Daríus fue el primero de nosotros, en salir fuera del vehículo. Su rostro era inexpresivo con el fin de verse fuerte y confiado, pero totalmente ilegible. Él ignoro a los cuervos Mockers, que estaban mirándolo con sus terribles ojos, y se dirigió al guerrero en el centro del grupo.
"Saludos, Aristos", dijo Daríus. Aunque él apretó su puño sobre su corazón en un rápido saludo, me di cuenta de que Darius no se inclinó en una reverencia. "Tengo a varios novatos, incluida una joven Sacerdotisa, conmigo. La sacerdotisa se ha visto gravemente herida y carece de atención médica inmediata. "
Antes de que Aristos pudiera responder, el más grande de los cuervos Mockers amartilló su cabeza a un lado y dijo: "¿Cuál Sacerdotisa vuelve a la Casa de la Noche?”
Incluso en el interior de la Hummer temblé oyendo la voz de la criatura. Éste sonaba aún más humano que el que me había atacado, pero esto lo hizo más aterrador.
Despacio y deliberadamente Darius desplazó su atención de Aristos a la horrible criatura que no era ni ave ni hombre, sino una mezcla mutada de ambos. "Criatura, yo no le conozco".
El Cuervo Mocker estrechó sus ojos rojos en Darius. La criatura dijo "Hijo del hombre, puedes llamarme Rephaim."
Darius no parpadeó. “Todavía no le conozco."
"Usted me conocerá", Rephaim silbó, abriendo su pico de forma que pudiese lanzar un graznido.
Darius ignoro a la criatura y le dirigió la palabra de nuevo a Aristos. "Tengo una sacerdotisa que ha sido gravemente herida y a varios novatos que están en necesidad de descansar. ¿Se nos permite pasar? "
"¿Es Zoey Redbird? ¿La tiene con usted?“ Preguntó Aristos.
Cada uno de los cuervos Mockers reaccionaron a mi nombre. Cada uno de ellos dirigió su atención de Daríus a nuestro Hummer. Sus alas rizadas y sus extremidades anormales temblaron moderadamente, mientras mantenían sus miradas fijas. Nunca había estado muy contenta en mi vida por los vidrios polarizados.
"Lo es". La respuesta de Daríus fue corta. "¿Nos va a dejar pasar?", Repitió.
"Por supuesto", dijo Aristos. "Han ordenado a todos los novatos regresar al campus." Él gesticuló hacia los edificios de la escuela. El leve movimiento permitió que el lado de su cuello fuera iluminado por la luz de gas más cercana, y vi una delgada línea roja en su piel, como si su cuello hubiera sido dañado recientemente.
Darius asintió brevemente. "Voy a llevar la sacerdotisa a la enfermería. Ella no puede caminar”.
Darius había comenzado a volver al vehículo cuando Rephaim dijo: "¿Está un rojo con usted?"
Darius volvió la mirada a sus espaldas. "No sé qué quiere decir con un rojo", dijo suavemente.
En un instante Rephaim había extendido sus negras y macizas alas y saltó sobre el capó del Hummer. El crepitar del metal mellado bajo su peso fue ahogado por el siseo colectivo de gatos agitados. Rephaim se encaramo allí, con manos humanas rizadas en garras, estaba al acecho de Darius. "¡No me mientas, hiiiijo del hombre! ¡Sabes que haaablo de Vampiros rojos!" Al no controlar su temperamento, su voz se convirtió menos humana.
"Prepárense para llamar a sus elementos", dije, tratando de empujar hacia abajo el dolor y hablar claramente y con calma, aunque me sentía tan débil y mareada que no estaba segura de poder llamar al el espíritu para Afrodita, y mucho menos ayudar a
controlar y dirigir el resto de ellos. "Si esa cosa ataca a Darius, lanzamos todo lo que tenemos en el, traemos a Darius aquí adentro, y conducimos fuera de aquí, como el infierno. "
Pero Daríus no pareció perturbado en absoluto. Él contemplo a la criatura con serenidad. "¿Usted quiere decir la Sacerdotisa de los vampiros rojos, Stevie Rae?”
"¡Siiiiiiiiiiiii!" La palabra era un silbido largo.
