lunes, 17 de agosto de 2009

Capitulo 7 Hunted

Capítulo 7 - CAZADA (Hunted)


“No, ustedes dos continúen. Vayan con los demás. Solamente voy a dormir”, dijo Stevie Rae acurrucándose hacia el otro lado, moviéndose cuidadosamente.

Hubo un rezongón "mee-uf-ow" y una pequeña bola naranja rechoncha de pelaje acolchado en la habitación saltó sobre la cama de Stevie Rae.

"¡Nala!" Stevie Rae acaricio la cabeza de mi gato. "¡Eh!, te he echado de menos"
Nala estornudó en la cara de Stevie Rae y luego hizo giro tres veces sobre la almohada al lado de su cabeza, se acostó, y puso en marcha su motor de ronroneo. Stevie Rae y yo nos sonreímos abiertamente.

Okey—NOTA ESPECIAL: Duquesa, el perro labrador amarillo de Jack, es una anomalía. Stark la trajo con él cuando fue transferido a nuestra escuela desde la Casa de Noche de Chicago. Entonces él murió. Jack la adoptó. Luego él revivió, pero obviamente él no era el mismo, porque la primera cosa que hizo fue lanzar una flecha que atraveso a Stevie Rae. Por consiguiente Duquesa de hecho todavía está con Jack. Es más, pienso que el niño realmente está apegado a ella.
De todos modos, cuando un grupo de nosotros escapó de la Casa de Noche, nuestros gatos, incluyendo a Duquesa, nos siguieron.

Así es que viendo a Nala poniéndose confortable le añadió un toque cómodo y hogareño al cuarto de Stevie Rae para ella y para mí.

“Tú y Erik continúen. Toma una ducha o lo que sea”, repitío Stevie Rae con voz somnolienta y se abrazó a Nala. "Nal y yo tomaremos una pequeña siesta. Ah, puedes coger al resto si sales, da vuelta a la izquierda, y luego sigue por la derecha. La entrada al depósito es por el cuarto donde tenemos los refrigeradores”.

“¡Eh!, Daríus dijo que yo debería revisar tus vendajes”, le recordé.

“Más tarde”, ella bostezó enormemente. "Están bien".

“Bien, si tu lo dices”. Traté de no demostrar el alivio que sentí. De ningún modo alguna vez tendría la intención de ser nada parecido a una enfermera. "Duerme un poco. Volveré en un segundo”, dije. Juro que ella ya estaba dormida antes que Erik y yo nos solapáramos con la manta a cuadros.

Nos volvimos a nuestra izquierda y anduvimos sin decir nada por un pequeño instante. Los túneles eran menos espeluznantes que cuando yo había estado aquí antes, pero esto no los hizo menos claustrofóbicos ni brillantes y alegres.

Cada pocas yardas encontrabamos linternas estacadas dando la apariencia de espigones de ferrocarril en las paredes de cemento a nivel de la vista, pero la humedad penetraba todo. No habíamos avanzado mucho cuando ví algo con el rabillo de mis ojos y reduje la marcha, entornando los ojos en las espesas sombras entre las linternas.

"¿Qué es?" preguntó suavemente Erik.

Mi estómago se tensó por el miedo. “No sé, yo—”, mis palabras se quebraron como si algo estallara desde la oscuridad hacia mí. Había abierto mi boca lista para gritar, imaginándome a los salvajes novatos rojos o, peor, el horror de los Cuervos Mockers. Pero los brazos de Erik me rodearon y me alejaron del camino de una media docena de murciélagos, que revoloteaban por delante.

"Ellos se asustaron de ti tanto como tú de ellos”, dijo, quitando sus brazos que me sujetaban en cuanto las criaturas pasaron por delante de nosotros.

Me estremecí, tratando de forzar mi corazón a latir con regularidad nuevamente. "Bien, de ninguna manera ellos podrían estar tan asustado de mí como yo de ellos. Hey, los murciélagos son ratas con alas. "

Él rió en silencio mientras emprendíamos la marcha nuevamente. "Pensaba que las palomas eran ratas con alas”.

