martes, 8 de diciembre de 2009

CAPITULO 39 - Tempted (TENTADA)

ZOEY

Sintiéndome caliente y fría al mismo tiempo, arrastré mi mirada de Kalona y encaré al Consejo.
-“Gracias. Encantada de estar aquí” – dije.
-“Encantada de conocerte” – respondió Duantia y continuó suavemente. – “Nuestra hermana, Lenobia, nos informó de que tras la ausencia de Neferet en tu Casa de la Noche, has sido nombrada Alta Sacerdotisa, así que representarás su voluntad”.

-“Es totalmente inapropiado para una novata ser nombrada Alta Sacerdotisa” – dijo Neferet. Sabía que estaba completamente cabreada, pero en lugar de demostrarlo, me sonrió indulgentemente, como si fuera una niña pequeña que había sido atrapada jugando a vestirse con la ropa de su madre. – “Sigo siendo la Alta Sacerdotisa de la Casa de la Noche de Tulsa”.

-“No si el Consejo de tu Casa te ha depuesto” – dijo Duantia.

-“La aparición de Erebus y la muerte de Shekinah ha agitado enormemente a la Casa de la Noche, especialmente después de los terribles y trágicos asesinatos de dos profesores cometidos por humanos. Me entristece, pero los miembros del Consejo de mi Casa no están pensando con claridad”.

-“Que la Casa de Tulsa está confundida es innegable. Sin embargo, reconocemos su derecho a hacer el nombramiento de una Nueva Alta Sacerdotisa, aunque es altamente inusual para una novata ser elegida para la posición” – dijo Duantia.

-“Ella es una novata altamente inusual” – dijo Kalona. Oí la sonrisa en su voz. No podía mirarle.

Otro miembro del Consejo habló. Sus ojos oscuros brillaron y su voz era cortante, casi sarcástica. Pensé que debía ser Thanatos, la vampira que había elegido el nombre griego para ‘muerte’. –“Es interesante que hables a su favor, Erebus, ya que Lenobia dice que Zoey tiene otra versión sobre quién eres”.

-“Dije que era inusual, no infalible” – dijo Kalona. Bastantes de los otros miembros se rieron, igual que varios vampiros de la audiencia, aunque Thanatos no parecía divertida. Podía sentir a Stark tensarse detrás de mí.

-“Entonces, dinos, inusual y muy joven Zoey Redbird, ¿quién crees que es nuestro inmortal alado?” – Mi boca estaba tan seca que tuve que tragar dos veces antes de poder hablar. Y entonces cuando las palabras vinieron, lo que dije me sorprendió, como si mi corazón las dijera sin pedir permiso a mi mente.

-“Creo que ha sido montones de cosas diferentes. Creo que solía ser cercano a Nyx, pero no es Erebus”.

-“Y si no es Erebus, ¿quién es?” – Me centré en la sabiduría de los ojos de Duantia e intenté bloquear todo lo demás diciendo sólo la verdad.
-“La gente de mi abuela es Cherokee, y tienen una vieja leyenda sobre él. Le llamaban Kalona. Vivió con los Cheroqui después de caer del Reino de Nyx. No creo que fuera el mismo entonces. Hizo cosas terribles a las mujeres de la tribu. Engendró monstruos. Mi abuela me dijo cómo le atraparon. Incluso había una canción que la gente entonaba que contaba cómo podía ser liberado de su prisión, direcciones que Neferet siguió, lo que es la razón de que él esté aquí ahora. Creo que está con Neferet porque quería ser el consorte de una diosa, y creo que estropeó su decisión. Neferet no es una diosa. Ni siquiera es una Alta Sacerdotisa de la Diosa”. – Mi proclamación fue recibida con exclamaciones de indignación e incredulidad, la más alta viniendo de Neferet.
-“¡Cómo te atreves! ¿Como si tú, una niña novata pudieras saber quién soy para Nyx?”
-“No, Neferet” – la encaré ante la Cámara del Consejo. – “No tengo ni idea de quién eres para Nyx. No acabo de entender en que te has convertido. Pero sé quién no eres. No eres la Alta Sacerdotisa de Nyx”.

-“¡Porque crees que me has sustituido!”

-“¡No!, porque le diste la espalda a la Diosa. No tiene nada que ver conmigo” – dije.

Neferet me ignoró y llamó al Consejo. –“Está encaprichada con Erebus. ¿Por qué debo estar sujeta a esta difamación de una niña celosa?”

-“Neferet, has dejado claro que tu intención es ser la siguiente Alta Sacerdotisa de los Vampiros. Si tienes ese título, debes ser suficientemente sabia para lidiar con todos los tipos de controversia, incluso cuando te envuelven a ti” – Duantia miró de Neferet a Kalona.

-“¿Qué dices sobre el discurso de Zoey?” – Podía sentirle mirándome, pero mantuve mis ojos fijos en Duantia.

