martes, 25 de agosto de 2009

Cazada Capitulo 9

Capítulo 9 CAZADA

-¡Ok, tomar una ducha con un grupo de chicas que tenían afinidades con el agua y el fuego era una experiencia! Que paso de ser embarazosa al principio hasta interesante y finalmente graciosa.

Al principio fue embarazosa porque aun cuando todas éramos chicas, bueno, no estábamos acostumbradas a las duchas comunales. Eso era horriblemente vergonzoso. Había aproximadamente media docena de duchas instaladas, (todas brillantes y nuevas, y estoy segura que gracias a Kramisha o a Dallas o a ambos, con la ayuda de Afrodita y su maravillosa tarjeta de oro). Cada uno de las duchas era seguida inmediatamente por otra. No, no había ninguna puerta o cortinas de baño o cualquier otra cosa. En realidad, había un carril en lo alto de cada una, entonces mi conjetura fue que allí antes solía haber cortinas de baño, pero fueron quitadas hace mucho tiempo. ¡Ah!, los asientos para el wc realmente tenían puertas, incluso si querías podías echar el pestillo. Al principio fue difícil estar desnuda con mis amigas. Pero todas éramos chicas, chicas hetero en lo que a eso se refiere, entonces realmente no estuvimos interesadas en los senos de cada una de nosotras, no importa como de complicado era eso de entender para los chicos, pero la parte incomoda no duró mucho tiempo. Es más, el vestuario entero se lleno de denso vapor, lo cual le dio la ilusión de privacidad.

Luego, tras elegir mi casilla de baño, escogí entre la encantadora variedad de productos de baño para el pelo, y comencé a enjabonarme, entonces me di cuenta de que realmente todo estaba lleno de vapor caliente. Y de una manera poco natural. Y al mencionar “poco natural”, era porque algo estaba sucediendo, porque incluso las duchas que no estaban en uso, empezaron a funcionar dejando caer agua caliente, haciendo que el vapor caliente se elevase y se arremoline, casi tan espeso como el humo.

¡Hum! …

-¡Hey! – Gire mi cabeza sobre mi puesto para tratar de ver a las Gemelas en sus duchas. -¿Ustedes dos le han hecho algo al agua?

-¿Huh? - Shaunee dijo, limpiando las burbujas de champú de sus ojos. -¿Qué?

- Esto, - agite mis brazos violentamente haciendo que la niebla espesa me rodeara como en un sueño. - Todo esto no parece pasar sin alguna ayuda por parte de ciertas personas que pueden manipular los elementos de fuego y agua.

-¿Nosotras? ¿Señorita fuego y señorita agua? - dijo Erin. Yo apenas podía ver la cima de su brillante cabeza rubia por el vapor. -¿Por qué podría realmente pensar eso, Gemela?

- Sinceramente creo que nuestra Z insinúa que nosotras podríamos usar nuestras afinidades dadas por la Diosa para algo tan egoísta como la fabricación de la niebla espesa, caliente y perfumada para ayudarnos a relajarnos después de que acabamos de tener un día tan horrible. - dijo Shaunee con la inocencia fingida de una Southern Belle (*1).

(*1: Southern Belle: Mujer joven de la antigua América, perteneciente a una alta sociedad)

-¿Nosotras haríamos eso, Gemela? - Erin preguntó.

- Absolutamente lo haríamos, Gemela, - dijo Shaunee.

- Que vergüenza, Gemela. Que vergüenza, -Erin dijo con fingida severidad. Y luego ellas se disolvieron en dobles risas tontas.

Hice rodar mis ojos para ellas, pero comprendí que Shaunee había tenido razón. La niebla era perfumada. Esto me recordó a la lluvia de primavera, llena de los frescos olores de las flores y la hierba, y era caliente. No, el agua era caliente, como un día libre de verano en la playa. La verdad era que aun cuando el cuarto era de vez en cuando semiiluminado por los relámpagos de la tormenta que rabiaba fuera, y aun cuando el retumbar de los truenos de afuera erán incómodamente ruidosos, la atmósfera que las Gemelas habían creado era completamente calmante.

Era aquí donde la parte interesante comenzaba. Decidí

-¡Hey!, ¿Ustedes envían algo de esto al vestuario de los chicos? - Pregunté mientras lavaba mi pelo.

- Nope, - Shaunee dijo felizmente.

-Nada. -Erin sonrió abiertamente.

Sonreí a sus espaldas. - Está bien ser una chica. –

-Sí, incluso si nosotras tenemos que poner nuestros-traseros desnudos juntos y ducharnos en algo que se parece a una línea de puestos de caballo, - dijo Erin.

Riendo nerviosamente dije- Puesto de caballos. Creo que esto las convierte en chicas molestosas.