"Ella no está conmigo. Aquí sólo tengo novatos azules conmigo, y entre ellos esta la Sacerdotisa que necesita de ayuda inmediata, como ya he explicado." Daríus siguió mirando con calma a lo que parecía que había salido de una pesadilla. "Por última vez, ¿nos permiten pasar o no?"
"Passsse, por supuesssssto," la criatura silbó. No se bajó del Hummer, pero se reclino con el fin de que Daríus apenas pudiera conseguir entrar por la puerta lateral abierta del conductor.
"Ven aquí. Ahora". Darius hizo señas para que Afrodita pudiera deslizarse a través del asiento, y le tendió su mano de modo que ella pudiera tomarlo. "Quédate cerca," lo oí murmurarle a ella y ambos se dieron un rápido guiño. Manteniéndose pegada a Darius, se trasladó con él hacia mi puerta. Él se inclinó, y busco mi mirada. "¿Estás lista?" preguntó quedamente. La pregunta estaba llena de mucho más que esas tres simples palabras.
"Sí", Damien y las gemelas dijeron juntos.
"Lista", dije.
"Una vez más, estén cerca", susurró.
Daríus y Damien lograron moverme dolorosamente en los brazos del guerrero. Fulminando con la mirada silenciosamente a los cuervos Mockers, todos los gatos en el vehículo se quedaron en silencio y parecía que se convertían en parte de las silenciosas y frías sombras. Di un suspiro de alivio cuando vi que ninguna de las criaturas se lanzo sobre mi Nala. Por favor, deje que los gatos estén seguros, envié una silenciosa súplica a NYX. Me sentí mejor cuando vi que Afrodita, Damien y las gemelas nos rodeaban a Daríus y a mi y, a continuación, como si fuéramos un ser, nos alejamos de la Hummer y entramos en la escuela.
Los Cuervos Mockers, incluyendo Rephaim, se fueron hacia el cielo cuando Aristos nos condujo en la corta distancia al primer edificio en el campus, el que contenía los dormitorios de los profesores así como la enfermería.
Como Daríus me llevaba a través de la puerta de arco de madera, que siempre me recordaba a algo que debería estar de pie detrás de un foso en el conocido edificio, pensé en la manera en que sólo hace un poco más de un par de meses me habían traído por primera vez aquí y había estado inconsciente en la enfermería para despertarme, no teniendo una idea de mi nuevo futuro. Era raro que me encontrara de nuevo en esta situación.
Recorrí con mi mirada las caras de mis amigos. Todos parecían tranquilos y confiados. Era sólo porque yo los conocía tan bien que reconocí el temor en la estrecha línea de la boca de Afrodita, y que las manos de Damien, fijadas a los lados, ocultaron su leve temblor. Las Gemelas caminando a mi derecha, tan cerca del hombro que Shaunee rozaba a Erin, la que a su vez rozaba a Daríus - como si a través del contacto pudieran ganar valor.
Daríus bajó por un vestíbulo familiar, y debido a que me sostenía entre sus brazos, sentí al instante la tensión en su cuerpo y antes de que ella hablara sabía que él ya la había visto. Levanté mi pesada cabeza, fatigosamente de su hombro a tiempo de ver a Neferet de pie delante de la puerta de la enfermería. Ella estaba hermosa en un vestido largo que abrazaba su cuerpo, hecho de un material negro iridiscente que brillaba y mostraba indicios de un profundo púrpura, cuando se movía. Su cabello castaño rojizo oscuro cayó en ondas gruesas, brillantes hasta la cintura, y sus ojos verdes-musgo, brillaban con la emoción.
"¡Ah!, ¿entonces regresaron los pródigos?" Su voz era melódica y ligeramente divertida.
Al instante aleje mis ojos de ella y susurré frenéticamente bajo mi respiración “¡Sus elementos!” Yo sólo me preocupé de ellos por el espacio de un latido del corazón por si ellos no me habían entendido o escuchado, pero casi inmediatamente sentí el ligero roce de un viento calentado por el fuego y olí una lluvia fresca de primavera. Incluso aunque Neferet no podía leer la mente de Afrodita, murmuré, "Espíritu, te necesito", y sentí la agitación en mi interior cuando el elemento respondió. Antes de poder cambiar de idea y mantener egoístamente al espíritu para que me revigorice le ordené, "Ve a Afrodita", y escuché la fuerte agitación de su respiración cuando el elemento la llenó. Segura de que mis amigos estaban protegidos, volví mi atención a nuestra corrompida Alta Sacerdotisa. Abrí mi boca para comentar sobre la ironía de su uso de una comparación bíblica, cuando una puerta a unos pocos pies de la sala desde donde Neferet estaba de pie, se abrió y él salió.
