martes, 8 de septiembre de 2009

Cazada Capitulo 13

Capítulo 13 - CAZADA (Hunted)


Damien, Jack y Erik, corrieron hacia la habitación seguidos de cerca por Duquesa. Jack me miró, gritó como una niña, y se desmayó. Damien lo atrapó a tiempo para impedirle caerse y que se diera la cabeza contra el suelo. Lo puso bajo la cama de Stevie Rae mientras la labradora llorisqueaba y miraba, con sus grandes ojos marrones llenos de preocupación a Jack, Damien y a mí, y luego de nuevo a Jack. A Damien se sumaron todos los demás, incluido Erik, quien se acerco a mí. Darius se metió en el grupo, separando a los chicos como si fuera Moisés-Vampiro y ellos fueran un mar de novatos rojos.

“Tiene que emitir un circulo y centrarse en los poderes curativos de los elementos sobre Zoey”, dijo Darius a Afrodita.
Ella asintió, tocó suavemente mi frente y, a continuación, comenzó a impartir órdenes a mis amigos.
“¡Grupo de tontos! Tomen sus lugares. Vamos a realizar este circulo.”

Shaunee y Erin la miraron inexpresivamente. Damien, con voz gruesa, y con lagrimas dijo: “Yo no sé en que dirección queda el Este”
Stevie Rae apretó mi mano una vez más antes de soltarla. “Yo lo hago. Yo siempre sé dónde está el Norte por lo que te puedo decir dónde es el Este” le dijo a Damien.

“Hagan el circulo alrededor de la mesa,” dijo Darius. “Y denme la manta de aquella cama.”

Damien agarró la manta de la cama de Stevie Rae, mientras le murmuraba a un lloroso y despierto Jack, que todo iba a estar bien. Le entregó la manta a Darius.

“Quédate conmigo Sacerdotisa,” me dijo. Él miró a Heath y Erik. “Sigan hablándole.”
Erik tomó la mano que Stevie Rae había soltado. “Estoy aquí, Z” dijo entrelazando los dedos con los míos. “Puedes superar esto. Te necesitamos.” Se detuvo y sus hermosos ojos azules, se reunieron con los míos. “Te necesito, y lamento todo lo de antes.”

Entonces Heath se llevó mi otra mano a sus labios, besándola suavemente. “Hey, Zo; ¿no te he dicho que no he bebido en más de dos meses?”

Era raro tener a mis dos chicos ahí, en serio. Me alegró que no se golpearan el pecho el uno al otro, pero no podría ser particularmente bueno porque significaba que estaba peor de lo que yo pensaba.

“Eso es bueno, ¿eh? He dejado totalmente la bebida, “me dijo.
Traté de sonreírle. Era bueno. La razón por la que había roto con él antes de que fuera marcada era por la bebida. Había llegado a estar totalmente fuera de control, y Darius alejo la camisa de Erik de mi pecho y rápidamente rasgó la parte superior de mi vestido hasta la mitad, por eso sentí el aire frío del túnel contra mi piel ensangrentada.
“¡Dulce Diosa, no!” soltó Erik.
“¡Ah, mierda!” Heath agitaba la cabeza de atrás hacia delante. “Esto es malo. Muy malo. Nadie puede vivir con…” “No hay ser humano que pueda vivir con este tipo de herida”
“Pero ella no es un humano y no voy a dejarla morir.” Darius interrumpió a Heath cuando él (afortunadamente) cubrió mis senos con la manta.
Yo cometí el error de mirar hacia abajo. Tal vez era bueno el hecho que no tuviera la suficiente fuerza para gritar.
Había una gran laceración que iba desde la cima de mi hombro izquierdo, a través de mi pecho, unas pulgadas más arriba de mis senos, y terminaba cortando la piel sobre mi hombro derecho. El corte era profundo y dentado. Los bordes de mi piel se plegaban repugnantemente, mostraban más músculo que grasa y capas de piel que yo nunca quise ver. La sangre se derramaba a lo largo de la terrible herida, pero no tanta como yo esperaba. ¿Eso era porque me estaba quedando sin ella? ¡Demonios! ¡Probablemente era que se estaba agotando! Mi respiración empezó a salir en pequeños e histéricos jadeos.