-¡Molestosas! ¿Nosotras? - dijo Erin.

- Oh no, ella acaba de llamarnos molestosas. - dijo Shaunee.

-¡Tráigala! -Erin gritó, y ella arrojó sus manos hacia mí, haciendo que el agua me salpique por todos los lados.

Por supuesto eso no dolió, lo que hizo que me riera aun más tontamente.

-¡Estoy molesta con ella, Gemela! - Shaunee dijo, chasqueando sus dedos hacia mí, y mi piel estaba de pronto muy, muy caliente. De tal modo que el vapor en mi puesto se duplico.

En medio de risas tontas susurré.- Viento, ven a mí.- y al instante sentí como el poder de la brisa me rodeaba.

Arremolinándose entre mis dedos la niebla de vapor de agua me cubrió y dije.-Viento, devuelve todo esto a las Gemelas.- entonces fruncí mis labios y resoplé amablemente en su dirección. Con poderosa velocidad, la niebla, el calor y el agua giraron a mí alrededor una vez, dos veces, y luego fueron directamente hacia las Gemelas, quienes chillaron y rieron, y trataron de contraatacar. Por supuesto que ellas no podían ganar. Digo, ¡vamos!. Yo podía convocar los cinco elementos, pero esto era una versión alegre de una lucha de agua en vez de una lucha de almohadas, que nos dejó todas mojadas y sin aliento debido a las risas.

Finalmente hicimos una tregua. Ok, con más exactitud, hice gritar a las Gemelas.- ¡Nos rendimos! ¡Nos rendimos!- varias veces, y luego gentilmente acepté su rendición. Fue maravilloso ponernos nuestras batas-de algodón y sentirnos completamente limpias y soñolientas. Colgamos nuestra ropa alrededor de las casillas de las duchas y llamamos al agua y a la niebla una vez más para lavarlos al vapor, y luego ordené al fuego y al aire que los haga secar. Entonces las tres nos fuimos a la deriva por los túneles, no haciendo caso del caos que estaba pasando en la superficie, sintiéndonos seguras en el hecho de que estábamos rodeados de tierra y protegidos por vampiros masculinos que no iban a dejar nadie venir a por nosotros.

Yo hubiera dicho Stevie Rae estaba muerta para el mundo cuando regresé a su cuarto, pero esa expresión me asustó. Ella había estado muerta, o casi muerta, demasiadas veces para mis nervios. Admitiré que fui de puntillas hacia ella, y estuve de pie allí mirándola fijamente y asegurándome de que respiraba antes de ir al mi lado de la cama para meterme bajo las cubiertas. Nala levanto su cabeza y estornudo, claramente sonando malhumorada por ser molestada, medio dormida se acurruco y se enroscó sobre mi almohada, descansando una pequeña pata blanca sobre mi túnica de guepardo y se hundió. Me reí de ella y ya limpia, caliente y muy, muy cansada, caí al instante dormida.

Entonces tuve ese horrible sueño, que me regreso al tiempo actual. Había esperado que al recordar todo lo que nos había sucedido seria como contar ovejas y que tal vez me ayudara ir a la deriva con la esperanza de dormir sin tener pesadillas. Pero era inútil. Estaba demasiado asustada por Kalona y demasiado preocupada de lo que, se suponía, tendría que hacer después.

Mi teléfono móvil estaba sobre la mesita de noche y lo recogí, comprobando la hora: 2:05 de la tarde. Bueno, genial. Había logrado tener tres enormes horas de sueño. No era extraño tener la sensación de que mis ojos tenían arena. Coca cola. Yo necesitaba coca cola de la peor manera.

Comprobé a Stevie Rae nuevamente antes de salir de la habitación, esta vez procurando no despertarla. Ella estaba enroscada sobre su costado, roncando suavemente y luciendo como alguien de doce años. Era difícil imaginármela con los ojos rojos como la sangre, gruñendo peligrosamente, y mordiendo ruidosamente a Afrodita con tal intensidad que ellas habían Imprimado. Suspiré, tenia la sensación de que todo el mundo me presionaba. ¿Como se suponía que tenía que resolver todo esto?

Especialmente cuando los tipos buenos a veces parecían malos, y los tipos malos eran tan…tan… Imágenes de Strak y Kalona pasaron por mi mente, haciéndome sentir terriblemente confusa y estresada.

No, me dije firmemente, compartiste un beso con Strak cuando él moría. Él había sido un chico diferente antes de que Neferet se entrometiese con él, pero ahora ella se había entrometido con él y tienes que recordar eso. Has compartido una pesadilla con Kalona. Punto. Eso era todo.