"Murciélagos, palomas, cuervos— no me preocupan las diferencias en estos momentos. Cualquier cosa aleteando o agitandose no es tranquilidad para mi. "

"Veo tu punto”, dijo él, riéndose de mí. Su risa no hizo mucho para ayudarme a reducir la velocidad de los latidos de mi corazón, y a medida que seguimos andando, juro que todavía podía sentir el calor de sus brazos alrededor de mis hombros. Unos cuantos pies más, llegamos a una sección del túnel que era tan asombroso como sorprendente. Erik y yo nos paramos y miramos fijamente.
"¡Wow!, es extremadamente genial”, dije.

"Sí, ¡vaya!”, Erik estuvo de acuerdo conmigo. "Esto debe ser el trabajo de esa chica Gerarty. ¿No la presentó Stevie Rae como una artista que ha estado decorando los túneles?"

"Sí, pero no esperé nada como esto”. Olvidando los murciélagos, pase mi mano por los modelos maravillosamente complejos de flores, corazones, pájaros y todo tipo de remolinos, todos entrelazados para hacer un cuadro interesante pintado que parecía respirar y tener vida y magia en esta pequeña sección de las lúgubres y claustrofóbicas paredes.

"Los humanos y los vampiros, pagarían una fortuna por un arte como este”. Erik no opinó, si el mundo alguna vez pudiera saber de los novatos rojos y vampiresas, pero el pensamiento implícito quedó suspendido en el aire entre nosotros.

"Ojalá, las personas lo hagan", dije. "Sería agradable si los novatos rojos pudieran darse a conocer al resto del mundo”. Más, añadí a mí misma, si estuvieran fuera al descubierto, tal vez mis persistentes interrogaciones acerca de sus poderes y sus tendencias podrían ser resueltas más fácilmente. “De todos modos, pienso que lo vampiros y los humanos deberían tener mejores relaciones”, añadí.

"¿Como tú y tu novio humano?” Preguntó silenciosamente, Sin indicio de comentario sarcástico.

Choqué con su mirada fija firmemente. "Ya no estoy con Heath”.

"¿Estás segura?"

"Estoy segura”, dije.

"Bien. Bueno”. Fue todo lo que dijo, y comenzamos a caminar otra vez, silenciosos y perdidos en nuestros propios pensamientos.

Poco tiempo después el túnel se curvo ligeramente a la derecha, la cual era la dirección que dábamos por supuesta para seguir, pero hacia nuestra izquierda, había una salida arqueada cubierta de otra manta. Era un falso terciopelo negro decorado con una imagen mal hecha de Elvis en overol blanco.

"Debe ser el cuarto de Dallas”, especulé.

Erik vaciló sólo un momento, entonces apartó a un lado la manta y echamos una ojeada al interior. No era muy grande, y Dallas no tenía una cama, solamente un par de colchones apilados uno encima del otro sobre el suelo, pero tenía una colcha rojo vivo que hacía juego con las fundas rojas de la almohada (había un gran bulto debajo de la colcha, el cuál asumí era Dallas dormido), una mesa que tenía un montón de cosas que la luz no era lo suficientemente buena para ver, y un par de puf negros. En la pared curva sobre la cama había un poster de… entorné los ojos, tratando de ver…

"Jessica Alba en la Ciudad del Pecado. El niño tiene un excelente gusto. Ella es una ardiente actriz vampiresa”, dijo Erik silenciosamente para no despertar a Dallas.

Le miré con ceño fruncido y tiré la manta-puerta de Elvis cerrandole.

"¿Qué? No está en mi dormitorio”, dijo él.

"Sólo alcancemos a todos los demás”, dije, y comencé a caminar otra vez.

"¡Hey!”, dijo después de unos minutos de aire adormecido. "Te debo las gracias en grande”.

"¿A mí? ¿Por qué?" lo miré.

Él chocó con mis ojos. "Por salvarme de ser abandonado allí en medio de aquel lío”.