Darius se paró tan abruptamente que se sentía como si de repente lo hubieran detenido con una correa de sujeción.
"¡Oh!" Shaunee respiró.
"¡Miiiiiiierda!" Erin dijo en un largo suspiro.
"¡No lo mires a los ojos!" oí a Afrodita susurrar. "Clava tu mirada en su pecho, en lugar de eso".
"No es algo difícil de hacer", dijo Damien suavemente.
"Permanece fuerte", dijo Daríus.
Entonces el tiempo parecía detenerse.
Permanece fuerte, me dije a mi misma. Permanece fuerte. Pero no me sentía fuerte. Me sentía agotada, herida y totalmente derrotada. Neferet me intimidaba. Ella era tan perfecta y poderosa. Kalona me hizo comprender mi insignificancia. Ellos dos juntos me empequeñecían, y mi cabeza nadaba vertiginosamente en una cacofonía de pensamientos. Yo era apenas una niña. Diablos, yo aún no era plenamente un vampiro. ¿Cómo podría enfrentarme a estos dos seres increíbles? ¿Y en realidad, quería luchar contra Kalona? ¿Teníamos la certeza al cien por ciento de que él era malvado?
Parpadeé, aclarando mi visión borrosa y mi embriagues y miré fijamente hacia él. Él no parecía absolutamente malo. Kalona llevaba pantalones que parecían como si fueran hechos del mismo cuero de autentico ciervo que se usaban en los mocasines de piel marrón cremoso. Sus pies estaban desnudos, así como su pecho. Suena tonto decirlo – que él estaba de pie allí en la mitad del vestíbulo – desnudo – pero entonces no se sintió estúpido en absoluto. Se sentía bien. ¡Es sólo que él era tan increíble! Su piel era completamente libre de cualquier defecto y con un bronceado dorado que muchas chicas blancas intentaban tener, pero que siempre fallan asándose en las camillas de bronceado. Su cabello era espeso y negro. Era largo, pero no ridículamente largo. Era sólo un poco peludo y le caía en una hermosa onda. Cuanto más le miraba, más me podía imaginarme correr mis dedos a través de él. No haciendo caso a la advertencia de Afrodita, miré directamente a sus ojos y sentí una sacudida eléctrica, chispeando de furia a través de mí cuando sus ojos se ampliaron debido al reconocimiento, y aquella sacudida pareció acribillarme aun más, sentí la fuerza aplastante de su mirada en mí. Cedí en los brazos de Darius, tan débil que apenas podía sostener mi cabeza.
"¡Está herida!" La voz de Kalona resonó por todo el pasillo. Incluso Neferet se encogió de miedo. "¿Por qué ella no está siendo atendida?"
Oí el sonido repugnante de enormes alas batiéndose y, a continuación, Rephaim salió de la habitación en donde había estado Kalona. Temblé cuando comprendí que el cuervo Mocker debió haber volado hasta la ventana y luego trepado y gateado lentamente desde allí. ¿No había alguna superficie en la cual esas horribles cosas no pudieran llegar?
"Padre, ordené al guerrero llevar a la Sacerdotisa a la enfermería para que pudiera ser atendida adecuadamente". La voz de Rephaim sonaba antinatural aún más obscena después de oír a la majestuosa voz de Kalona.
"¡Oh, eso es pura mierda!" Totalmente horrorizada, mire boquiabierta hacia Afrodita, quien le daba al cuervo Mocker su mejor burla maliciosa. Ella sacudió hacia atrás su espeso cabello rubio a medida que ella continuaba, "El chico pájaro nos mantuvo ahí afuera en la lluvia congelándonos mientras gimoteaba sobre la chica roja esto y los novatos rojos aquello. Daríus trajo a Zoey aquí a pesar de su ayuda." Afrodita enfatizó la palabra "ayuda”.
Hubo un absoluto silencio en el pasillo y, a continuación, Kalona tiró atrás su hermosa cabeza y se rió. "Había olvidado cómo de divertidas pueden ser las mujeres humanas." Con un agraciado movimiento de mano, gesticuló hacia Darius. "Traiga a la joven Sacerdotisa aquí para que pueda ser atendida".