El hecho de que en mi pesadilla Kalona había insistido en que yo era A-ya era una locura. No era cierto. Cierto, me había sentido atraída por el, pero prácticamente todos los demás se sentían así también. Además, yo era yo, y A-ya había sido barro hasta que las mujeres Ghigua le dieron vida y poderes especiales. Debía de parecerme a ella, aunque eso era raro, me dije a mi misma.

O tal vez, simplemente me había llamado A-ya para enredar mi cabeza. Me pareció más que posible, sobre todo si Neferet le hubiera hablado de mí. Nala se había recostado sobre la almohada al lado de Stevie Rae y ronroneaba otra vez con sus ojos cerrados. Obviamente no había ningún monstruo de pesadilla merodeando porque Nala se habría asustado. Me alegre al menos de eso, mirando como las cabezas de Nala y Stevie Rae no se tocaban por poco, ninguna había abierto los ojos, entonces esquive la puerta general y el vestíbulo.

Los túneles estaban absolutamente silenciosos. Me alegré de que las linternas de aceite todavía estuvieran encendidas; la oscuridad y yo no estábamos exactamente en buenos términos en ese mismo momento. También admitiré que aun cuando mantuve un ojo cauteloso entre la luz y las sombras y los murciélagos y así sucesivamente, estar bajo tierra realmente se sentía confortable, y no estar en cualquier otro lugar cerca de prados abiertos, iluminados por la luna o árboles con sombras fantasmales sobre ellos. Temblé. No. No pienses acerca de eso.

De camino a la cocina hice una pausa en la puerta de Kramisha y eché una ojeada silenciosamente a la habitación. Yo solo podía distinguir su cabeza en medio de su cama bajo los montículos de edredones púrpura y almohadas rosas. Las Gemelas estaban agotadas, metidas en sus sacos de dormir con su odioso gato, Belcebú, enroscado en el suelo entre ellas.

Cerré la solapa silenciosamente, no queriendo despertar a las Gemelas antes de que fuera su hora para estar de guardia. En realidad, yo debería de agarrar mi coca cola y relevar a Damien y Jack, para que pudieran descansar y así dejar dormir a las Gemelas. Definitivamente yo no iba a volver a dormir en un tiempo, como en años; bueno solo era broma, más o menos.

Nadie estaba en la cocina. El único sonido era el suave zumbido hogareño de los refrigeradores. El primero que abrí hizo que yo retroceda un paso debido al shock. El refrigerador entero estaba lleno de bolsas selladas, llenas de sangre. En serio, y, por supuesto, mi boca comenzó a babear.

Cerré de un golpe la puerta.

Y luego lo reconsidere y lo volví a abrir otra vez. Con resolución, agarré una bolsa. Yo no había dormido casi nada. Estaba bajo tensión. Un ángel estúpido caído e inmortal, estaba detrás de mí y me llamaba con el nombre de una chica de barro muerta. Enfrentémoslo, necesitaba mucho más que una coca cola para pasar el día.

Encontré las tijeras en el cajón superior de un bloque de cajones y, antes de que la culpabilidad me atravesara, abrí la bolsa de un tijeretazo y la puse en vertical.

Lo se. Lo se. Bebí ruidosamente la sangre como si fuera un paquete de jugo, con un sonido completamente desagradable, pero era deliciosa. No supo como sangre, o al menos no con el sabor cobrizo y salado que tenia la sangre que solía probar antes de ser marcada. Era deliciosa y electrizante, como una bebida de gourmet, como el vino mezclado con miel, (si te gusta el vino), mezclado con Red Bull, (pero como degustación). Lo podía sentir expandiéndose por mi cuerpo, dándome una sacudida de energía que ahuyentó el terror persistente de mi pesadilla.

Estruje la bolsa vacía y lo tire en el gran cubo de basura en la esquina del cuarto. Entonces agarré una botella de coca cola y una bolsa de nachos de queso Doritos. Ya que mi aliento iba a oler vulgarmente a sangre. Pues bien también podía tener Doritos para el desayuno.

Entonces me percate que: uno, que yo no sabía donde estaban Damien y Jack, y dos, que realmente tenía que llamar a la Hermana María Ángela y averiguar como estaba la Abuela.

Sí, sé que suena extraño que yo llame a una monja. Parece aún más extraño que a dicha monja le confié la vida de mi abuela. Literalmente. Pero toda la rareza paró en el momento que encontré a la Hermana María Ángela, principal de las monjas benedictinas de Tulsa. Además de hacer cosas de monja, (rezar y demás cosas), la Hermana María Ángela y las monjas de la abadía controlaba ‘Gatos de la Calle’ en Tulsa, que así fue como la conocí. Yo había decidido que los novatos de la Casa la Noche tenían que hacerse más activos en la comunidad. Creí que aunque la Casa de Noche había estado en Tulsa hace más de cinco años, era como si fuésemos una pequeña isla. Cada uno con sentido común sabe que el aislamiento y la ignorancia formaban prejuicios ¡Hola! Leí, ‘La Carta desde la Cárcel de Birmingham’ (*2) de Martín Luther King Jr., a principios de mi segundo año de estudiante. De todos modos, con dos profesores vampiros cruelmente asesinados, Shekinah había estado de acuerdo con mi idea de ayudar en un proyecto de caridad de la comunidad, con tal de que estuviese bien protegida. Y así fue como Darius se había visto tan implicado con la tarea, conmigo y con mi grupo. Así que yo había escogido ‘Gatos de la Calle’, pues con todos los gatos que había en la Casa de la Noche simplemente tenia sentido.