“Zoey, mírame,” dijo Erik. Cuando me quedé mirando hacia abajo, hacia la herida mientras Darius presionaba las gasas, Erik tomó suavemente con su mano mi barbilla y me giró, obligándome a mirarlo a él. “Estás bien. Tienes que estar bien.”

“Si, Zo. Simplemente no te mires,” dijo Heath. “Ya sabes, es como cuando yo jugaba al fútbol. Y solías decir, - simplemente no mires y no estarás tan mal herido.”

Erik dejó ir mi barbilla y me las arreglé para guiñarle. Si hubiera podido hablarles les hubiera dicho a ambos ¡al infierno!. ¡No, no estoy viendo de nuevo! A la mierda con el miedo de mi misma. No era necesario que lo tuviera.

“Hagan ese circulo,” dijo Darius.
“Estamos listos,” dijo Damien.
Miré a mí alrededor (definitivamente evitando mirar hacia abajo de nuevo) y vi que Damien, Stevie Rae y las gemelas habían tomado sus posiciones en un círculo alrededor de nosotros.
“Empiecen con el circulo,” Darius levanto la voz.
Hubo una pausa en la que finalmente Erin habló. “Pero siempre es Zoey quien inicia el circulo. Nunca lo hemos hecho nosotros.”
“Yo lo haré.” Aphrodite dio un paso dentro del círculo y se dirigió a Damien. Damien le lanzo una mirada, la cual incluso yo pude ver, que estaba llena de dudas.

“No tienes que ser un novato o un vampiro para emitir un circulo. Todo lo que tienes que hacer es estar conectado a Nyx. Y yo lo estoy,” dijo con firmeza Afrodita. “Pero necesito que ustedes chicos estén conmigo en esto. ¿Lo están?”

Damien se detuvo el tiempo suficiente como para mirarme. Con un esfuerzo que parecía ser el último de mis fuerzas, asentí hacia él. Él me sonrió y asintió.
“Estoy contigo,” le dijo Damien a Afrodita.
Ella miró a las gemelas. “Estamos contigo, también.” Erin dijo por ambas.

Finalmente se giro hacia Stevie Rae, quien restrego sus ojos, me dio una confidente y gran sonrisa y luego le dijo a Afrodita, “Has salvado mi vida dos veces. Confío en que puedes hacer lo mismo con Zoey.”

Vi la cara ruborizada de Aphrodite, levantó su mentón y cuadró sus hombros y supe que por primera vez en mucho tiempo se sentía aceptada dentro de un grupo.
“Bueno, hagámoslo,” dijo Afrodita. “Es el primer elemento, el que nos abraza a nuestro presente y pasado. ¡Llamó al viento a nuestro círculo!” Efectivamente, había visto una repentina brisa a levantar el pelo de Afrodita y Damien, y con una sonrisa de evidente alivio, se trasladó en el sentido de las agujas del reloj alrededor del círculo hacia Shaunee.

Y luego dejé de prestar a tención, o más bien mi atención a comenzó a disminuir, y se enfoco en un color gris como de un túnel, oscuridad alrededor de los bordes de la misma.
“Zoey, ¿estás todavía con nosotros?” preguntó Darius con más gasa presionando sobre mi pecho.
No puede responderle. Mi cabeza se sentía realmente liviana, pero el resto de mi cuerpo se sentía increíblemente pesado, como si algún idiota hubiera estacionado un camión Mack sobre mí.
“¿Z?” Erik estaba diciendo. “Zo, ¡mírame!.”
“¿Zoey? ¿nena?” Heath perecía como si fuera a llorar de nuevo.
Bien, quería decirles algo para hacerles sentir mejor, pero no fue posible. No podía hacer trabajar mi cuerpo. Era como si fuera un espectador distante en el juego que estaba sucediendo a mí alrededor. Y solo podía observar, pero no jugar.