-“Digo que cree que dice la verdad. Y admito que mi pasado ha sido violento. Nunca he pedido infalibilidad, tampoco. Hace poco que encontré mi camino, y dentro de ese camino está Nyx” – no había forma de que no pudiera oír la verdad que sonaba en sus palabras. Incapaz de detenerme, mis ojos se atrajeron a él. –“Mis experiencias son la explicación de por qué me siento tan seguro sobre volver a las antiguas formas, donde una vez los vampiros y sus Guerreros vivían en la tierra, orgullosos y fuertes, en lugar de tener sus Marcas cubiertas, como si la luna creciente de la Diosa fuera algo de lo que debieran estar avergonzados. Los vampiros son los niños de Nyx, y la Diosa nunca quiso que te encogieras de miedo en la oscuridad. ¡Déjanos a todos salir a la luz!” – Era magnífico. Mientras hablaba, sus alas habían empezado a desplegarse. Su voz estaba llena de pasión. Todos le miraron. Fascinados por su belleza y pasión todos queríamos creer en su mundo.

-“Y cuando estéis listos para dejaros conducir por la Encarnación de Nyx y su consorte Erebus, volveremos a las antiguas formas, así que debemos estar todos orgullosos y fuertes, y no someterse al cautiverio y a los prejuicios de los humanos” – dijo Neferet, mirando gloriosa detrás de él pasando su brazo posesivamente a través de él. –“Hasta entonces, escuchad los quejidos de los niños cuando Erebus y yo reclamemos a Capri de esos que se han instalado en nuestro antiguo hogar demasiado tiempo”.

-“Neferet, el Consejo no va a declararle la guerra a los humanos. No puedes forzarlos a dejar sus hogares en la isla” – dijo Duantia.

-“¿Guerra?” – Neferet se rió, sonando sorprendida y divertida. – “Duantia, obtuve el Castillo de Nyx de los humanos ancianos que lo habían dejado en mal estado. Ninguno de vosotros del Consejo ha comprobado que podíamos haber recuperado nuestro antiguo hogar en cualquier momento de las dos décadas pasadas” – los ojos verdes de Neferet recorrieron la cámara. Con su pasión, cautivó a la audiencia mientras hablaba. – “Ahí los vampiros encontraron la belleza de Pompeya. Ahí los vampiros gobernaron la Costa de Amalfi, conduciéndonos a siglos de prosperidad con su sabiduría y benevolencia. Es ahí donde encontraréis el corazón y el alma de Nyx y la riqueza de la vida que desea para su gente. Y ahí nos encontraréis a Erebus y a mí. ¡Uníos a nosotros si os atrevéis a vivir otra vez!” – se dio la vuelta y, con un elegante giro, salió majestuosamente de la cámara.

Antes de seguirla, Kalona hizo una referencia respetuosamente al Consejo con el puño en el corazón. Entonces me miró y dijo: - “Encantado de verte, encontrarte y verte otra vez”– cuando abandonaron la cámara se desencadenó todo el alboroto.

Todos hablaron a la vez, algunos claramente querían llamar a Neferet y Kalona para que volvieran, estaban enfadados con que se hubieran ido. Nadie, ningún vampiro hablaba contra ellos. Y cuando se referían a él, le llamaban Erebus.

-“Le creen” – dijo Stark.

Asentí. Me dedicó una mirada afilada.

-“¿Tú le crees?” – Abrí la boca, sin estar segura de cómo explicar a mi Guerrero que no creía mucho en Kalona, pero estaba empezando a pensar en lo que él había sido una vez y en lo que se podría convertir de nuevo. La voz de Duantia resonó por la cámara, callando a todos.

-“¡Es suficiente! Esta sesión se aclarará inmediatamente. No nos desintegraremos en la multitud caótica”. – los Guerreros parecían materializarse entre la multitud y los stills animaban a los vampiros a empezar a salir. – “Zoey Redbird, hablaremos contigo mañana. Trae tu círculo aquí al anochecer. Entendemos que la novata-transformada-en-humana profetisa ha experimentado el trauma de una Imprenta rota hoy. Si se ha recuperado lo suficiente, se unirá a vuestro grupo mañana”.
-“Sí, señora” – dije. Stark y yo hicimos una salida rápida. Damien nos hizo señas para que fuéramos al pequeño jardín de al lado que estaba cerca del camino principal donde el resto de los niños estaban esperándonos.

-“¿Qué ha pasado ahí?” – Damien no se detuvo antes de entenderlo. – “Sonaba como si te creyeras lo de Kalona cayendo del lado de Nyx”.

-“Tengo que decirles la verdad” – respiré profundamente y les dije lo demás – “Kalona me enseñó una visión del pasado, y en ella vi que era el Guerrero de Nyx”.