La hermana María Ángela y yo lo habíamos congeniado desde a el primer momento en que nos conocimos. Ella era cool y espiritual, y sabia que se abstenía de hacer juicios. Ella pensaba que Nyx era solamente otra versión de la Virgen María, (y María es muy importante para las Hermanas benedictinas). Entonces creo que se podría decir que la Hermana María Ángela y yo nos hicimos amigas, y cuando la Abuela fue atacada por los Cuervos Mockers y termino en el Hospital de San Juan en coma, fue a la Hermana María Ángela a quien llamé para estar junto a ella y protegerla de los Cuervos Mockers por si la hacían daño otra vez. Cuando todo el infierno se desato en la Casa de Noche y Neferet asesino a Shekinah y el novato Stark había disparado contra Stevie Rae, Kalona se elevó, y los Cuervos Mockers se hicieron sustanciales, fue la Hermana María Ángela la que consiguió asegurar a la Abuela bajo tierra.

O al menos en teoría, se suponía, que ella tenía la tarea de tener a la Abuela y al resto de las hermanas bajo tierra. Yo no había vuelto a hablar con ella desde la noche pasada, justo antes de que nuestro teléfono este fuera de servicio.

Entonces, por orden de importancia, tenia que llamar a la Hermana María Ángela, suponiendo que mi teléfono funcionase otra vez, y luego debía de enterarme la ubicación de Damien y Jack para relevarlos. Calculando que podía matar dos pájaros de un tiro, volví por el túnel, dirigiéndome hacia la entrada del sótano y Darius. Él sabría donde estaban los chicos, y yo probablemente podría conseguir que el teléfono funcionase en el sótano, a no ser que en la superficie se estuviera dando el Apocalipsis y el servicio de telefonía móvil haya desaparecido para siempre. Afortunadamente, la sensación de la sangre llenándome me hizo sentir ligeramente optimista, y aun con la posibilidad de una asquerosa, y poco atractiva, idea de ser la típica-leyenda no parecía totalmente desesperada.

Una cosa a la vez. Simplemente tomaría una cosa a la vez. Primero, averiguaría como estaba la Abuela. Entonces relevaría a Damien y Jack. Después trataría de pensar detenidamente en aquella horrible pesadilla.

Recordé la voz del ángel oscuro y el modo en que el dolor y el placer de algún modo se mezclaron cuando él me tocó y me llamó su amor. Saque de mi mente aquella clase de pensamientos. El dolor no igualaba al placer. Lo que yo había sentido en el sueño era solamente eso, un sueño, y por la definición de “sueño”, (o pesadilla), quiero decir que no era verdadero. Y yo definitivamente no era el amor de Kalona.

Fue entonces que también comprendí que algunos nervios que recorrían mi cuerpo eran terribles, y en esto no tenía nada que ver Kalona. Mientras yo había estado preocupada pensando en él había estado haciendo caso omiso del apretamiento subconsciente en mi cuerpo. Mi corazón latía acelerado otra vez. Mi estómago se revolvió. Tenía el sentimiento bien definido y aterrador de estar siendo observada.

Gire a mí alrededor, esperando ver, por lo menos, a los desagradables murciélagos que revoloteaban a mí alrededor. Pero no había nada excepto el silencio sepulcral del túnel desierto, alumbrado por linterna que se estiraban a mis espaldas.

-Definitivamente estas fuera de ti.- dije en voz alta para mí.

Como si mis palabras fueran la causa, la linterna más cercana a mí se apago.

El temor me llenó, y comencé a retroceder en el túnel, manteniendo mis ojos abiertos para algo que podría ser más que mi imaginación. Y choque de retroceso con la escaleta metálica que había sido soldada a la pared y que conducida hacia arriba del depósito. Aturdida y aliviada de encontrar el final de los túneles, equilibré mi coca cola en una mano y la ruidosa bolsa grande de Doritos que era mi desayuno en la otra. Acababa de comenzar a subir cuando un fuerte brazo masculino apareció desde arriba, asustándome.

- Aquí, déme la cola y las patatas chips. Vas a caerte directamente sobre tu trasero si tratas sujetarlos mientras escalas.