“Todos los elementos han sido evocados a excepción del Espíritu,” dijo Afrodita. Ella estaba de pie al lado de Darius. “Ese es el elemento que Zoey siempre personifica y me siento rara llamándolo en su lugar.”
“Llámalo,”dijo Darius. El miró hacia arriba a mí y miró a mis amigos alrededor del círculo. “Concentra el poder de sus elementos sobre Zoey. Piensen en el sentimiento de fuerza, calor y vida,”

Oí vagamente como evocaba Afrodita al espíritu, aunque no sentí la excitación que por lo general solía sentir en su presencia. Y brevemente sentí calor y en por un segundo pensé que también olía la lluvia y el césped, pero se fue rápidamente, mientras que mi visión se convirtió en un gris más grueso y espeso.

“¿Tú eres el humano que fue impreso por Zoey?” oí hablar a Darius con Heath. Les había escuchado, pero no pude poner demasiada atención sobre lo que estaban diciendo.
“Si,” dijo Heath.
“Bien, tu sangre será aún mejor para ella que la de Afrodita.”
“Esa es la primera buena noticia que he escuchado en años,” murmuró ella, limpiando sus ojos con el dorso de su mano.

“¿Estás dispuesto a permitir que Zoey beba de ti?”
“¡Por supuesto!” contesto Heath. “Solo dime lo que tengo que hacer.”
“Siéntate aquí. Mantén su cabeza en tu regazo. Luego dame tu brazo,” le dijo Darius a Heath.

Heath se sentó en el extremo de la mesa, y con ayuda de Erik y Darius mi cabeza pronto estuvo sobre su cálido muslo. Como si él fuera una almohada viviente. Heath levantó su brazo y Darius lo agarró firmemente. Mi mente estaba bastante difusa para darle sentido a lo que estaban haciendo, hasta que Darius se puso a su espalda y tomó las filosas tijeras del botiquín de primeros auxilios, giro parcialmente las tijeras y presionó la hoja contra la suave piel del musculoso antebrazo de Heath.
El aroma de su sangre se apoderó de mí como una deliciosa niebla.
“Presione la abertura contra ella,” dijo Darius. “Haga que beba.”
“Vamos, nena. Toma un poco de esto. Esto te ayudara a mejorar.”
Bien, mi mente racional sabía que Erik estaba ahí a mi lado viendo junto con mis mejores amigos. En circunstancias normales yo no hubiera hecho lo que hice continuación, no importaba cuán deliciosa, atractiva e increíblemente olía la sangre de Heath.
Pero yo no estaba viviendo algo que se asemejara a circunstancias normales. Así que cuando Heath presionó ensangrentado brazo contra mi boca, abrí mi boca, mis dientes se hundieron profundamente en él, y comencé a succionar.
Heath gimió y envolvió su otro brazo a mí alrededor, presionando su cara en mi cabello mientras yo bebía de él. El mundo se redujo de inmediato como si solo existiéramos Heath y yo, cuando su sangre explotó en mi cuerpo. Con la primera bebida, de golpe recobré la conciencia en mi pecho, y con ella el dolor tan intenso que me habría arrancado la boca de su piel si no hubiera si el no me hubiera susurrado al oído y lograr controlarme, “No! Tú no puedes detenerte. Si yo puedo soportarlo, tu también, Zo.”