-“¡Qué!” – Stark estalló – “¿el Guerrero de la Diosa? ¡Eso es demente! Estuve con él una temporada. Una temporada en la que no actuaba alrededor de mí. Vi quién es, y no es el Guerrero de la Diosa”.

-“Ya no” – intenté mantener la calma en mi voz, pero quería devolverle el grito a Stark. Él no había visto la visión. ¿Cómo podía juzgar si era o no verdad? – “Eligió dejar a Nyx. Y sí, fue un error. Y sí, hizo cosas terribles”. Dije todo eso.

-“Pero le crees” – dijo Stark, dijo lleno de rabia.

-“¡No! No me creo que sea Erebus. Nunca dije eso”.

-“No, Zo, pero lo que dijiste hizo que parezca que podrías estar a su lado si él rompiera con Neferet” – dijo Heath. Había tenido suficiente. Como siempre, estos niños me provocaban dolor de cabeza.

-“¿Creéis que vosotros dos podríais dejar de mirarlo como si fueseis mis novios? ¿Podríais dejar los celos y la posesividad e intentar ser objetivos sobre él?”

-“No estoy celoso ni soy posesivo contigo, y creo que estás equivocada si empiezas a creer que Kalona es bueno” – dijo Damien.
-“Te tiene, Z” – dijo Shaunee.

-“Sí, definitivamente su encanto te ha destruido” – concordó Erin.

-“¡No, no lo ha hecho! ¡No me he pasado al Equipo Kalona! Todo lo que estoy haciendo es intentar ver la verdad. ¿Y si la verdad es que solía estar en el lado bueno? ¡Quizá pueda volver a encontrar el lado bueno para vivir otra vez!” – Stark estaba sacudiendo la cabeza. Me volví hacia él. – “Pasó contigo, así que, ¿cómo puedes estar tan seguro de que no puede pasar con él?”

-“Está utilizando tu lazo con A-ya para confundirte. Piensa con claridad, Zoey” – sus ojos me pedían que le escuchara.

-“Eso es lo que he estado intentando hacer, pensar con claridad y encontrar la verdad, sin las posturas de nadie más, incluyendo la de A-ya, sin obstáculos. Como hice por ti”.

-“¡No es lo mismo! Yo no fui malvado durante siglos. No convertí a una tribu entera de gente en sus esclavos ni violé a sus mujeres” – dijo Stark.

-“¡Ibas a violar a Becca si Darius y yo no te hubiéramos detenido!” – solté las palabras antes de que mi sentido común pudiera pararlas. Stark retrocedió un paso de mí como si le hubiera pegado.

-“Lo ha hecho. Se ha metido en tu cabeza, y con él ahí, no hay espacio para tu Guerrero” – Stark se dio la vuelta y desapareció entre las sombras. No me di cuenta de que estaba llorando hasta que sentí la humedad caer de mi barbilla a mi camiseta. Me sequé las lágrimas con una mano temblorosa. Entonces miré al resto de mis amigos.

-“Cuando Stevie Rae volvió, era tan horrible que casi no la reconocí. Era aterradora, y malvada, y mala. Muy mala. Pero no le di la espalda. Creí en su humanidad, y se le devolvió porque no me rendí” – dije.

-“Pero, Zoey, Stevie Rae era buena antes de morir y volver. Todos sabemos eso. ¿Y si la verdad es que Kalona nunca ha tenido ninguna bondad ni humanidad que perder? ¿Y si su elección siempre ha sido el mal?” – preguntó Damien en voz baja.

-“Para vosotros es fácil decir eso, lo que os enseñó parecía real, pero al menos tenéis que considerar que la visión podría no haber sido nada más que humo y espejos. Podría haber estado enseñándonos la verdad, pero disfrazada, una parte de la verdad. He estado considerando eso” – dije.

-“Como Stark dijo, ¿de verdad has pensado que la conexión en el alma que tienes con A-ya y las memorias que has tenido sobre ella podrían estar nublando tu juicio?” – preguntó Erin. Asentí, llorando más fuerte. Heath cogió mi mano.

-“Zo, su hijo favorito mató a Anastasia y casi mató a esos otros niños que se enfrentaron a él”.

-“Lo sé” – sollocé. Pero, ¿y si sólo les dejó hacerlo porque Neferet quería? No dije las palabras en voz alta, pero Heath pareció leer mi mente.

-“Kalona está intentando ponerte a su favor porque eres la única que tuvo la fuerza para unir a todos y echarle de Tulsa” – dijo Heath.

-“Y la visión de Afrodita enseña que eras la única que tiene la fuerza para derrotarle permanentemente” – dijo Damien.

-“Una parte de ti fue creada para destruirle” – dijo Shaunee.

-“Y la misma parte fue creada para amarle” – dijo Erin.

-“Tienes que recordar eso, Zo” – dijo Heath.