Mi mirada fija voló hasta ver que Erik reía por debajo de mí. ¡Tragué rápidamente y le di un alegre “Gracias”! Dándole la cola y las patatas chips, subí más fácilmente el resto de la escalera.

El sótano era varios grados más frío que los túneles, lo cual se sintió bien para mi cara roja de miedo

- Me gusta ver que todavía puedo hacerte ruborizar.- Erik me dijo, acariciando mi mejilla caliente.

Estuve a punto de soltar que me había asustado por las sombras y demás mierda que no podía ver en los túneles. Pero podía imaginármelo riendo y acusándome de que de nuevo se trataba de murciélagos. ¿Y que si estaba sensible por el sueño? ¿Quería hablar con Erik o con alguien a cerca de Kalona en este mismo momento?

No.

En cambio dije, - Esta haciendo mucho frio aquí, y sabes que odio cuando me ruborizo.

- Sí, la temperatura bajo como una loca en las últimas horas. Va a ser un caos helado allí afuera. Ya sabes, que pienso que te ves adorable con las mejillas rosadas.

- Usted y mi abuela son las únicas personas en el mundo que piensan así. – dije sonriéndole de mala gana.

- Bueno, eso me pone en buena compañía. - Erik rió en silencio, tratando de alcanzar un nacho mientras echaba un vistazo alrededor del sótano. Todo estaba tranquilo aquí arriba, pero no como, la estúpida quietud de los túneles. Erik tenía una silla orillada cerca de la entrada y al lado de ella estaban dos linternas de aceite, (encendidas a tope), una botella de litro medio vacía de Mountain Dew, (¡eesh!) Y, sorpresa, sorpresa, Drácula de Bram Stoker con un marcador de libros en aproximadamente la mitad. Arrugue mis cejas frente a él.

-¿Qué? Lo tomé prestado de Kramisha. - se reía con aire de culpabilidad, que lo hizo parecerse a un niño adorable. – Entonces, lo admito. Siempre he tenido curiosidad sobre el libro desde que me dijiste hace un tiempo que es uno de tus favoritos. Voy a la mitad del libro, así que no me cuentes como termina.

Sonreí tontamente hacia el, halagada de que solamente este leyendo Drácula por mí. - Ah, por favor - bromee. - Ya sabes como termina el libro. Todos saben como termina el libro.- Yo realmente amaba que Erik fuera así de grande, alto, un macho ardiente, que lee todo tipo de libros y mira viejas películas de Star Wars. Mi sonrisa se hizo más amplia.- ¿Perooooo, te gusta?

-Sí, me gusta. Incluso aunque yo realmente no lo esperaba - Su sonrisa reflejó la mía.-Quiero decir, vamos. Es que es un poco de la vieja escuela, con vampiros siendo los monstruos y todo eso.

Al instante mi mente viajo hacia Neferet, a quien consideré un monstruo con un hermoso disfraz, y a mis preguntas sin contestar sobre los novatos rojos, pero separé mis pensamientos de todo eso, no queriendo que la oscuridad interfiera en este momento junto a Erik. Reenfocándome sobre Drácula, dije, - Bueno, sí, Drácula, se supone que es un monstruo y demás, pero a mi siempre me dio pena.

-¿Le compadeces? - Erik obviamente estaba sorprendido. - Z, él es la maldad pura. –

-Lo se, pero él ama a Mina. ¿Cómo algo puede ser la maldad pura cuando ama?

- ¡Hey!, yo aun no llegado hasta ahí. No lo fastidies.

Hice rodar mis ojos para él. - Erik, tienes que saber que Drácula persigue a Mina. Él la muerde y ella comienza a cambiar. Es por Mina que el Conde es rastreado y tarde o temprano - -

-¡Detente! - Erik dijo riendo, sujetándome y cubriendo mi boca. - Yo no estaba de broma. No quiero que me cuentes como termina. - Mi boca estaba cubierta por su mano, pero yo sabía que mis ojos se reían de él.- ¿Si quito mi mano, prometes ser buena?

Asentí.

Lentamente, él destapó mi boca, pero no hizo ningún movimiento para alejarse de mí. Se sintió tan agradable estar cerca de él. Él me miraba fijamente, con una pequeña risa tirando en las esquinas de su boca. Pensé acerca de lo ardiente que era y como de contenta estaba yo por volver a estar juntos otra vez, y dije, -¿Quiere que te diga como quisiera que hubiera terminado el libro?

Sus cejas se elevaron. -¿Cómo quisieras? ¿Lo cuál quiere decir que realmente no me dirás el final?. –

- Lo prometo - Automáticamente, pose mi mano en mi corazón. Nosotros estábamos tan cerca que la parte posterior de mi mano rozó su pecho.