Mira, yo sabía que no era justo que él sintiera la exquisita súplica de la alimentación de que un vampiro generalmente le causaba y su víctima. En un instante, nosotros nos imprimimos de nuevo. Incluso en mi estado podría decir que estaba mal. La conciencia que Heath me había brindado con su sangre, me llenó por completo junto con su sangre, y nos unimos en necesidad y la atracción entre los humanos y vampiros a través de la tela mágica, unidos en la impresión. Pero no era solo beber de él. Estaba en un frenesí de alimentación que era un instinto natural de supervivencia y, a través de nuestra conexión Heath estaba sintiendo el dolor, el miedo y la necesidad, todo lo adormecido que estaba mi cuerpo por un shock casi mortal.
Sin embargo, su sangre cambió eso. Me revitalizó y, al hacerlo, me había arrancado del mortal shock y me arrojó directamente al inmenso dolor y la compresión de que estaba peligrosamente cerca de la muerte.
Gimoteé, alimentándome aún de él, pero fue triste porque sabía lo que le estaba haciendo sentir.
Por supuesto, el sabía lo que yo sentía, también, y saber como se sentía me estaba haciendo daño.
“Está bien, nena. Está bien. No es tan malo, de verdad,” susurró en mi oído a través de los dientes contra la intensa mezcla de dolor y deseo.
No sé cuanto tiempo había pasado cuando me di cuenta de que, a pesar de aquel endemoniado corte en mi pecho, mi cuerpo estaba caliente, y podía sentir una suave caricia de la brisa que llevaba el aroma de la lluvia y la primavera y un prado lleno de heno. Mi espíritu, también, se sintió fortalecido, y sabía que la sangre de Heath me había dado la suficiente energía para ahora ser capaz de aceptar la ayuda de la curación de los elementos, mi alma se reconfortó mientras ellos sanaban mi cuerpo.
Casi al mismo tiempo me di cuenta de que Heath había dejado de hablarme. Abrí los ojos y miré hacia arriba. Él estaba apoyado contra mí, pero se mantenía en posición vertical porque Darius lo estaba sosteniendo firmemente desde sus hombros. Sus ojos estaban cerrados y su rostro estaba pálido.
Inmediatamente saqué mi boca de su brazo. “Heath” ¿Y si lo hubiera matado? Con pánico traté de sentarme, pero se disparó un dolor a través de mi cuerpo que me detuvo.
“El chico está bien, Sacerdotisa,” Darius me alivió. Cierre la herida del brazo para que no pierda más sangre.”
Automáticamente pasé mi lengua a través de la estrecha herida en el brazo de Heath y la incisión que hice, mientras pensaba ‘Sánate… no sangres más’, y cuando me retiré esta vez vi que la marca del corte y la marca de mis dientes ya no estaban, había dejado de sangrar.
“Ya pueden cerrar el circulo,” le dijo Darius a Afrodita, que estaba viéndome con una no disimulada curiosidad.
Mira, quise decirle, que había una gran cantidad de diferentes tipos de imprenta. La que tenía ahora con Heath no era misma que ella tenía con Stevie Rae. Pero no puede reunir la energía para decir las palabras. En realidad, yo no esperaba con interés la avalancha de preguntas que de seguro tendría para mí.
Y entonces, antes de girarse hacia Stevie Rae para comenzar agradecer y despedir a los elementos, vi que Afrodita le daba una sonrisa sexy a Darius llena de promesas, y recordé la primera impresión que tuve con Heath y que se había roto cuando tuve relaciones sexuales con Loren, y me di cuenta que sería Darius quien iba a contestar sus preguntas.
Por la íntima sonrisa que el le lanzo, supuse que a él le iba a disfrutar ese tipo de pregunta más de lo que pensé.
Bien, totalmente.
Mientras una sonriente Afrodita cerraba el círculo, Darius devolvió su atención hacia Heath y yo.
“Erik, ayúdame a llevarlo a la cama,” dijo Darius.
Con una cara de piedra Erik levantó mi cabeza del regazo de Heath. Él y Darius lo cargaron la corta distancia hasta la cama y pusieron su cuerpo sobre el recientemente espacio desocupado por Jack (quien miraba, con amplios ojos, desde un lado de la habitación mientras acariciaba maniáticamente a Duquesa una y otra vez).
“Ve a buscar rápido algo para comer y beber. Ah, y encuentra algo más de vino de Venus,” le dijo Darius a Jack. “Pero diles a los novatos rojos que se mantengan alejados,” añadió antes de que Jack corriera y asintió con Duquesa en sus talones.
“Ellos no atacaran a Heath”, dijo Stevie Rae. Ella vino hacia mí y tomó mi mano.
“Sobre todo ahora que está impreso con Zoey de nuevo. Su sangre huele mal.”
“Ahora no tengo tiempo para probar si lo harán o no,” dijo Darius. Acercándose hacia la cama-mesa para comenzar a inspeccionarme la herida de nuevo. “Bien. Ha dejado de sangrar.”
“Creo que creeré en ti. Realmente, no me quiero ver otra vez.”
Estaba complacida como el infierno, por tener mi voz de nuevo, incluso si la tenía débil y un poco más inestable. “Gracias chicos, por el círculo,” les dije a mis amigos, quienes me sonrieron ampliamente y comenzaron a precipitarse sobre la mesa.
“¡No!” Darius alzó una mano, deteniendo su júbilo. “Necesito espacio para trabajar. Afrodita encuentra algunos de esos vendajes mariposas y tráemelos.”
“¿Estoy casi muriendo?” le pregunté al guerrero.
Darius miró de la herida hacia mi, y allí vi un alivio que me dijo exactamente lo cerca que estuve de hacerlo.
“No está muriendo, sacerdotisa”. Pausó, claramente al borde de decir más.
“¿Pero?” le solicité.
“No lo estás, pero acerca de eso,” fue Stevie Rae quien dijo rápidamente. “No has muerto. Solo por un poco.”
No aparté la mirada de Darius, y finalmente me respondió. “Pero necesitas más ayuda que la que puedo darle si se va a recuperar plenamente.”
“¿Qué quieres decir con más ayuda?” preguntó Aphrodite, mientras le daba a Darius unas apretujadas curitas.
Darius suspiró. “La herida de Zoey es grave. La sangre del humano ha salvado su vida sustituyendo la sangre que perdió y la ha fortaleció lo suficiente como para que haya podido aceptar la energía de los elementos, pero ni siquiera Zoey puede recuperarse de una herida tan grave por si misma. Ella todavía es solo una novata, aunque incluso si hubiera cambiado totalmente a un vampiro, una lesión de este tipo sería difícil de recuperarse.”
“Pero ella se ve mejor ahora y está hablando con nosotros,” dijo Damien.
“Si, ya no siento, como si no estuviera aquí” le dije.
Darius asintió. “Todo eso es bueno, pero la verdad es que necesitas muchos puntos para poder cerrar la herida y curarte.”
“¿Qué hay de estas?” Afrodita mantuvo el paquete de los curitas mariposas.“Pensé que esa era la razón por la que las necesitabas.”
“Los vendajes son solo temporales. Ella necesita puntadas reales.”
“Entonces cóseme” traté de sonar lo más valiente que pude, a pesar del pensamiento de Darius cosiendo mi carne me hizo querer vomitar o llorar, o ambas cosas.
“No hay suturas en el equipo,” dijo Darius.
“¿No podremos conseguir algunas?” preguntó Erik. Me di cuenta de cómo él hablaba, miraba a todas partes pero no a mí. “Yo podría conducir el camión de Heath hasta la farmacia de San Juan y Stevie Rae podría controlar la mente de cualquier Doctor. Traeremos lo que necesitas, y luego puedes coserla.”
“Si, podemos hacerlo. Incluso puedo traer a un médico si lo desea y, luego, borró su memoria cuando lo regresamos,” dijo Stevie Rae.