-“Creo que necesitas hablar con Afrodita” – dijo Damien. -“Voy a despertarla y a traer a Darius también. Vamos a hablar sobre esto. Tienes que describir exactamente lo que Kalona te enseñó en esa visión” – asentí, pero sabía que no podía hacer lo que querían que hiciera. No podía hablar con Afrodita y Darius. No cuando me sentía tan incomprendida.

-“Vale, pero necesito un minuto” – me sequé la cara con mi manga. Jack, que había estado viendo todo con los ojos grandes y preocupados, abrió su bolso y me tendió un pequeño paquete de Kleenex de viaje. – “Gracias” – gimoteé.

-“Quédatelo. Probablemente llorarás después” – dijo, dándome palmaditas en el hombro.

-“¿Por qué no subís a la suite de Afrodita? Yo iré en un momento”.

-“No tardes mucho, ¿vale?” – dijo Damien. Asentí y mis amigos se alejaron lentamente. Miré a Heath. – “Tengo que estar sola”.

-“Sí, me lo figuraba, pero quería decirte algo” – me cogió por los dos hombros y me hizo mirarle a los ojos – “Tienes que luchar con esta cosa que sientes por Kalona, y no digo eso porque estoy celoso o lo que sea. Te he querido desde que éramos niños. No voy a abandonarte. No voy a darte la espalda, no importa lo que digas o hagas, pero Kalona no es como Stevie Rae o Stark. Es inmortal. Es de otro tipo de mundo, y Zo, yo he captado sus ondas de ‘quiero manejar el mundo’. Eres la única que puede detenerle, así que él quiere ponerte de su parte. Entra en tus sueños. Entra en tu mente y, hay parte de él que está conectada a tu alma. Entiendo eso porque yo también estoy conectado a tu alma.” – estar sola con Heath me estaba tranquilizando. Era tan familiar. Era mi soporte humano, siempre estaba ahí, siempre defendiendo lo que era mejor para mí.

-“Siento haberte llamado celoso y posesivo” – me soné la nariz. Él sonrió.

-“Yo también. Pero siempre sé que lo que tenemos tú y yo es especial” – señaló con la barbilla a la dirección por la que Stark se había ido – “Tu novio Guerrero no tiene tanta confianza como yo”.

-“Sí, bueno, no tiene tanta experiencia de Zoey como tú” – su sonrisa se ensanchó.

-“¡Nadie la tiene, nena!” – suspiré y le abracé con fuerza.

-“Eres como mi hogar para mí, Heath”.

-“Eso es lo que siempre seré, Zo” – me devolvió el abrazo y me besó suavemente – “Vale, voy a dejarte sola porque todavía tienes mocos y lágrimas. Y mientras te limpias, ¿qué te parece si localizo a Stark, le digo que es un estúpido celoso, y quizá le pego?”

-“¿Pegarle?” – Heath se encogió de hombros.

-“Un buen puñetazo hace que los chicos se sientan mejor”.

-“Uh, no si lo reciben en lugar de darlo” – dije.

-“Bien. Entonces encontraré otra persona para pegar” – alzó las cejas – “Porque, ¿no querrás que mi preciosa cara se estropee, no?”

-“Si le encuentras, ¿le llevarías a la habitación de Afrodita?”

-“Eso planeaba” – dijo. Entonces me desordenó el pelo – “Te quiero, Zo”.

-“Y yo a ti, pero de verdad odio que me desordenes el pelo” – dije. Me sonrió sobre su hombro, me guiñó el ojo y fue detrás de Stark.

Me sentía un poco mejor. Me senté en el banco, me soné la nariz otra vez, me sequé los ojos y miré a lo lejos. Entonces me di cuenta de qué miraba y dónde estaba sentada.

Era el banco de uno de mis primeros sueños de Kalona.

Estaba en un montículo así que desde ahí podía mirar sobre la enorme pared que rodeaba la isla y ver, en la distancia, la iluminada Plaza de San Marco que parecía un mágico país de las maravillas en la noche invernal. A mi espalda estaba el Palacio de San Clemente, encendido y brillante. Alrededor del palacio a mi derecha estaba la antigua catedral transformada en la Cámara del Alto Consejo. Toda esta belleza, todo este poder y majestuosidad estaba a mi alrededor y yo había estado demasiado ensimismada para verla. Quizá también estaba demasiado concentrada en Kalona. Sabía lo que iba decir Afrodita. Diría que estoy haciendo realidad la visión mala. Puede que tenga razón. Levanté la cabeza y miré a la noche, intentando ver la luna a pesar de las capas de las nubes que la ocultaban. Y entonces recé.
-“Nyx, te necesito. Creo que estoy perdida. Ayúdame por favor. Por favor, enséñame algo que me ayude a aclararme. No quiero estropearlo todo… otra vez…”

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