- Dímelo. - Su voz se volvió profunda e íntima.

- Desearía que Drácula no hubiera dejado a todo el mundo interponerse entre él y Mina. Él debería de haber mordido a Mina, debió de haberla convertido, y luego debió de llevársela lejos, entonces ellos podrían haber estar juntos para siempre, y vivir felizmente desde entonces.

- Por que son uno y deberían de permanecer juntos, - dijo él.

Yo alcé la vista hacia los asombrosos ojos azules de Erik y vi que toda la broma había salido de ellos.

- Yeah, incluso con las todas las cosas malas que ocurrieron en su pasado. Ellos tendrían que perdonarse el uno al otro debido a esas cosas malas, pero pienso que pueden lograrlo. –

-Sé que podrían. Yo también pienso que cuando dos personas se preocupan el uno por el otro lo suficiente, cualquier cosa puede ser perdonada.

Obviamente Erik y yo no estábamos hablábamos de los personajes ficticios de un viejo libro. Hablábamos de nosotros, examinándonos el uno al otro para ver si nosotros lograríamos hacer que todo funcione.

Tuve que perdonar a Erik por ser tan horrible conmigo después de haberme pillado con Loren. Y él había sido horrible, pero la verdad era que yo le había hecho mucho daño a Erik, mucho más que él a mí, y no solo con Loren. Cuando empecé a salir con Erik, yo aun tenía una relación con el Heath, mi novio humano. Habia disgustado mucho a Erik el hecho de que había estado saliendo con él y Heath al mismo tiempo. Pero él había creído que yo volvería a la cordura tarde o temprano y entendería que Heath era una parte de mi viejo mundo, mi vieja vida, y que él no cabría en mi futuro como Erik lo haría.

Y Erik tenía un punto. Ahora que la Imprimación con el Heath había sido rota, y estaba segura de eso porque él y yo habíamos tenido una escena muy fea cuando me tope con él, un par de días atrás en Charlie’s Chickens, (de todos los sitios posibles). Mi ridículo error de haber tenido sexo con Loren había tenido un efecto de dominó, ensuciando muchas cosas en mi vida. Un lío muy grande la dolorosa ruptura de mi Imprimación con Heath y él había dejado claro que no quería volverme a ver otra vez. Obviamente le había advertido a Heath sobre los Cuervo Mockers y que Kalona andaba suelto, le habían dicho que el y su familia consigan un sitio seguro, pero todo estaba terminado entre Heath y yo, al igual como todo estaba terminado entre Loren y yo, (justo antes de que él hubiera sido asesinado), lo cual era como debía de ser.

Seguí mirando fijamente a Erik.- ¿Entonces te gusta mi versión de Drácula?

- Me gusta tu final, porque los dos son vampiros y alguna vez tendrán un final feliz después. Sobre todo porque ellos se preocupan lo suficiente como para lograr sobreponerse a sus errores pasados.

Todavía riendo, Erik se inclino para besarme. Sus labios eran suaves y calientes, y él sabía como a Doritos y el Mountain Dew, que no era tan repugnante como tú podrías llegar a pensar. Me abrazo y me acerco a él, profundizando el beso. Se sintió bien estar entre sus brazos. Tan bueno que al principio logré alejar de mi las pequeñas campanas de alarma que repicaban en la parte racional de mi mente mientras las manos de Erik se deslizaron hacia debajo de mi espalda bajando hacia mi trasero. Pero cuando él me presionó con fuerza contra él, moviéndose íntimamente contra mí, la niebla encantadora caliente que él había comenzado dentro de mí comenzó a despejarse. Me gustaba que el me tocara. Pero lo que no me gustaba era el sentimiento de que su toque de pronto se había hecho demasiado agresivo, demasiado insistente, demasiado ‘ella es mía, la quiero, y voy a tenerla ahora’.

Debió de sentir como me puse rígida porque se retiró, y me dio una risa fácil, y luego dijo, - Entonces ¿Qué es lo que haces aquí?

Parpadeé, desorientada por su repentino cambio. Me acerque con un pequeño paso y agarré mi coca cola de donde él lo había puesto, sobre su silla, tome un trago muy, muy grande. Finalmente logré decir, - Ah, yo, uh, vine en busca de Darius y ver si mi teléfono móvil funciona. – Lo saque de mi bolsillo y lo sostuve como una tonta. Echando un vistazo a la pantalla, yo podía ver tres barras encendidas. ¡- Sí! ¡Parece que podría funcionar!

- Bien, la lluvia cambio a nieve, no hace mucho, y no he oído ningún trueno en un rato, tampoco. Si no conseguimos otra ola de este tiempo malo, el servicio en realidad podría volver a funcionar. Espero que esto sea una buena señal.