“Bueno, Stevie Rae, es una buena oferta,” le dije, un poco más preocupada por que estaban hablando de secuestros y lavados de cerebro. “Pero no creo que sea una buena idea.”

“De todos modos no es fácil resolver el problema,” dijo Darius.

“Entonces explique para que sea más simple,” dijo Heath, apoyándose sobre sus codos y luciendo muy mal, aunque el me sonrió dulcemente.

“Zoey necesita más que el cuidado de un médico. Zoey debe estar alrededor de vampiros adultos a fin de que el los daños a sus órganos no se conviertan en mortales.”

“Espera. Pensé que dijiste que estaba casi muriendo,” le dije.

“Estuviste a punto de morir por esta herida, pero si no resides dentro de un aquelarre de vampiros, y me refiero a más de uno, dos o tres de nosotros, los daños causados a tu cuerpo hará que utilice la reserva de resistencia y el rechazo al cambio se iniciará.” Darius se pausó, dejando que lo que dijo nos golpeara a todos. “Ustedes pueden morir por eso. Pueden volver, como Stevie Rae y el resto de los novatos rojos o no, puede que no.”

“O puedes volver como ese estúpido chico Stark y ser una loca idiota que nos empezara a atacar,” dijo Afrodita.

“Así que realmente no tiene otra opción,” dijo Darius. “Tenemos que regresar a La Casa de La Noche.”“Bueno, mierda, está bien,” le dije.

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