Podía sentir la renuencia de Daríus a obedecer, en la tensión de su cuerpo, pero el hizo lo que Kalona le ordenó, con mis amigos a su lado. Alcanzamos a Neferet y a la puerta de la enfermería al mismo tiempo que Kalona lo hizo.
"Su deber termina aquí, Guerrero", Kalona le dijo a Darius. "Neferet y yo la atenderemos, ahora." Y el ángel caído, extendió sus brazos como si él esperara a que Darius me entregara a él. Con ese movimiento las enormes alas de plumas negras como el azabache que estaban ocultas, contra su espalda, crujieron y se medio abrieron.
Quise extender la mano y tocar las alas pero me alegre de estar demasiado débil como para hacer algo más que mirar.
"Mi deber no ha terminado". La voz de Daríus fue tan tensa como su cuerpo. "He jurado cuidar a esta joven Sacerdotisa, y debo permanecer a su lado."
"Me quedo, también", dijo Afrodita.
"Yo me quedo." Damien sonaba débil y pequeño, pero vi que sus puños seguían apretados firmemente a sus lados.
"Nosotras, también," dijo Erin y Shaunee asintiendo con la cabeza lúgubremente.
Era el turno de Neferet para reír. "¿Seguramente no pensaras que puedes quedarte con Zoey durante mi exanimación?" La diversión en su voz desapareció. "¡No seas ridículo! Darius, llévela a esa habitación y déjela en la cama. Si insistes, pueden esperar en la sala por ella, aunque por como luces, la elección más prudente podría ser comer y refrescarte. Después de todo, has traído a Zoey a casa, donde ella esta a salvo, por lo que has concluido con tu deber. El resto regresen a sus dormitorios. La parte humana de la ciudad podrá estar paralizada por una simple tormenta, pero no somos seres humanos. La vida continúa para nosotros, lo que significa que la escuela continúa." Hizo una pausa y dio a Afrodita una mirada tan llena de odio por lo que su rostro se retorció en algo que era demasiado duro y frío incluso para mantener un poco de su belleza. "Pero, ahora eres humana, ¿o no, Afrodita?"
"Lo soy", dijo Afrodita. Su rostro estaba pálido, pero ella levantó el mentón y encontró la mirada fija y frígida de Neferet.
"Entonces usted pertenece ahí afuera." Neferet hizo un movimiento vago lejos de nosotros.
"No, ella no pertenece ahí", dije. Concentrándome en Neferet, ya que había roto el hechizo que Kalona había echado sobre mí cuando lo había mirado. Apenas reconocí mi propia voz. Sonada débil como la voz de una anciana, un susurro, pero Neferet no tenía ningún
problema en oírme, y volvió su atención de Afrodita hacia mí. "Afrodita todavía tiene visiones de NYX. Ella pertenece aquí ", me las arreglé para decir, aunque tuve que parpadear rápidamente debido a las manchas de color gris que seguían estropeando mi vista.
"¿Visiones?" La profunda voz de Kalona cortó el aire entre nosotros. Esta vez rechacé mirarlo, aunque él estaba de pie tan cerca que pude sentir el frío extraño que venía de su cuerpo. "¿Qué tipo de visiones?"
"Advertencias de desastres en el futuro", habló Afrodita.
"Interesante" Él dibujó la palabra. "Neferet, mi Reina, no me dijiste que había una profetisa en la Casa de la Noche." Antes de que Neferet pudiera hablar, el continuó, "Excelente, excelentísimo. Una profetisa puede ser muy útil”.
"Pero ella no es una novata, ni es un Vampiro, y por lo tanto no pertenece a la Casa de la Noche. Así que digo que ella debe irse”. La voz de Neferet tenía un tono extraño que no reconocí al principio y, a continuación, como ya había parpadeado más y mi visión se despejó lo suficiente como para conseguir un buen vistazo de su lenguaje corporal, ella estaba colgada en Kalona - me di cuenta quedando en shock que en realidad Neferet estaba haciendo pucheros.
Entonces, fascinada, miré a Kalona extender la mano y frotar ligeramente la mejilla de Neferet, barriendo con la palma de la mano a lo largo de la curva de su largo, y liso cuello, continuo acariciando su hombro, y, por último, bajo suavemente a lo largo de su espalda. Neferet tembló bajo su tacto y sus ojos se dilataron, como si su caricia le hiciese alta.