"No te salvé de eso. Tú nos acompañaste por tu propia y libre voluntad".

Él negó con su cabeza. "No, estoy bien seguro que tú me salvaste porque sin ti no pienso que habría tenido alguna libre elección"

Se detuvo y tocó mi brazo, con cuidado girándome de modo que yo lo afrontara. Alcé la vista hasta sus brillantes ojos azules, que estaban enmarcados por su Marca de vampiro adulto, un intrincado modelo que daba la impresión de una máscara, haciendo a su mirada de Clark Kent-Supermán totalmente bellísima transformarse toda como el Zorro y locamente ardiente. Pero Erik era más que solamente súper magnífico. Erik era talentoso y un tipo francamente agradable.
Odié lo que había ocasionado que terminaramos nuestra relación. A pesar de todo lo que había ocurrido, quise ser su novia otra vez. Deseaba que él confiara en mí otra vez. Lo extrañaba tanto, diablos demasiado...

“¡Realmente te echo de menos!” Me percaté que había balbuceado las palabras que estaba pensando, cuando sus ojos se ensancharon y sus sexys labios se curvaron hacia arriba.

"Estoy aquí"

Podía sentir mi cara sonrojarse, ardiendo desde mi cuello hacia arriba y supe que me había puesto de un rojo brillante, poco atractivo. "Bueno, que tú precisamente estés aquí, no es lo que quiero decir," dije imperfectamente.

Su risa se ensanchó. "¿No quieres saber cómo me salvaste?"

"Sí, desde luego”. Lamentaba no poder abanicar mi cara de modo que un poco del color de betarraga pudiera marcharse.

"Tú me salvaste porque, en lugar de ser hipnotizado por el poder de Kalona, yo pensaba en ti"

"¿Tú estabas?"

"¿Sabes que de asombrosa eres cuando invocaste aquel círculo?"

Negué con mi cabeza, atrapada por el resplandor de sus ojos azules. No quería respirar. No deseaba hacer algo que pudiera estropear lo que ocurría entre nosotros.

"Eres increíblemente-hermosa, poderosa y segura. Eres todo lo que yo podia imaginar”.

"Corté tu mano" fue todo lo que pudo decir mi boca.

“Debías hacerlo. Esto era parte del ritual”. Levantó su mano y la giró la palma de modo que pudiera ver la fina cinta que cortaba el carnoso cojincillo sobre su pulgar.

Deslicé un dedo ligeramente a lo largo de la línea rosada. "Me odié por hacerte daño”.

Llevó mi mano a la suya y la giró de modo que los tatuajes color zafiro que cubrían mis palmas fueran visibles. Entonces, por mucho que hubiera hecho, sutilmente deslizó su dedo a través de mi piel. Temblé, pero no me aparté.

"No sentí ningún dolor cuando me cortaste. Todo lo que sentía eras tú. El calor de tu cuerpo. Tú aroma. El modo en que te sientes en mis brazos. Es por eso que aquella criatura no me afectó. Es por eso que no le creí a Neferet. Tú me salvaste, Zoey. "

"¿Incluso, después de todo lo que ha pasado entre nosotros, tú puedes decirme esto?" Mis ojos se llenaron de lágrimas, y tuve que parpadear rápidamente para impedir que se desbordaran.

Observé como Erik tomó un profundo aliento. Él se parecía a un clavadista alistándose para saltar desde un alto y peligroso acantilado. Entonces, en una acometida, dijo, "Te amo, Z. Todo lo que ha ocurrido entre nosotros no ha cambiado eso, aún cuando lo quise". Él tomó con ambas manos mi cara. "No pude ser engañado por Neferet o hipnotizado por Kalona porque estoy embobado por ti, hipnotizado por lo que siento por ti. Todavía quiero estar contigo, Zoey, si tú simplemente dijeras que sí…"

"Sí", susurré sin un instante de vacilación.