- Sí, yo también, intentare llamar a la Hermana María Ángela en un segundo. Y averiguar más sobre mi Abuela. - Mis palabras venían más fáciles ahora. Estudié a Erik mientras hablamos. Él parecía tan agradable y normal, simplemente el habitual chico bueno. ¿Había reaccionando de forma exagerada acerca de su beso? ¿Lo qué pasó con Loren me había dejado demasiado sensible? Comprendí que había un silencio entre nosotros y que Erik comenzaba a darme una mirada de interrogación, y rápidamente dije, - Así que ¿dónde está Darius?

-Lo relevé temprano. Me desperté y no podía volver a dormir, y calculé que él necesitaba un descanso adicional ya que él es básicamente todo nuestro ejército.

-¿Aún esta ebria Afrodita?

- Se desmayo. Darius la cargo fuera de aquí. Va a tener una resaca asesina cuando despierte. - parecía contento con esa perspectiva. – El se dirigía hacia el cuarto de Dallas a dormir. No se ha ido hace mucho tiempo, así que tal vez aún podrías encontrarlo despierto. –

- Bueno, realmente yo solo quería saber la ubicación de Damien y Jack. No podía dormir, tampoco, entonces pensé que yo podría relevarlos y dejar a las Gemelas descansar.

- Oh, eso es fácil. Puedo decirte como encontrarlos. No están muy lejos de la entrada del depósito en el que estuvimos antes.

- Bueno, realmente no quiero molestar a Darius si el ya esta descansando. Tienes razón. Nuestro ejército necesita descansar un poco. - Hice una pausa y luego añadí, en un tono demasiado despreocupado, - ¡Eh!, no notaste nada, uh, extraño en los túneles de camino hacía aquí, ¿verdad?

- ¿Extraño? ¿Como qué?

No quise decir la oscuridad, porque, pues eran túneles y la oscuridad no era ajena. Más ahora, que estaba imaginando, casi podía oír a Erik decirme que los murciélagos me temían mucho más. Entonces solté, - Como linternas apagándose repentinamente.

Él encogió y sacudió su cabeza. - Nada, pero eso no es realmente extraño. Estoy seguro que los novatos rojos tienen que rellenar su aceite bastante a menudo, y yo apostaría que los acontecimientos recientes han estropeado su programa para esto.

-Sí, eso tiene sentido. - Y lo tenía. Tanto, que solamente en aquel pequeño momento dejé que el alivio que sentía me recorriera y sonreí abiertamente a Erik. Él se rió después de mí y allí estábamos, sonriendo abiertamente el uno en el otro. Me acorde de que Erik realmente era un gran novio. Me había alegrado de que él y yo estuviésemos juntos como antes. Porque estaba contenta de que estuviésemos juntos, ¿verdad? ¿Por que simplemente no podía quedarme con las cosas alegres y no dejar de lado mi miedo de que el quería mas de lo que yo podía darle ahora, estropearía las cosas?

Escondí en lo mas profundo de mi memoria el beso que yo había compartido con Stark y la visita de Kalona en mis pesadillas y como el me había hecho sentir un tipo de cosas que nunca antes había sentido con un chico. Me levanté tan bruscamente que casi tire la silla. -¡Tengo que llamar a la Hermana María Ángela!

Erik me dio una mirada rara, pero sólo dijo, - Ok, puedes caminar por aquel pequeño pasillo, pero no te acerques demasiado a la puerta. Si alguien esta allí fuera no quiero que te oigan.

Asentí y le di lo que esperé no se pareciera a una risa culpable. Entonces anduve por los pasillos del sótano, notando también que no estaban tan asquerosos ahora, con respecto a la anterior vez que yo había estado aquí. Stevie Rae y su grupo obviamente habían hecho mucha limpieza eliminando la basura que la gente de la calle había acumulado antes. Y afortunadamente esto ya no olía como un wc, que era una mejora definitivamente.

Marque el numero de la Hermana María Ángela, mientras cruzaba mis dedos y empezó a timbrar, y a timbrar y entonces en realidad sonó, una vez, dos veces, tres veces…justamente me empezaba a doler el estomago cuando ella contestó. La conexión era realmente mala, pero al menos yo podía entenderla.

-¡Ah, Zoey! Estoy tan contenta de que llames - dijo la Hermana María Ángela.

-¿Hermana, esta usted bien? ¿Cómo esta la Abuela?

- Ella esta bien... todo bien. Estamos... - Ella definitivamente perdía la conexión justo ahora.

- Hermana, no puedo oírle muy bien. ¿Dónde están? ¿La Abuela está consciente?

-La Abu… está consciente. Estamos bajo la abadía, pero… - La estática se fue y luego de repente yo podía oírla claramente.- ¿Zoey, tu estas influyendo en el clima?