"Mi Reina, una profetisa seguramente será de alguna utilidad para nosotros", dijo.
Todavía mirándolo, Neferet asintió.
"Quédate, pequeña profetisa", dijo Kalona a Afrodita.
"Sí", ella dijo con firmeza. "Lo hare. Me quedare con Zoey”.
OK, libremente admitiré que aquella Afrodita me asombraba completamente. Quiero decir, sí, yo estaba mal herida y, probablemente, en shock, así que puedo culpar a mi estado mental y físico alterado que aquel extraño efecto hipnótico del ángel caído funcionara en mi, era debido a que estaba moribunda. Pero, evidentemente, todo el mundo se veía afectado por Kalona en cierto grado. Todo el mundo excepto Afrodita. Sonaba totalmente igual de perra como normalmente era ella. No terminaba de entenderlo.
"Profetisa", dijo Kalona. "¿Dices que se te advierte de desastres futuros?"
"Sí," dijo Afrodita.
"Dime, ¿qué ves en el futuro si rechazamos a Zoey en este momento?"
"No he tenido una visión, pero sé que Zoey tiene que estar aquí. Ha sido mal herida ", dijo Afrodita.
“Entonces déjeme asegurarle que yo, también, se profetizar”. Kalona habló. Su voz, que era tan deliciosa y profunda que yo honestamente solo quería acurrucarme y escucharle para siempre, había empezado a cambiar. Sutilmente, en un primer momento, sentí el cambio de timbre. A medida que él siguió hablando a Afrodita, mi carne comenzó a estar plagada por el miedo. Su evidente descontento se reflejó en su voz, hasta que incluso Darius dio un paso más lejos de él. “Y sobre su juramento le digo que si no obedece, esta sacerdotisa no vivirá otra noche. ¡Ahora déjenos!”
Las palabras de Kalona crujieron a través de mi cuerpo, causando a mis ya mareados sentidos tambalearse. Me aferre a los hombros de Daríus. "Haz lo que dice," le dije a Afrodita, haciendo una pausa para tratar de recuperar el aliento. "Él tiene razón. No voy va a durar mucho tiempo si no me ayudan”.
"Dame a la sacerdotisa. No preguntaré otra vez", dijo Kalona, extendiendo sus brazos de nuevo para mí.
Afrodita dudó por un simple momento, entonces ella se acerco y tomó mi mano. "Vamos a estar aquí cuando estés mejor." Ella apretó mi mano y sentí de pronto la presencia del espíritu entrar de nuevo en mi cuerpo.
Quise decirle que no, que ella debía mantenerse con el elemento - que necesitaba su protección - pero Afrodita ya había dado la vuelta hacia Damien y le dio un empujón hacia mí, diciendo: "Díganle adiós a Zoey para que mejore, y denle sus más fuertes buenos deseos."
Observé la mirada de Damien correr rápidamente hasta Afrodita, quien asintió levemente. Entonces él agarró y apretó mi mano, también. "Estarás bien, Z ", dijo, y cuando soltó mi mano pude sentir una dulce brisa a mi alrededor.
"Ustedes, también," Afrodita les dijo a las gemelas.
Shaunee tomó una de mis manos, y Erin la otra. "Estaremos esperando por ti, Z," dijo Erin, y cuando se voltearon, me quedé con el calor del verano y la frescura de la lluvia limpia y clara.
"Basta de sentimentalismo. La tomaré ahora." Y antes de que yo pudiera sacar otro aliento Kalona me había tomado de Daríus. Presionándome contra su pecho desnudo, cerré mis ojos y traté de aferrarme a la fuerza de los elementos mientras temblaba de frío contra el maravilloso calor de su cuerpo.
"Esperaré aquí". Oí a Darius decir antes de que la puerta se hubiera cerrado con un horrible sonido de firmeza, dejando a mis amigos afuera y dejándome a solas con mi enemigo, un ángel caído, y la monstruosa criatura pájaro que su lujuria antigua había creado.
Entonces hice algo que sólo había hecho dos veces antes en toda mi vida.
Me desmayé.
Ultrawide Monitor: Is It Worth It?
Hace 8 años
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