Él se inclinó y sus labios se encontraron con los míos. Abrí mi boca y acepté su familiar beso. Su gusto era el mismo; su roce era el mismo. Deslicé mis brazos alrededor de sus amplios hombros y me estreché contra él, apenas capaz de creer que me había perdonado—que todavía me deseaba, todavía me amaba.

"Zoey”, murmuró contra mis labios. "Te he extrañado, también”

Entonces me besó otra vez, y juro que hizo que me mareara. Era diferente a sus besos de antes—antes de que él se hubiera convertido en un vampiro por completo—antes de que yo había perdido mi virginidad con otro hombre. Ahora era como si el conociera un secreto, pero yo estaba en esto. Sentí su gemido más que lo oí, y luego también sentí la dura frescura de la pared del túnel contra mi espalda cuando él me giró en sus brazos y me atrapó allí. Una de sus manos, bajo sobre mi espalda, firmemente me presionaba hacia él. Lo otro que sentí fue el desliz de sus manos hacia abajo por el costado de mi cuerpo, apartando mi vestido ceremonial y recorrer la parte trasera de mi muslo hasta que encontró el dobladillo, entonces sus dedos encontraron el camino de subida bajo aquello, calientes contra la frescura de mi carne desnuda.

¿Carne desnuda?

¿Apoyada contra la pared de un túnel?

¿Andado a tientas en la oscuridad?

Y los peores pensamientos acerca de todo me golpearon: ¡Pensaba Erik porque había tenido sexo (¡una vez!) ¿Que ahora era temporada de caza para coger a Zoey? ¡Ah, mierda!

No iba a hacer esto. No aquí. No como esto. Demonios, aun no sabía del todo si estaba lista para hacerlo nuevamente. El único e incomparable tiempo que había tenido relaciones sexuales había terminado desastrosamente y había sido el error más grande de mi vida.

¡Definitivamente no me he convertido en una especie de prostituta ninfómana!

Empujé contra el pecho de Erik y despegué mi boca de la suya. Él no pareció prestar atención. En realidad, él apenas pareció notarlo. Él solamente siguió moviendose contra mí y moviendo sus labios por mi cuello.

"Erik, por favor detente”, dije jadeando.

"Umm, eres deliciosa”.

Él sonó tan sexualmente atractivo y emocionado que por un momento estaba confusa acerca de lo que yo en realidad quería. Digo, quería estar con él otra vez, y era completamente ardiente y familiar y ... …

Acababa de comenzar a relajarme con él cuando vislumbré algo sobre su hombro. El miedo me apuñaló conforme me di cuenta de que algo tenía los ojos enrojecidos como un mar oscilante y profundo de negrura que parecía combinar y retorcerse con el aire como un fantasma hecho de nada excepto oscuridad.

"¡Erik! Detente. Ahora." Empujé con fuerza contra su pecho y él dio un traspiés atrás medio paso. Mi corazón latía desordenadamente, me moví rápidamente de modo que pudiera enfrentar lo que estaba allí detrás de él. No había ojos rojos encendidos frente a mí, pero juro que vi una entintada oscuridad dentro de las negras sombras. Parpadeé y enfoqué mis ojos, la rareza desapareció, marchándose nada excepto Erik y yo, y un silencioso y obscuro túnel.

De pronto, desde la dirección opuesta, oí el chasquido de zapatos contra el hormigón y solté un profundo aliento, preparándome para llamar algún elemento para combatir esta nueva anónima amenaza, cuando Kramisha apareció calmadamente de las sombras. ¿Ella dio una larga y considerada mirada a Erik y dijo, "Chicoooo, ¿tu lo trabajas aquí en el túnel? ¡Diablos! conseguiste algún juego”.

Erik se volvió hacia ella a medida que me ponía bajo su brazo. No tuve que alzar la vista para saber que tenía una simple sonrisa sobre su cara. Erik era un actor, sin broma, bueno. La cara que mostraba a Kramisha era de control, con la justa medida de atractivo, y de atrapado-en-el- acto.

"¡Qúe hay!, Kramisha”, dijo suavemente.

