Tienes muy poco tiempo. El sol ya esta ascendiendo”.

Stevie Rae contempló el cielo y vio que los colores pasteles-suaves del preamanecer, los que ella solia creer que eran hermosos, estaban en su esplendor. Ahora el cielo representaba para ella, un terror absoluto. “¡Oh, Diosa! Ayúdame a levántarme”.

Rephaim sujeto su mano y le jaló para que ella pudiera ponerse de pie, ella se detuvo, aun un poco inestable al lado de él, e igualmente se doblo. Respiro profundamente, y levanto sus manos, agarró el frio metal de la reja, y empujó. Lo sacudio un poco, y ruidosamente, pero este realmente no se movió.

“¿Cómo es que esto esta pegado allá arriba?” Ella preguntó.

“Atado con cadenas. Engancharon cadenas a través de los bordes del metal y le cerraron con candado para que el techo no pudiera ser levantado”.


Stevie Rae empujó en contra de la reja otra vez. Y esta solo solto un sonido ensordecedor, pero se mantuvo firme. ¡Ella estaba atrapada ahí arriba, en el techo mientras el sol ascendía! Reuniendo toda su fuerza, ella empujó y tiró, sujetando fuertemente el metal e intentando que este se deslize hacia un lado, y asi, talvez poder gatear a través de el. Con cada segundo el cielo se ponia más brillante. La piel de Stevie Rae tembló, como un caballo intentando avanzar a brincos y alejándose de una molesta mosca.

“Rompe el metal” Rephaim dijo con urgencia. “Tu fuerza lo puede hacer”.

“Podria lograrlo, si estuviera bajo tierra, o aun estando sobre ella”, ella dijo entre jadeos y cortas respiraciones mientras continuaba luchando impotentemente en contra del metal de las rejas. “Pero aquí arriba, sobre un enorme edificio lejos de mi elemento, no soy justamente lo suficientemente fuerte”. Ella levanto su mirada hacia sus ojos de color escarlata. “Probablemente, es mejor que retrocedas alejándote de mí. Voy a quemarme, y no sé qué tan grandes serán las llamas, pero podría ponerse bastante caliente aquí dentro”.

Ella observó a Rephaim alejarse y, con un sentido creciente de desesperación, regresó a su lucha con el metal inamovible. Sus dedos comenzaban a crepitar y Stevie Rae mordía sus labios para abstenerse de gritar y gritar y gritar. . .

“Por acá. El metal esta oxidado y más delgado, es más débil”.

Stevie Rae bajo sus manos, automáticamente las puso firmemente debajo de sus axilas y, se encorvo, apresurándose hacia él. Ella examino el metal oxidado y le sujeto con ambas manos, y entonces tiró con toda su fuerza. Este cedio un poco, pero sus manos habían comenzado a echar humo, asi como tambien sus muñecas.

“¡Oh, Diosa!” Ella se quedó sin aliento. “No voy a lograrlo. Atrás, Rephaim, yo ya estoy empezando a—“

En lugar de alejarse de ella, él se movió, acercándose mas de lo que debia, esparcio su ala buena, a fin de proveerle algo de sombra. Entonces él alzó su brazo sano y sujetó la reja oxidada. “Piensa en la tierra. Concéntrate. No pienses en el sol y el cielo. Tira conmigo. ¡Ahora!”

Bajo la sombra de su ala, Stevie Rae agarró la reja con ambas manos. Cerró sus ojos e ignoró la quemadura en sus dedos y lo sensible que estaba su piel, que le daban ganas de pegar alaridos y correr ¡Corra donde sea, simplemente alejate del sol! En lugar de eso ella pensó en la calma de la tierra, y la oscuridad, que esperaban por ella allí abajo como si fuera una madre cariñosa. Stevie Rae tiró.

Con un chasquido metálico la reja se rompio, formando una abertura lo suficientemente grande como para que una persona se pueda deslizar.

Rephaim retrocedio. “¡Vé!” Él dijo. “Apresurate”.

Y en el mismo momento que Stevie Rae ya no estaba bajo la sombra de ala, su cuerpo empezó a quemarse y, literalmente, comenzó a echar humo. Instintivamente, ella se dejo caer en el piso haciéndose una bola, intentando escudar su cara con sus brazos. “¡No puedo!” Ella gritó, congelada por el dolor y el pánico. “Me consumiré en llamas”.

“Te quemaras si te queda aquí” él dijo.

Entonces el se elevo, y paso su cuerpo a traves de la abertura y se fue. Él la había dejado. Stevie Rae sabia que él tenía razon. Ella tenia que salir de allí, pero no podía abrirse camino entre el miedo inmovilizante. El dolor era demasiado. Era como si su sangre estuviese hirviendo en su cuerpo. Justamente cuando ella pensó que ya no podía soportar mas, una pequeña sombra, se poso por encima de ella. “¡Toma mi mano!”

Entrecerrando los ojos por el inclemente sol, Stevie Rae miró hacia arriba. Rephaim estaba allí, agachado sobre la reja, su ala sana estaba esparcida por encima de ella, bloqueando el sol tanto como le era posible, su brazo indemne trataba de alcanzarle.

“Ahora, Stevie Rae. ¡Házlo!”

Ella siguió su voz y bajo el frescor de su oscura ala, sujetó su mano. Él no iba a poder levantarla por si mismo. Ella era muy pesada y él sólo tenía un brazo. Así que ella levanto su mano, sujetó el metal, y se elevo a si misma.

“Ven a mí. Te protegeré.” Rephaim abrió su ala.

Sin vacilación alguna Stevie Rae entro entre sus brazos, enterrándo su cabeza en las plumas de su pecho, y envolviendo sus brazos alrededor de él. Él la envolvió con su ala y la levanto.

“¡Llévame al árbol!”

Entonces él empezó a correr, tambaleandose de un lado hacia el otro, y cojeando, tropezándose con el techo. Las partes traseras de los brazos de Stevie Rae quedaron al descubierto, asi como tambien algunas partes de su cuello y hombros, y mientras él corria ella se quemaba. Desprendiendose de si misma, mantuvo su mente alejada de su cuerpo, mientras se preguntaba que era ese terrible ruido que rodeaban sus orejas, y es allí cuando se dio cuenta de que era su voz. Ella estaba gritando debido a su dolor, su miedo y su cólera.

Al borde del techo él gritó, “Sujetate fuertemente. Me lanzare del arbol”. El Cuervo Mocker brincó. Su cuerpo cayo, moviéndose en espiral debido a su falta de balance, y chocaron violentamente contra el árbol.

La adrenalina ayudó a que Stevie Rae mantuviera su agarre en él y, se sintió agradecida por lo ligero que era su cuerpo, ella se presiono mas contra él, poniendose entre Rephaim y el árbol. Elevando un poco su voz, ella le dijo a él, “Intenta sujetarte del árbol mientras nos deslizo abajo”.

Entonces ellos volvíeron a caer mientras la dura corteza desgarraba a Stevie Rae, logrando que sus ampollas, fueran heridas sangrantes al caer. Ella cerró sus ojos y trató de tocar la tierra, encontrándola serena y esperando debajo de ella.

“¡Tierra, ven a mí! ¡Abrete y escúdame!”

Hubo un gran y admirable sonido, entonces el suelo en la base del árbol se abrió justo a tiempo para que Stevie Rae y Rephaim se deslizaran dentro de una bolsa fría, y oscura bajo la tierra.

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