-¿Yo? ¡No! ¿Cómo esta mi Abuela? ¿Están ustedes a salvo en el sótano de abadía?

-. Estupendo, no te preocupes, nosotros…

Y la línea murió.- ¡Diablos! ¡Esta conexión es una porquería! – Pase por un periodo corto de frustración mientras trataba de llamarla de nuevo. Nada. Por mucho que lo intentara, la pantalla seguía diciendo que era una llamada fallida. Intenté varias veces mas antes de darme cuenta que ya no podía llamarla, además mi teléfono se preparaba para morir. -¡Diablos! - Repetí.

-¿Qué dijo ella? - Erik pregunto a mis espaldas.

- No mucho, perdí la conexión y no puedo recuperarla. Pero realmente logré oírla decir que ella es bien y que la Abuela bien. Aún pienso que ella finalmente esta consciente.

-¡Esas son realmente buenas noticias! No te preocupes; todas las cosas van a estar bien. Las monjas tienen a tu abuela a salvo, ¿verdad?

Asentí, sintiéndome tonta por las lágrimas que caían de mí, que realmente eran más debido a la frustración que miedo por la Abuela. Confiaba completamente en la Hermana María Ángela, así que si ella decía que la Abuela estaba bien, entonces yo la creía. – Es difícil no saber lo que esta pasando no solo con la Abuela sino con todo - Señale con mi pulgar hacia el mundo exterior.

Erik se detuvo a mi lado su mano caliente presionando la mía. Él me giró de modo que yo lo afrontara, y luego con su pulgar recorrió cuidadosamente los nuevos tatuajes que cubrían mi palma. - ¡Hey!, vamos a salir de esto. Nyx esta con nosotros, ¿recuerdas? Solamente mira tus manos para ver la prueba de su favor. Sí, nuestro grupo es pequeño, pero somos fuertes y sabemos que estamos del lado correcto.

En ese mismo momento mi teléfono hizo un pequeño sonido que me indico que tenía un mensaje de texto. - Ah, bueno. Tal vez sea de la Hermana María Ángela. - Abrí el teléfono y miré fijamente en el mensaje, realmente no lo entendía.

“Todos los novatos y vampiros deben volver a la Casa de Noche inmediatamente.”

-¿Qué diablos? - Dije, todavía mirando fijamente en la pantalla de mi teléfono.

- Déjeme ver, - dijo Erik. Gire el teléfono para que pudiera leerlo. Él asintió lentamente, como si el texto confirmara algo que él ya había pensado. -Es de Neferet. Y aun cuando esto suena a una de aquellas amplias difusiones de texto de la escuela, yo apostaría ella que nos habla directamente.

-¿Estas seguro de que es ella?

- Sí, reconozco su número.

-¿Ella te dio su número de teléfono? - Traté de no parecer tan molesta como me estaba sintiendo, pero dudo que llegue a tener éxito.

Erik se encogió de hombros.- Sí, ella me lo dio antes de que yo me fuera a Europa. Dijo que si alguna vez necesitaba algo podría llamarle. –

Resoplé.

Erik rió. -¿Estas celosa?

-¡No! - Mentí. - Ella es solamente una perra manipuladora que me hace enojar.

- Bien, ella definitivamente esta en alguna mierda mala con Kalona.

- Sí, eso es seguro, y no volveremos a la Casa de Noche. Al menos no ahora mismo.

- Pienso que es lo correcto ahora. Tenemos que averiguar más sobre lo que ha pasado, antes de hacer nuestro siguiente movimiento. Es más, si tus instintos te dicen que tenemos que evitar la escuela, entonces eso es lo que nosotros deberíamos hacer.

Alcé la vista hacia él. El sonrió reconfortablemente hacia mí y cepilló un mechón de mi pelo atrás de mi cara.

Sus ojos eran calidos y amables, no el sexo enloquecido y posesivo. Jeesh, tenia que controlarme. Erik me hacia sentirme a salvo. Él creyó lo que decía. Él creía en mí.

- Gracias, - dije. - Gracias por aun creer en mí.

- Siempre creeré en ti, Zoey, - dijo él. -Siempre-. Erik me envolvió en sus brazos y me besó.

La puerta al exterior fue bruscamente abierta, dejando entrar la luz oscura de una tarde tempestuosa y una ráfaga de aire helado. Erik dio la vuelta, empujándome detrás de él. Sentí como mi corazón se disparaba por el miedo y la adrenalina...

-¡Vaya abajo! ¡Traiga a Darius! - Erik gritó cuando él avanzó para afrontar la silueta que se recortaba contra el muro gris. Yo había comenzado a correr hacia la escalera que bajaba hacia el sótano cuando la voz de Heath me detuvo.

- ¡Hey!, ¿eres tu, Zo?

0 comentarios:

Publicar un comentario