Por el contrario me tienes. Apenas podía levantarme, y mucho menos hablar. Sabía que mi cara estaba rojo remolacha y mis labios se veían magullados y húmedos. ¡Diablos!, probablemente me veía magullada y húmeda. “¿Kramisha, viste algo ahí en el túnel?" Apunté mi barbilla en la dirección de las sombras detrás de nosotros y controlándome para no parecer una estrella semi-porno y jadeante.

"No, chica, solamente yo,tú y tu chico aquí lamiendose la cara”, dijo rápidamente Kramisha.

Me pregunté si tal vez ella no me habia contestado demasiado rapido.

“¡Aww! ¿Erik y Z lo hacían? ¡Es tan dulce!" Al parecer de ninguna parte, de pronto Jack se materializó detrás de Kramisha, Duquesa ladró y meneo la cola por su lado.

"Z, no alucines. Probablemente acabas de ver más de esos murciélagos”, dijo Erik, apretando mi hombro reconfortantemente antes de que él asintiera con la cabeza a Jack. "Oye, Jack. Pensé que te deleitarías con una ducha caliente a esta hora."

"Lo hará, pero vino para ayudarme a conseguir algunas toallas y otras cosas”, dijo Kramisha. "Y, sí, definitivamente hay murciélagos aquí. Ellos no se meten con nosotros si no nos metemos con ellos." Entonces ella bostezó y se desesperezó seria e impresionantemente que la hizo parecer un largo y flaco gato negro. ”Ya que están aquí, ¿Qué tal si ustedes dos ayudan a Jack a llevar la cosas de regreso a las duchas y yo sin más me tomaré una pequeña y bella siesta?"

"Ningún problema. Nosotros le ayudaremos con gusto”, dije, recuperando mi voz y sintiéndome como una retrasada mental por dejar que los murciélagos en un túnel oscuro me asustaran. Siii, realmente debo necesitar una siesta. "Erik y yo precisamente nos dirigíamos al cuarto de baños”.

Kramisha nos dio una mirada larga y lenta que no fue más o menos perspicaz porque tenía sueño. "Ajá. A ustedes se les veía como si estuvieran camino a los cuartos de baño."

Sentí ruborizarme otra vez.

Ella giró, y pensé que iba a caminar directamente por la pared del túnel a sus espaldas, pero al contrario ella desapareció (estrambóticamente). Entonces oí encender un fósforo y una oscilante linterna iluminó una sección en la que se abrió un hueco del túnel, solo un poquito más pequeño que el cuarto de Dallas. Kramisha colgó la linterna en un espigón y entonces miró por encima de su hombro a nosotros.

“¿Bien? ¿Qué esperan?"

"Ah, sí, bien”, dije.

Jack, Duquesa, Erik, y yo nos acercamos a Kramisha para examinar el nuevo cuarto. En verdad tenía estantes construidos en las paredes cuadradas de cemento y pareció algo así como un ordenado clóset. Contemplé pilas limpias de toallas dobladas y, suficientemente extrañas, grandes y abultadas batas de baño sobre las que Duquesa olfateaba.

"¿Es higiénico ese perro? preguntó Kramisha.

"Damien dice que la Boca de un perro está más limpia que la de un humano," dijo Jack, palmeando la cabeza del gran perro labrador amarillo.

"No somos humanos”, dijo Kramisha. "¿Así es que por favor, podrías mantener alejada de la mercancía su gran nariz mojada?"

"Bien. Pero recuerda que ella está saliendo de un trauma y sus sentimientos son fácilmente lastimados".

Mientras Jack apartaba a Duquesa y tenía una conversación muy seria con ella sobre alejar su nariz de las cosas, miré fijamente al montón de objetos. "Huh. ¿Quién sabía que todo esto estaba aquí?"

"Afrodita”, dijo Kramisha a medida que llenaba nuestros brazos de paños de toalla. "Ella pagó por todo esto. O bueno, el dinero de la tarjeta dorada de su madre lo hizo. No te imaginas todas las cosas que puedes pedir del Granero de Cerámica si consiguieras crédito ilimitado. Esto me ha hecho decidirme de una vez por todas, en mi futura carrera”.

“¿De verdad? ¿Qué quieres hacer?" preguntó Jack. Duquesa se sentó atentamente a su lado, él tendió sus brazos para que fueran llenados de toallas y túnicas.

"Voy a ser un autor. Uno de aquellos ricos. Con una tarjeta dorada ilimitada. ¿Sabes que la gente actúa diferente cuándo consigues algún crédito serio?"

"Sí, cierto. He visto que las personas de la tienda le besan el culo a las Gemelas”, dijo Jack. "Sus familiares tienen dinero, también". Susurró la última parte como si fuera un gran secreto, lo cual no lo era. Todo el mundo sabía que los padres de las Gemelas eran ricos. Bueno, Aphrodite no era rica, al menos aún no. Me había comprado botas para mi cumpleaños que cuestan casi $400 dólares. Eso es definitivamente rico para mí.

"Bien. Decidí que me gustaría algún 'besado de traseros'. Entonces voy a conseguirme unos. De acuerdo, ya son bastantes cosas. Vamos. Caminaré parte del camino de regreso con ustedes, pero cuando lleguemos a mi cuarto, me quedare. ¿Jack, puedes encontrar el camino de vuelta a las duchas, verdad?"

"Sip”, dijo él.

Anduvimos por el túnel, siguiéndolo mientras doblaba una curva a la derecha. El siguiente portal al que llegamos, sobre el que había una manta, estaba cubierto de una tira trémula de seda púrpura.

"Esto de aquí es mi cuarto”. Kramisha me vio mirar con detención el asombroso material asombroso enmascarado como una puerta, y ella sonrió. "Esta es una cortina viene del Muelle Uno. Ellos no hacen entregas, pero reciben tarjetas doradas ilimitadas".

"Es un magnifico color”, dije, pensando qué tan retrasada mental estaba para imaginarme monstruos pegajosos en cada sombra cuando el lugar había sido decorado por Muelle Uno.

"Gracias. Me gusta un poco de color. Es una parte importante de la decoración. ¿Quieres ver mi cuarto?"

"Sí", dije.

"Definitivamente”, dijo Jack.

Kramisha miró de Jack a Duquesa. “¿Ella esta entrenada con su vejiga?"

Jack se erizó. "Desde luego. Ella es una perfecta dama”.

"Mejor que lo sea”, se quejó Kramisha, entonces ella deslizó la cortina para el lado e hizo un gracioso floreo con su mano libre. "Pueden entrar en mi espacio”.

El cuarto de Kramisha era dos veces el tamaño que el de Stevie Rae. Tenía dos linternas y una docena de velas perfumadas encendidas, que le daba a la pintura fresca un olor sugerente a cítrico. Obviamente recientemente había pintado las paredes de cemento redondas con un color lima brillante. Sus muebles eran la cama de madera oscura, el tocador, un velador, y el estante. Ella no tenía ninguna silla, pero habian enormes almohadas de saten amontonadas alrededor del cuarto en atrevidos purpuras y rosados, que hacían juego con los linos sobre su cama. Sobre la cama había media docena de libros, con marcadores en ellos o abiertos, ella estaba en medio de la lectura de todos esos al mismo tiempo. Noté que esos y los libros en el estante, tenían etiquetas adhesivas con el sistema Dewey Decimal sobre sus lomos. Kramisha se dio cuenta que lo noté.

"Biblioteca Central Municipal. Ellos tienen abierto hasta tarde los fines de semana. "

"Yo no sabía que la biblioteca permitiera sacar tantos libros al mismo tiempo”, dijo Jack.

Kramisha avanzó. "Ellos no lo permiten. Técnicamente no. No a menos que hagas un poco de esto y un poco que aquello que a ellos les importe. Los devolveré pronto como pueda obtener las Fronteras y comprarme la mía”, añadió ella.

Suspiré y añadí "comisión de robo a biblioteca" a la lista de cosas en mi cabeza que los novatos rojos tendrán que ser animados a dejar de hacer, y como hice la adición mental también me castigué. Kramisha definitivamente miró culpable sobre la pila de libros de la biblioteca. ¿Podría un niño que tenía tendencias monstruosas preocuparse por un pequeño robo? No, no, ¡demonios! no, me dije, automáticamente divagando mientras me acercaba a la cama para leer algunos títulos.
Había una enorme copia de las obras completas de Shakespeare, así como un libro de tapa dura ilustrado de Jane Eyre, el que estaba en la cima era un libro llamado el Amante de Plata de Tanith Lee. Había también una edición de libros de tapa dura de Vuelo de dragón por Ana McCaffrey descansando al lado del Thug-A-Licious, Candy Licker, y el Punto G por un autor cuyo nombre resplandecía como Noire. Aquellos tres libros estaban abiertos con sus cubiertas extremadamente obscenas extendías a lo amplio. Totalmente curiosa, dejé mi montón de toallas sobre la cama brillante rosada, tomé Thug-A-Licious, y comencé a leer en la página abierta.

Juro que mis retinas comenzaron a quemarse con el calor de la escena.

"Libro Porno. Me gusta esto”, dijo Erik sobre mi hombro.

"Um, Es algo de mi investigación." Kramisha rápidamente arrancó el libro de mis dedos, dándole una fija mirada a Erik. "Y por lo que vi allá, no necesitan ninguna ayuda. "

Sentí ruborizarme otra vez y suspiré.

"¡Eh!, la es poesía cool," oí decir a Jack. Agradecí la distracción, miré por encima para ver a Jack señalar varios carteles muy ardientes pegados a las paredes verdes de Kramisha. Estaban llenos de poesía, todos escritos con la misma letra rizada en colores diferentes de Marcadores Mágicos fluorescentes.

“¿Les gusta esto? " dijo Kramisha.

" Sí, es grandioso. Realmente me gusta la poesía, " dijo Jack.

"Los escribí yo, " dijo Kramisha.

“¿Estas bromeando? ¡¡Hombre!!, pensé que eran de un libro o algo parecido. Están realmente buenos, " dijo Jack.

" Gracias, les dije que voy a ser una escritora. Una famosa, rica con el gran poder de las tarjetas doradas. "

Vagamente oí a Erik unirse a la discusión. Toda mi atención se había enfocado a un corto poema que estaba escrito en negro sobre un cartel rojo sangre. “¿este también lo escribiste tú? " Pregunté, sin preocuparme de interrumpir la discusión de si les gustaba Robert Frost más que Emily Dickinson.

"Los escribí todos," dijo ella. "Siempre me ha gustado la escritura, pero desde que fui Marcada lo hago con más frecuencia. Es como si los poemas vinieran a mí. Tengo la esperanza que pueda escribir más que poemas. Me gustan todos ellos, pero los poetas no ganan dinero. Verán, investigué la carrera en la Biblioteca Central, ustedes saben se queda abierta hasta tarde. Y de todos modos, los poetas no lo hacen -- "

¿"Kramisha" - la interrumpí - "¿cuándo escribiste este? " sentí un vértigo en mi estómago y mi boca se secó.

"Los escribí todos hace pocos días atrás. Tú sabes, desde que Stevie Rae nos regreso nuestra humanidad. Antes de eso no pensé mucho en aceptarlo " se rió excusándose y levantó un hombro.

“¿Entonces escribiste ese con letras negras hace un par de días atrás? " Señalé el poema.”

Sombras en sombras
Él mira a través de los sueños
Alas negras como África
Cuerpo fuerte como piedra
esperando
La llamada de los cuervos.

Jack jadeó al leerlo por primera vez.

“¡oh, Diosa! " le oí decir a Erik sin aliento, cuando también leyó el poema.

"Esto es fácil. Esto es el último que escribí ,solo ayer. Yo estab … " Sus palabras se detuvieron cuando entendió nuestra reacción. “¡Mierda! ¡Es acerca de él! "

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